Género e imágenes distorsionadas de las mujeres en los medios del Hemisferio Sur
En la lucha por la igualdad de género, los medios de difusión deberían ser sólidos aliados. Por el contrario, refuerzan vigorosamente el statu quo, sobre todo en el Hemisferio Sur.
Quince años después de que se adoptó la Plataforma de Acción de Beijing (PAB), las voces de las mujeres continúan en gran medida ausentes de los medios de comunicación regulares. Reconociendo el potente rol que los medios juegan en moldear perspectivas, la PAB plantea [en su Punto J] recomendaciones integrales para mejorar la visibilidad y la voz de las mujeres, así como promover imágenes de ellas que sean equilibradas y estén libres de estereotipos. Algunas de esas recomendaciones son:
Cambiar la continua proyección de imágenes negativas y degradantes de las mujeres en la programación.
Cambiar la continua proyección de imágenes negativas y degradantes de las mujeres en la programación.
Potenciar las habilidades y conocimientos de las mujeres y su acceso a la tecnología de la información para mejorar su capacidad de luchar contra las imágenes negativas que de ellas se difunden.
Incorporar la perspectiva de género en los programas y políticas de los medios.
Lento progreso
Un estudio de monitoreo de medios[1] llevado a cabo en doce países del sur de África reveló que los estereotipos abundan y son promovidos activamente por los medios. Las autoras del informe escribieron: “Teniendo potencialmente un enorme rol que jugar en esta ‘liberación de la mente’, los medios han sido con mayor frecuencia una parte del problema y no de la solución”. Típicamente, las mujeres son presentadas en los medios como objetos sexuales, tentadoras, madres o esposas. Cuando los periódicos y las estaciones de radio o televisión necesitan una persona especialista en cierto tema, es menos probable que inviten a una mujer para que dé su opinión. Según el estudio, las mujeres políticas, que en promedio constituían el 18 por ciento de los parlamentos de la región, raras veces eran fuente de noticias y sólo se les citaba el 8 por ciento del tiempo.
Aunque los gobiernos firmaron la PAB, sus medios de difusión no son mejores que los medios comerciales privados y de hecho, señala el informe, a menudo son mucho peores. La igualdad de género sencillamente no se considera de interés periodístico y hay muy pocas menciones de los derechos de las mujeres o los instrumentos jurídicos que los garantizan. El informe sobre el estudio en el sur de África reproduce [en la página 47] una caricatura publicada en un periódico de Tanzania. La imagen promueve estereotipos negativos acerca de defensoras de los derechos de las mujeres que asistieron a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, la cual irónicamente fue el primer gran foro mundial que abordó de manera integral el tema de los medios de comunicación y la representación del género.
Las mujeres no se han beneficiado de una porción proporcionada de las mayores libertades que han permeado el campo de la información y la comunicación en la última década. El informe del monitoreo mediático en el sur de África se lamenta: “En todos los países de la región y del mundo, profesionales – hombres y mujeres – de los medios están sujetos/as a una forma de autocensura de la cual podrían ni siquiera ser conscientes porque está tan arraigada en la forma en que se nos cría”.
La igualdad de género sigue siendo vista como un “asunto de mujeres”. Además de que raras veces se le menciona en los medios, en las pocas ocasiones en que sí ocurre es probable que haya sido una mujer quien reportó la historia – excepto en Asia, según el Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, por sus siglas en inglés).[2] Los medios en América Latina y el Caribe hacen un trabajo cada vez mejor en cuanto a informar sobre cuestiones relacionadas con la igualdad de género. De manera alentadora, el GMMP reporta que ha habido mejoras considerables en América Latina (de 4 por ciento de artículos noticiosos en 2005 a 47 por ciento en 2010) y el Caribe (de 5 por ciento en 2005 a 28 por ciento en 2010). El informe preliminar plantea: “Los acontecimientos en América Latina durante los últimos cinco años que han tenido un impacto positivo en la participación de las mujeres en cargos políticos de alto nivel podrían explicar en parte el espectacular incremento en la tendencia de periodistas de resaltar asuntos sobre (des)igualdad de género en su cobertura noticiosa”.
Aunque en todo el mundo los medios de comunicación refuerzan estereotipos, los peores ofensores están en el Medio Oriente, donde el 98 por ciento de las historias contienen estereotipos de género. Sólo el 4 por ciento de las historias en el Pacífico confronta los estereotipos. De nuevo, los medios en América Latina son líderes en cuestionarlos – el 14 por ciento de noticias lo hace en forma activa, pero un porcentaje todavía relativamente alto (24 por ciento) los refuerza.
Los hombres continúan siendo mayoría entre trabajadores de medios en todos los niveles, ya sean reporteros o tomadores de decisiones. La única área en la cual las mujeres alcanzan un nivel de paridad es como presentadoras de televisión – pero con fecha de vencimiento: por lo general tienen 34 años de edad o menos. Las mujeres mayores de 35 años pasan a ser invisibles en los medios, según el estudio en el sur de África y los hallazgos del GMMP. Esto refuerza estereotipos acerca de la deseabilidad de las jóvenes y la falta de ésta en las mujeres mayores, algo que no afecta a hombres presentadores en los mismos niveles.
La voz y la visibilidad de las mujeres periodistas han mejorado un poco desde la PAB. Sin embargo, es más probable que a ellas se les asignen reportajes noticiosos “blandos” – artes, entretenimiento y estilo de vida – mientras que las noticias “duras” – la política, la economía, el gobierno – siguen siendo un territorio primordialmente masculino. Las cifras reportadas por el GMMP son un argumento sólido para incrementar la cantidad de mujeres y su influencia en los medios. Las periodistas, en comparación con sus colegas hombres, tienen más probabilidades de destacar a mujeres y apoyarse en la opinión de expertas, como también de considerar una dimensión de género en historias que, de omitirla, no tendrían en cuenta el género.
¿Esperanza de transformación?
A pesar de las desalentadoras tendencias generales en la representación de las mujeres en los medios del Hemisferio Sur, los estudios de monitoreo muestran que ha habido algunos cambios positivos. Hay un creciente conjunto de dedicadas voluntarias que monitorizan los medios y les exigen cuentas en lo que respecta a las mujeres. Su influencia debe fortalecerse.
América Latina es líder en hacer las cosas de manera diferente, y un intercambio Sur-Sur entre organizaciones de mujeres de la región y las de África, Asia, el Caribe, el Medio Oriente y el Pacífico aportaría valiosas lecciones para todas. Asia puede ofrecer lecciones acerca de cómo sacar la igualdad de género del “rincón de las mujeres” e introducirla en los medios regulares teniendo tanto hombres como mujeres periodistas que reporten sobre asuntos de género. El Medio Oriente es líder del resto del mundo respecto a reportar en torno a instrumentos para los derechos de las mujeres, conocimientos que deberían estar regularmente en la información de noticias y eventos, como también en análisis y artículos destacados.
El informe del GMMP presenta una serie de recomendaciones que instan a la sociedad civil a tener un mayor rol de liderazgo en la promoción de representaciones positivas de las mujeres en los medios. Algunas de ellas son:
Compilar directorios regionales de mujeres expertas en diversos asuntos temáticos. Típicamente, a las mujeres se les presenta como expertas sólo en igualdad de género, belleza, modas y cuestiones del hogar, pero en la realidad están presentes en todos los demás campos de la actividad humana y así debería reconocérseles.
Crear currículos de género y medios en las escuelas de periodismo. Se debería infundir conciencia de género y sobre los derechos de las mujeres en todos los aspectos del trabajo periodístico, de modo que el empoderamiento de las mujeres sea no sólo cubierto en historias de especial interés sino también un asunto que se comprenda a cabalidad y se promueva activamente.
Brindar a las personas decisorias de los medios capacitación en sensibilidad de género que cuestione los prejuicios profundamente arraigados – y a menudo inconscientes – respecto a las mujeres.
Adoptar y aplicar políticas sobre paridad de género en los medios. Es necesario que haya una presencia equitativa de hombres y mujeres en todos los niveles, desde reporteras/os hasta gerentes.
Apoyar a las mujeres en los medios ofreciéndoles capacitación y visibilidad.
Establecer en los medios códigos de práctica sensibles al género que exijan cuentas a las empresas mediáticas por sus reportajes. No es ético que éstas continúen difundiendo imágenes distorsionadas de las mujeres.
Alentar la monitorización de los medios por parte de organizaciones de la sociedad civil.
Aunque las actuales iniciativas de monitoreo de medios pintan un panorama sombrío, también ofrecen orientación acerca de cómo avanzar. Un paso fundamental en este camino es lograr que los medios se percaten de su responsabilidad ética. El informe del GMMP cita lo expresado por Aidan White, Secretario General de la Federación Internacional de Periodistas (FIP): “Una presentación justa de los asuntos de género es una aspiración ética y profesional similar al respeto de la exactitud, la justicia y la honradez”.[3] La ética periodística debe actualizarse a fin de que incluya una representación justa del género como un principio central.
Por Kathambi Kinoti
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 23 de julio de 2010. Traducción del inglés: Laura E. Asturias. Título original: ‘Gender and Media Misrepresentation in the Global South’.
Notas:
Media Institute of Southern Africa (MISA) y Gender Links, Southern African Gender and Media Baseline Study [Estudio de línea de base sobre género y medios de comunicación en el sur de África], Johannesburgo: MISA y GL, marzo de 2003.
Proyecto de Monitoreo Global de Medios, Who Makes the News? Preliminary Report 2010 [¿Quién figura en las noticias? Informe preliminar], Toronto: Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC), 2010. Ver también: ‘Los hallazgos preliminares del Cuarto Proyecto de Monitoreo Global de Medios – 2010’, donde se pueden descargar (en español) los ‘Aspectos destacados de los hallazgos preliminares’.
Federación Internacional de Periodistas, Instalar el equilibrio: Igualdad de género en el periodismo, Bruselas: FIP, 2009.