Reclaman mujeres latinoamericanas igualdad de derechos
Las delegadas a la undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe condenaron hoy las medidas unilaterales contrarias al derecho internacional y abogaron por la igualdad de género. El llamado Consenso de Brasilia en una declaración final instó a los gobiernos de la región a adoptar las medidas de política social y económica requeridas para lograr el reconocimiento del valor económico del trabajo no remunerado prestado por las mujeres en la esfera doméstica y del cuidado.
El documento reconoce que persisten obstáculos que muestran la necesidad de redoblar los esfuerzos para eliminar todas las formas de violencia contra la mujer y que limitan o impiden la plena igualdad de género.Entre ellos menciona en particular "las medidas unilaterales contrarias al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas, cuyas consecuencias fundamentales recaen en las mujeres, niñas y adolescentes".
El Consenso considera que el trabajo doméstico no remunerado constituye una carga desproporcionada para las mujeres y en la práctica es un subsidio invisible al sistema económico que perpetúa su subordinación y explotación.Por eso, subraya que el acceso a la justicia es fundamental para garantizar el carácter indivisible e integral de los derechos humanos, incluido el derecho al cuidado, lo cual requiere medidas sólidas para lograr su efectiva materialización y la corresponsabilidad por parte de toda la sociedad, el Estado y el sector privado.
El texto resalta la contribución del movimiento de mujeres de la región en la profundización de la democracia, la construcción de la igualdad real y del desarrollo de la institucionalidad y políticas públicas de género.
Asimismo, reafirma que la paridad es una condición determinante de la democracia y una meta para erradicar la exclusión estructural de las mujeres en la sociedad, que afecta sobre todo a las afrodescendientes, indígenas y discapacitadas.
Destaca la imperiosa necesidad de acelerar los progresos en materia de igual de género, cuya sostenibilidad está en riesgo por las crisis alimentaria, energética y financiera, así como asegura que el cambio climático y los desastres naturales pueden afectar de manera negativa el desarrollo productivo y el uso del tiempo por parte de las mujeres, en especial de aquellas que habitan en áreas rurales.
Tras indicar que América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo y donde se agudizan las brechas de género, etnia y raza, el Consenso refiere que el crimen organizado amenaza la seguridad y el fortalecimiento de la democracia, y tiene especial impacto en la trata de personas, el comercio sexual y la inseguirdad de las mujeres.
El documento propone diversas acciones para Conquistar una mayor autonomía e igualdad en la esfera laboral; Fortalecer la ciudadanía de las mujeres; Ampliar la participación d elas mujeres en los procesos de toma de decisiones y en las esferas de poder; y Enfrentar todas las formas de violencia contra las mujeres.También, para Facilitar el acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías y promover medios de comunicación igualitarios, democráticos y no discriminatorios; Promover la salud integran y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; y Promover la cooperación internacional y regional para la equidad de género.Sobre esa última acción, el Consenso llama a impulsar programas de cooperación regional, subregional y multilateral, aprovechando los actuales procesos de integración, y a fortalecer la cooperación Sur-Sur para el logro de la igualdad de género y el avance de las mujeres.
Además, insta a los donantes a cumplir sus compromisos en materia de asistencia oficial para el desarrollo como un elemento esencial para la promoción de la igualdad de género.En otra de las acciones se pide adoptar medidas para poner fin a todas las formas de violencia económica ejercida contra las mujeres, particularmente aquellas que atentan contra su dignidad humana o que las excluyen del derecho a recibir recursos financieros con miras a impulsar su autonomía y el respeto a sus derechos en la esfera laboral.
Fuente: Prensa Latina