¿Cuál es la situación de las mujeres en Tayikistán?
Tayikistán, una de las cinco repúblicas centro-asiáticas que se convirtieron en Estados separados y soberanos tras el colapso de la Unión Soviética, ha sufrido una guerra civil de cinco años, dos décadas de devastación económica, epidemias, desastres naturales, migración laboral masiva y peligros asociados a un próspero comercio de drogas – todo en su ‘joven’ historia. La periodista tayika Amina Murodova* conversa con Lejla Medanhodzic, de AWID, acerca de cómo les está yendo a las mujeres en este país de apenas poco más de siete millones de habitantes.
AWID: En general, ¿cómo es la situación actual en Tayikistán?
Amina Murodova: Con el colapso de la Unión Soviética en 1991, Tayikistán tuvo que reconstruirse por completo. Tuvimos que crear un nuevo sistema de Estado y marco legislativo, y pasar de métodos administrativos de mando a economías de mercado, lo cual incluyó reestructurar todas nuestras industrias vitales. La situación empeoró en 1992 con el inicio de una guerra civil que no terminó sino hasta 1997. Más de 25,000 mujeres quedaron viudas debido a esta guerra.
Aun con una paz relativa en la actualidad, el país está lejos de ser estable. Hemos tenido epidemias (incluyendo tifoidea, malaria, tuberculosis y polio), desastres naturales (como repetidas inundaciones, sequía e inviernos excesivamente fríos) y mayor actividad criminal. Por ejemplo, en agosto de este año, 25 miembros de un grupo terrorista internacional escaparon de la cárcel citadina en Dusambé, nuestra capital, y ahora están operando sin impedimentos.
La economía de Tayikistán ha estado devastada por dos décadas, desde la desintegración soviética. Debido a la falta de empleos y poca demanda laboral internamente, más de un millón de personas tayikas han migrado en busca de trabajo hacia Rusia, Kazajistán y otras repúblicas de la antigua Unión Soviética. En vista del número de viudas y de mujeres cuyos esposos han dejado el país por motivos laborales, hasta un 80 por ciento de los hogares tiene jefatura femenina en cualquier momento dado.
Adicionalmente, nuestro país continúa siendo un punto de tránsito para el trasiego de drogas afganas hacia Rusia y de ahí hasta Europa.
AWID: ¿Qué puedes decir de los derechos de las mujeres? ¿Están garantizados en el sistema jurídico? Y de ser así, ¿existen estos derechos en la práctica?
Amina Murodova: Tayikistán ratificó la CEDAW en 1993 y, gracias a la persistencia de ONG locales de mujeres, la Constitución de 1994 estipula que “mujeres y hombres tienen iguales derechos”. En 1998 se creó y adoptó un Plan de Acción Nacional para incrementar el rol y la condición de las mujeres. Esto básicamente nos permitió armonizar nuestros códigos de familia, trabajo y tierra con las reglamentaciones internacionales.
De modo que ahora tenemos una larga lista de leyes y programas gubernamentales pero poca implementación o cumplimiento, porque la gente no comprende las leyes o no cree que éstas tengan algún poder para regular las relaciones sociales. Y aunque existe la tendencia a crear más leyes, muchas personas creen que no se necesitarían nuevas leyes si las que ya han sido promulgadas fueran respetadas al menos en un 80 por ciento.
AWID: ¿Es común la violencia contra las mujeres en Tayikistán? ¿Cuáles formas de violencia enfrentan ellas?
Amina Murodova: En Tayikistán, las mujeres enfrentan todo tipo de violencia: física, moral, económica y sexual. La violencia doméstica es vista como un asunto familiar y la mayoría de las mujeres no la reporta ante las autoridades por temor a que se les estigmatice.
Además, creo que las mujeres enfrentan una forma de violencia económica. Específicamente, debido a sistemas de creencias culturales, muchas mujeres no tienen empleos remunerados. Esto las hace completamente dependientes de sus esposos y, por ende, no pueden abandonar situaciones en las que sufren golpizas y humillación. Ahora las circunstancias están cambiando debido a las necesidades económicas.
La poligamia también conduce a violencia. Oficialmente está prohibida en el país, pero es muy común. Debido a la situación demográfica y la proporción de hombres que murieron durante la guerra civil, además de la migración de algunos hacia otros países en busca de trabajo, hay una categoría de mujeres que están dispuestas a convertirse en segundas esposas. Quizás ésta sea la forma más común de violencia doméstica hasta la fecha. A causa de los celos, hay diversos conflictos que afectan todo, y se observa un constante estado de hostilidad entre personas adultas en el hogar.
AWID: ¿Puedes hablarnos sobre la reciente ley que eleva a 18 años la edad en que se permite contraer matrimonio?
Amina Murodova: Durante la guerra civil en Tayikistán, a principios de la década de 1990, fueron comunes los casos de rapto y trata de niñas, violencia sexual y asesinatos de niñas y mujeres. Incluso hubo rumores de que niñas tayikas estaban siendo llevadas al vecino Afganistán e intercambiadas por armas. La mayoría de madres y padres temía por la seguridad de sus hijas, así que las sacaban de la escuela y las casaban para salvarlas de violencia y vergüenza.
Aun ahora, cuando la situación en el país es relativamente tranquila, hay madres y padres que sacan a sus hijas de la escuela con el pretexto de que no pueden costear la educación. Dan a sus hijas en matrimonio cuando apenas tienen 16-17 años. En áreas rurales ha habido casos de niñas que fueron desposadas a los 14-15 años. Sólo en 2010, de los 38,000 matrimonios registrados oficialmente, 1,500 involucran a niñas menores de 17 años.
Cuando las niñas se casan jóvenes, sin educación secundaria, habilidades para el manejo del hogar ni conocimiento de sus derechos, son sometidas a acusaciones, ridículo y violencia por las familias de sus esposos. Los divorcios van en aumento y la cantidad de suicidios de niñas relacionados con matrimonios precoces se ha duplicado en el último año.
Recientemente, el Código de Familia fue enmendado, por lo que ahora la edad legal para contraer matrimonio son los 18 años. Funcionarios gubernamentales dicen que esto “asegurará los derechos de las niñas a la educación y capacitación para una vida independiente”. Pero hay personas escépticas y muchas creen que la gente encontrará maneras de burlar la ley mientras los mecanismos para hacerla cumplir sean débiles.
AWID: ¿Ha afectado a las mujeres el contrabando de narcóticos a través de Tayikistán, incluso incrementando las tasas de transmisión del VIH?
Amina Murodova: Sí, los narcotraficantes que trasiegan drogas desde Afganistán hacia Rusia a través de Tayikistán suelen usar mujeres para transportarlas, creyendo que es menos probable que se sospeche de ellas. En los medios de comunicación aquí, hubo una historia popular cuando la policía arrestó a una mujer que intentó contrabandear, por avión, drogas que había introducido en sus genitales. Ocasionalmente hay noticias sobre mujeres que tratan de contrabandear drogas en artículos tales como pan, un termo o frutas secas.
Asimismo, quienes usan drogas inyectables contribuyen a la propagación del VIH y la hepatitis C. A pesar de algunas intervenciones, las tasas de infección por VIH van en aumento y el virus está propagándose rápidamente entre trabajadoras/es del sexo, trabajadoras/es migrantes y sus familiares – muchas de estas personas no saben que están infectadas. La ONU estima que más de 10,000 personas tienen el VIH, aunque el número de casos registrados oficialmente es de 1,482, incluyendo a 371 mujeres.
AWID: ¿Cómo ha afectado la crisis económica mundial a las mujeres en Tayikistán? ¿Se han reducido los empleos disponibles? ¿Han disminuido las remesas provenientes del extranjero? ¿Hay más mujeres pobres como resultado de ello?
Amina Murodova: De todos los países en Asia Central, Tayikistán es el más pobre. El 46.7 por ciento de la gente vive por debajo de la línea de pobreza y esta cifra es mayor en áreas rurales. En las aldeas, alrededor del 70 por ciento de los hogares tiene jefatura femenina porque los hombres se fueron a Rusia y otros países de la Comunidad de Estados Independientes en busca de trabajo e ingresos. Las mujeres manejan granjas familiares para evitar que sus familias se hundan en una pobreza y hambre absolutas. Muchos proyectos de microcréditos de organizaciones internacionales en Tayikistán se centran en las mujeres.
Debido a la crisis, las remesas procedentes de trabajadores en Rusia han disminuido y muchas de esas personas se han visto obligadas a regresar a Tayikistán debido a la pérdida de empleos. Encuestas recientes muestran no sólo una reducción en el ingreso de los hogares sino también incrementos en las deudas y un menor gasto en alimentos y cuidados de salud.
AWID: ¿Cuán fuerte es el movimiento de mujeres en Tayikistán y cuáles retos enfrenta?
Amina Murodova: El movimiento de mujeres en Tayikistán está conformado por mujeres, jóvenes, ONG y fundaciones. En estos momentos, muchas se centran en mejorar el aprendizaje jurídico de las mujeres, brindar servicios legales a grupos de mujeres de escasos ingresos e impartir capacitación en habilidades a jefas de familias, incluidas mujeres que ya no cuentan con un proveedor económico.
Además hay organizaciones de mujeres organizadas por los grupos de autogestión de las aldeas, así como organizaciones que proporcionan micropréstamos a mujeres, incluyendo los dirigidos a mujeres rurales para que establezcan pequeños negocios. En este momento, el principal objetivo de la mayoría de organizaciones de mujeres es la lucha contra la pobreza.
* Amina Murodova es un seudónimo usado para proteger la identidad de la entrevistada.
Traducción del ruso al inglés por Lejla Medanhodzic
Edición por Masum Momaya
Más información:
• Amnistía Internacional, Los derechos humanos en la República de Tayikistán, 2009.
• Amnistía Internacional, Tayikistán: Los malos tratos a las mujeres no son un asunto de familia, 24 de noviembre de 2009.
• Naciones Unidas, Observaciones finales del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer: Tayikistán (CEDAW/C/TJK/CO/3), 2 de febrero de 2007.
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 17 de septiembre de 2010. Traducción del inglés: Laura E. Asturias. Título original: ‘How are women faring in Tayikistán?’.