febrero 25, 2011

Liderazgos femeninos que transforman la imagen del poder



Los liderazgos femeninos como el de Cristina Fernández están cambiando la imagen del poder, pero la representación femenina en los puestos máximos de los Ejecutivos provinciales y locales, y en los partidos políticos sigue siendo baja. Mujeres activistas y políticas analizan estos liderazgos emergentes, dan cuentas de las barreras que dificultan el ejercicio del poder y del rezago de los temas de género en las agendas de las lideresas.

En los años '80 y '90 las mujeres dieron el salto hacia una participación política más igualitaria en la región, debido a los instrumentos internacionales sobre derechos humanos, y particularmente frente a la adopción de mecanismos de cuotas. Argentina fue la primera nación latinoamericana y caribeña en introducir en 1991 una legislación de este tipo (Ley de Cupo Femenino Nº 24.012). Estas ‘acciones afirmativas’ fueron replicadas por otros 12 países y la representación de las mujeres en los poderes legislativos ha alcanzando un promedio de 22 por ciento. El crecimiento en Argentina fue significativo, de tener un 6 por ciento de diputadas antes de la ley de cupo, pasó a un 38,8 por ciento el año pasado, según datos de la Unidad e la Mujer de CEPAL.

En esta primera década del siglo XXI las mujeres también lograron conducir ejecutivos nacionales, Michelle Bachelet en Chile, Cristina Fernández en Argentina, Portia Simpson Miller en Jamaica y Laura Chinchilla en Costa Rica. A ellas se suma la recientemente electa Dilma Rousseff en Brasil. Estos liderazgos emergentes contribuyen a modificar el imaginario colectivo sobre el poder, aseguran las activistas y políticas que brindaron a Artemisa Noticias opiniones sobre el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), quien tiene chances de resultar reelecta si decide competir en las elecciones nacionales del 23 de octubre de este año.

Según la reconocida feminista Mabel Bianco, de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), el liderazgo de CFK varió tras el fallecimiento de su esposo, y ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, el 27 de octubre de 2010. 'CFK construyó su imagen diferenciándola de la de su marido, donde ambos ejercían el poder en ámbitos claramente separados. Cuando se produce la muerte de Kirchner, ella unifica ese ejercicio y apuesta a un liderazgo más cercano al ejercido por varones en cuanto a la confrontación. La búsqueda de consenso por parte de CFK ha sido excepcional. Esta forma de ejercer el poder ha originado una serie de obstáculos para CFK que no tienen que ver con su condición de mujer.

Aunque la presidenta se ha escudado en esto, principalmente en la disputa con la oposición. Esta alusión contribuye a que se hable de la debilidad de las mujeres y su incapacidad para ocupar puestos de toma de decisión. Esto no ayuda. Sí ayuda que las mujeres asuman los lugares obtenidos con sus propias características. No veo mal que la presidenta se emocione y llore cuando recuerda a su marido', analizó Bianco.

'CFK no sólo ha asumido con eficacia el ejercicio de la función pública, sino que ha creado una nueva estructura partidaria', aseguró la integrante de la Federación de Mujeres Municipalistas de América Latina y el Caribe, Cecilia Binolfi. 'Su gestión es personalista, de gran dedicación y un esfuerzo enorme. Estos liderazgos son más valorados por la ciudadanía. Una mujer es vista mucho menos corrupta en el ejercicio del poder que un hombre, y esto genera diferencias significativas', precisó.

Para la directora del Observatorio de Género y Pobreza de Argentina , Virginia Franganillo, la presencia de una mujer en la presidencia de una república es excepcional y CFK 'ha podido gobernar y consagrar su liderazgo. Ésto puede explicarse por la vitalidad de los procesos políticos, es decir la capacidad de las estructuras políticas y la misma ciudadanía de permitir liderazgos diferentes, que no son sólo de mujeres, también de indígenas, es el caso de Evo Morales en Bolivia, y trabajadores, como el ex presidente Lula Da Silva en Brasil. En el kirchnerismo se ha dado además un proceso de repolitización de las mujeres que tiene que ver con el liderazgo de CFK'.

En cuanto a los obstáculos, Franganillo y Binolfi coinciden en señalar que el conflicto entre el gobierno kirchnerista y sectores agropecuarios por los impuestos a las exportaciones, que impactó profundamente en la gestión de CFK a pocos meses de haber asumido la presidencia, tiene estrecha vinculación con su condición de género. 'El campo no habría producido esa protesta si el presidente hubiera sido Néstor Kirchner', sostuvieran ambas dirigentes. Franganillo vinculó el carácter desafiante de Cristina Fernández a la necesidad de ejercer el poder con autonomía.

La dirigente socialista Silvia Augsburger rescató que CFK progresara por sí misma. 'Ha habido en la historia política argentina liderazgos femeninos que se hicieron a partir de un liderazgo masculino', recordó y señaló que la representación de las mujeres en política es baja en comparación con los varones, pero esta participación ha permitido la emergencia de liderazgos en diferentes sectores políticos. 'No creo que estos liderazgos emergentes puedan transformar viejas estructuras o formas de hacer política', sentenció.

Política pública y género

Siguiendo con la gestión de CFK, Artemisa consultó a las expertas sobre si se ha producido una diferencia en materia de igualdad o garantía de derechos de las mujeres durante su liderazgo. En la agenda de prioridades de CFK, dice Bianco, no figuran temas urgentes como la violencia de género. 'La reglamentación de la Ley contra la Violencia de Género demoró 15 meses, es demasiado tiempo frente a las necesidades. En cambio, leyes económicas y políticas se han manejado con una rapidez increíble. La asignación presupuestaria también en el caso de la violencia no ha sido significativa', explicó.

En cambio Franganillo consideró avances en la continuidad del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y la sanción de la Ley contra la Violencia de Género. Pero opinó que 'si la presidenta tomara las políticas de género en su agenda como prioritarias sería muy importante. Su liderazgo en estos temas contribuirían con el cambio cultural que requieren'.

La adopción de políticas para equiparar oportunidades entre mujeres y varones es más factible cundo el nivel de gobierno implica menores responsabilidades. Según Bianco en las administraciones provinciales y municipales es mayor la injerencia de los liderazgos en la gestión de políticas públicas. Es el caso de la fueguina Fabiana Ríos, primera mujer en arribar a un ejecutivo provincial por el voto popular. 'La gobernadora tuvo más capacidad para introducir aspectos que tienen que ver con la garantía de derechos, por ejemplo sobre los servicios de salud, donde ha mejorado el acceso de las mujeres', informó la presidenta de FEIM. Hay que tener en cuenta que en Argentina el panorama sobre participación femenina en los cargos de gobernadoras, intendentas y concejalas es desalentador; el cuadro de desigualdad es más pronunciado, la concejalías por ejemplo están mayoritariamente ocupadas por varones (entre 80 y 90% según INSTRAW).

Por su parte, Augsburger defendió la transformación de la agenda parlamentaria que han logrado los liderazgos femeninos en el ámbito legislativo, incorporando temas como los derechos reproductivos, la violencia de género, la licencia por paternidad o la despenalización del aborto. 'Ha marcado una diferencia importante en relación a la agenda parlamentaria anterior a la aplicación de la ley de cupo', señaló.

Partidos políticos

Los partidos políticos mayoritarios dificultan la promoción de liderazgos femeninos genuinos, afirmó Franganillo, que en los ‘90 integraba el Partido Justicialista, participación que le valió la presidencia del Consejo Nacional de la Mujer y cargos legislativos, desde los cuales peleó la aplicación del sistema de cuotas. 'La lógica de representación que tenía la estructura partidaria en los ‘80 y ‘90 favorecía por vía de la aplicación del cupo femenino el surgimiento de liderazgos diferentes. Sin embargo esa lógica se desplomó con la crisis institucional del 2001, favoreciendo la concentración del poder en manos masculinas. Hoy el proceso de selección de candidatas y candidatos se encuentra capturado por los patriarcas de los partidos'.

La activista Bianco, lideresa dentro del movimiento que consiguió el cupo femenino y defendió los mecanismos nacionales de la mujer en Argentina, coincidió en que en los partidos mayoritarios la mujer tiene dificultades para competir por cargos electivos, aunque aclaró que 'el radicalismo y el socialismo trabajan con las cuotas a nivel de las cartas orgánicas'. Tanto Franganillo como Bianco creen que los liderazgos de las mujeres son más factibles en los partidos nuevos como la Coalición Cívica ARI, liderada por Elisa Carrió. 'pero esto no quiere decir que siempre que la conducción la ejerza una mujer, ellas construyan sus liderazgos más fácilmente', añadió la presidenta de FEIM.

La ex intendenta de la ciudad santafesina de Marcos Paz, y referente del movimiento de mujeres municipales a nivel regional, Binolfi, sumó las limitaciones autoimpuestas por las mismas mujeres que temen involucrase en la función pública sin el apoyo y las herramientas necesarias o por privilegiar su papel en la familia. Augsburger, quién por muchos años peleó prácticamente sola los temas que interesan a las mujeres en el Congreso, estuvo de acuerdo. Según ella, las barreras más importantes que enfrenta una mujer que quiere ocupar un puesto decisivo 'son las obligaciones familiares, y debido a las mismas, la menor posibilidad de socialización. Hay mujeres que por esas mismas causas ni siquiera se plantean intentar acceder a cargos. Muchas de ellas no están preparadas para disputárselos a sus compañeros varones, piensan que no les corresponde o que no van a poder desarrollar las tareas correctamente'.

Prejuicios

Las expertas advirtieron que otra importante barrera en el ejercicio de liderazgos por parte de las mujeres en puestos de representación popular y partidos políticos sigue siendo la desvalorización. 'Las mujeres hacemos mayores esfuerzos para llegar, al mismo tiempo las gestiones masculinas tienen más visibilidad', dijo Binolfi.

Bianco recordó un acontecimiento de clara discriminación y exclusión política de las mujeres. 'En Salta, los dirigentes oficialistas del Frente para la Victoria junto con los disidentes del Peronismo Federal promovieron un juicio político contra los funcionarios judiciales que ordenaron a la Legislatura y el Ejecutivo que implementaran el cupo femenino en la provincia', detalló.

Liderazgos como el de CFK (FpV) o Fabiana Ríos (CC-ARI), inclusive en los ejecutivos locales, y la intendenta reelecta de Chascomús Liliana Denot (UCR), son ejemplos entre muchos, que están modificando el imaginario colectivo sobre el poder. Hay un cambio simbólico, según las expertas, ya que una niña que observa a una presidenta, ministra, gobernadora, diputada o intendenta, verá más naturalmente la posibilidad de que ella misma pueda convertirse en una lideresa. En ese marco un gran desafío es la promoción de liderazgos comprometidos con las demandas de género.




Por Alejandra Waigandt

Artemisa Noticias


Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in