marzo 22, 2011

Angoleñas refrendan lucha por la equidad

Con espíritu de heroínas, delegadas al V Congreso de la Organización de la Mujer Angoleña (OMA) reflexionaron sobre temas como derechos de las mujeres, la violencia doméstica y desigualdades en oportunidades de empleo.

En el capitalino Centro de Convenciones de Belas, decorado con fotografías de ex combatientes de la lucha de liberación como Deolinda Rodríguez, Teresa Afonso, Engrácia Dos Santos, Lucrécia Paim e Irene Cohen, coincidieron en que con unidad es posible vencer obstáculos.

Dentro de esa perspectiva, el Programa de Acción de la OMA para el período 2011-2016 reconoció que es necesaria la igualdad entre hombres y mujeres "de modo que ambos géneros participen con similares derechos en la vida pública y privada".

El plan, debatido y aprobado por el Congreso, también consideró que la violencia es un escollo para concretar los objetivos de igualdad de género y desarrollo, y al mismo tiempo viola el ejercicio de Derechos Humanos (DH) y libertades fundamentales de la mujer.

A fin de proteger a las mujeres, la OMA acordó trabajar de conjunto con el Ejecutivo y otros entes sociales en la aplicación efectiva de la nueva ley contra la violencia doméstica.

Esta nueva ley contempla el combate contra las injusticias causadas a mujeres, hombres y niños, víctimas de maltratos, así como lograr que esas personas tengan acceso a mecanismos legales.

Por otro lado, convino la creación de un banco de datos sobre género y violencia, como instrumento eficaz para medir los índices de prevalencia de ese negativo fenómeno en el seno de la familia y la sociedad.

También establecerá redes de asistencia social para prevenir casos de intimidaciones, y continuará la labor en el Proyecto Género, junto al Ministerio de Familia y Promoción de la Mujer, y Naciones Unidas.

Tal proyecto busca divulgar la legislación a favor de las mujeres y educar a la familia y la sociedad en general sobre igualdad.

Al analizar las causas del maltrato en el seno familiar, una delegada, la filosofa Teresa Oliveira, dijo a Prensa Latina que en ese negativo fenómeno intervienen múltiples factores, entre ellos la guerra vivida, y cuestiones económicas y socioculturales.

Sociólogos consideran que la pobreza social, la cual sufre más de un tercio de los más de 16 millones de habitantes de Angola, es otro elemento que puede incidir en las manifestaciones de violencia en hogares.

En este evento, en el que participaron más de mil 100 delegadas de la OMA, organización con 32 años de existencia y con presencia nacional, y 12 delegaciones de países invitados, diversas voces reconocieron, por otro lado, una mayor presencia de las mujeres en la vida económica, política y social de esta nación africana.

Según un informe del organismo femenino, la OMA se regocija por la participación de sus integrantes en tareas como la educación para procesos de sufragios y por la elección de "gran número de mujeres como diputadas a la Asamblea Nacional".

Resalta, además, que otra cifra elevada de mujeres -sin aportar datos- fueron nominadas para el ejercicio de funciones públicas en el Ejecutivo y en diversos niveles de la administración del Estado.

Regina Márquez, ex dirigente de la OMA y delegada por Luanda al Congreso, expresó en declaraciones a Prensa Latina que pese a que el país salió hace sólo ocho años de una larga guerra (1975-2002), numerosas mujeres ocupan puestos de dirección en todos los niveles.

Tras sobrevivir un pasado de miserias bajo el yugo explotador colonialista, las hijas de Angola se superan y participan en campañas de vacunación contra pandemias y otras tareas para el desarrollo en la educación, la salud y la agricultura, valoró la ex diputada.

Sobre el tema de la alfabetización, Santa Simao, secretaria de la OMA en Kwanza Norte, 200 kilómetros al sureste de Luanda, manifestó que enseñar a mujeres a leer y escribir es tarea prioritaria, pues muchas de ellas son discriminadas por carecer de instrucción.

Organismos femeninos insisten en alfabetizar y capacitar en diversos empleos a vendedoras que laboran de forma irregular en el mercado informal, declaró Leonor Costa, administradora comunal de Kilamb Kiaxi, en Luanda.

Indicó que en zonas rurales las mujeres reciben hoy microcréditos como ayudas del Estado angoleño, para que desarrollen producciones agrícolas a través de asociaciones y cooperativas.

Por Óscar Bravo Fong*
El autor es corresponsal de Prensa Latina en Angola.C
Fuente: Cimac


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