abril 26, 2011
Se estima que en las Américas hay más de 170 millones de personas de origen africano, el 90 por ciento de las cuales vive por debajo de los umbrales de pobreza, con escasas posibilidades de participar e incidir en el ámbito de sus países, y sin obtener respuestas a sus necesidades urgentes. De hecho, en término de nivel educativo, indicadores sanitarios, oportunidades de trabajo y capacitación, entre otros aspectos, están en peores condiciones en comparación con otros sectores de la población. En el caso de las mujeres afrodescendientes, la discriminación por género se suma y potencia con el racismo.
Efectivamente, una investigación de la Cepal realizada en 2001 afirma que "la población afrolatina y afrocaribeña" es de "alta densidad y poca resonancia". ??Las estadísticas disponibles indican que, debido a la discriminación, la condición de negritud opera como un anclaje de las personas en la pobreza. En Brasil, por ejemplo, 71 por ciento de las mujeres negras trabajan en el sector informal, una proporción mayor que los hombres negros (65 por ciento), las mujeres blancas (61 por ciento) y los hombres blancos (48 por ciento). ??También en Brasil, la población blanca es 2,5 veces más rica que la negra. En Colombia 80 por ciento de las y los afrodescendientes viven en pobreza extrema.
Para hacer visible esta situación y promover abordajes integrales, la ONU declaró 2011 como el Año Internacional de las y los Afrodescendientes de la ONU, una decisión de la que también se hizo eco la Organización de Estados Americanos, OEA, a través de una resolución aprobada en su XL Asamblea General. Por otra parte, hay que recordar que el año 2005 se creó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la Relatoría Especial para los Derechos de los Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial, y en el ámbito de la Organización de Estados Americanos, OEA, se trabaja en la redacción de una Convención Interamericana contra el Racismo y toda forma de Discriminación e Intolerancia. Y es importante señalar que este año 2011 se cumple la primera década desde que fuera realizada la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, realizada en Durban, Sudáfrica, en 2001.
En sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, la Relatora sobre los Derechos de los Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial de la CIDH, María Guillén, habló acerca del rol, objetivos, aportes y actividades de la relatoría, señalando: “La CIDH tiene en el principio de no discriminación uno de los principales pilares de todo el sistema democrático, y es de todos sabido que las y los afrodescendientes en las Américas han sufrido históricamente el racismo y la discriminación, al igual que la invisibilidad con respecto a su propia existencia y a su identidad”.
Por su parte, la ex ministra de Cultura de Colombia, Paula Moreno, se refirió a la necesidad de que el Año Internacional de las y los Afrodescendientes traiga consigo una “transición sistemática de lo retórico a lo práctico… para pensar estratégicamente en la integración étnica afrodescendiente como un proyecto macro regional”. Asimismo, Epsy Campbell y Walter Robinson, copresidentes de la Comisión Nacional Afrocostarricense, se refirieron a la representatividad y participación política de las mujeres afrodescendientes, quienes buscan visibilizarse y ser ellas mismas “actoras protagonistas de una democracia nueva que las incluya”, en palabras de Campbell. Finalmente, representantes de organizaciones de la sociedad civil registradas ante la OEA coincidieron en el llamado a los Estados a la pronta aprobación de la Convención Interamericana contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia.
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Fuente: RSMLAC