Mujeres se movilizan para producir cambios profundos en la cooperación al desarrollo
La publicación decifras recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que, pese a un incremento durante el año 2009, los países donantes están muy lejos de entregar la ayuda prometida para el desarrollo. Organizaciones de mujeres están movilizándose a favor de cambios profundos en el sistema para que se atiendan mejor las necesidades de desarrollo y garantizar el respeto a los derechos de las mujeres. Las cifras de la OCDE muestran que en 2010 la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) proveniente de miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE fue apenas un 0.32 por ciento de su ingreso nacional bruto (INB) combinado – es decir, menos de la mitad del 0.7 por ciento de su INB que hace 40 años se comprometieron a aportar como AOD. Si hubieran cumplido esta promesa, 282 mil millones de dólares habrían estado disponibles para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible, afirma una declaración emitida porBetterAid (Mejor Ayuda), una plataforma abierta conformada por más de mil organizaciones de la sociedad civil (OSC). Uno de los principales fundamentos de la eficacia de la ayuda es la previsibilidad de la ayuda; esto significa que los planificadores del desarrollo necesitan la certeza de que los fondos prometidos de hecho estarán disponibles. Compromisos gubernamentales más sólidos y concretos para cerrar la brecha entre las promesas y los desembolsos, así como reformas profundas hacia un marco justo e inclusivo de cooperación al desarrollo,[1] son demandas centrales de la sociedad civil en camino al 4o. Foro de Alto Nivel (FAN4) sobre la Eficacia de la Ayuda, a realizarse en Busan, Corea del Sur, del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2011. Este foro liderado por la OCDE no sólo evaluará los progresos realizados a partir de laDeclaración de París (2005) y el Programa de Acción de Accra (PAA, 2008), sino también brindará la oportunidad de que los países se comprometan a una reforma más atrevida e integral de la cooperación al desarrollo. Es crucial que el movimiento de mujeres, las plataformas de la sociedad civil y activistas por los derechos humanos y la igualdad de género creen una fuerte presencia, colaboren e integren la igualdad de género y los derechos de las mujeres en el proceso hacia Busan, en el propio FAN4 y su resultado. ¿Por qué deben participar activistas por los derechos de las mujeres y la igualdad de género o profundizar su participación? Aunque el PAA incluyó en papel avances importantes respecto a la igualdad de género y los derechos humanos, queda mucho por hacer en cuanto a su aplicación y monitorización reales. Esto también subraya la importancia de contar con indicadores sensibles al género y específicos de género en relación con los resultados de la eficacia en el desarrollo. Los planes nacionales de desarrollo a menudo no reflejan los derechos de las mujeres ni la igualdad de género. La alineación con las prioridades de los países,[2] si bien deseable, puede tener impactos negativos en las vidas de las mujeres y obstaculizar el logro de compromisos clave para el desarrollo cuando se implementa en contextos políticos caracterizados por desigualdad de género y violaciones a los derechos humanos. Y aunque las prioridades de los países en desarrollo son clave, los planes de desarrollo deberían alinearse a acuerdos internacionales y regionales sobre derechos humanos e igualdad de género (incluyendo laPlataforma de Acción de Beijing y la CEDAW). A su vez, los donantes deben abstenerse de aplicar condicionalidades a las políticas[3] o condicionar su ayuda[4] explícita o implícitamente. La apropiación democrática implica que las voces y preocupaciones de mujeres y hombres son incluidas y centrales en los planes y procesos nacionales de desarrollo. Las OSC contribuyen significativamente a la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales, incluso las de género. A fin de preservar los roles estratégicos que ellas juegan, es necesario que las organizaciones de mujeres participen en los debates sobre la cooperación al desarrollo de modo que fondos previsibles, de largo plazo y diversificados estén disponibles para el trabajo a favor de los derechos de las mujeres. Esto también asegura que su experiencia y conocimiento se integren tanto en los debates como en las decisiones que están adoptándose. Se espera que al FAN4 en Busan asistan entre 1,500 y 2,000 personas delegadas de grupos interesados en el desarrollo, incluyendo alrededor de 300 representantes de OSC. Esto brinda oportunidades para desarrollar un marco legítimo de cooperación al desarrollo que incluya las visiones de múltiples partes interesadas y abordar decididamente los desequilibrios de poder en las relaciones entre donantes y ‘receptores’ que continúan socavando, entre otras cosas, la apropiación democrática y el derecho al desarrollo. Es imperativo que se escuchen y asimilen las voces de grupos defensores de los derechos de las mujeres y las de otras OSC. La historia ha demostrado que la mejor manera de lograr esto colectivamente es a través de alianzas. ¿En qué se diferencia la ‘eficacia en el desarrollo’ de la ‘eficacia de la ayuda’? Según la Declaración de París, la eficacia de la ayuda[5] se refiere a cómo y a quién se entrega la ayuda, y a la relación entre donantes y receptores. La eficacia en el desarrollo es un concepto mucho más amplio que aún está siendo debatido. Desde la perspectiva de las OSC, incluye el impacto de las acciones de los actores del desarrollo sobre las vidas de las personas; también examina las causas y síntomas fundamentales de la pobreza, desigualdad, marginación e injusticia.[6] Las OSC, incluyendo organizaciones de mujeres, han estado pugnando por que el discurso de la eficacia de la ayuda cambie hacia una perspectiva de derechos humanos en la cooperación al desarrollo[7] y la eficacia en el desarrollo. Hay una necesidad urgente de pasar del proceso irreflexivo a una discusión política sobre cómo asignar y distribuir recursos que tengan un impacto positivo real en las vidas de todas las mujeres y todos los hombres. Las OSC involucradas en cuestionar los procesos de París y Accra[8] están promoviendo una visión según la cual no hay eficacia de la ayuda sin eficacia en el desarrollo. Esto significa que la igualdad de género, los derechos humanos, la justicia social y la sostenibilidad del medio ambiente deben reconocerse como cruciales para la eficacia en el desarrollo y, por ende, la cooperación al desarrollo. ¿Cómo están las OSC, particularmente las organizaciones de mujeres, influyendo en los espacios de la cooperación al desarrollo?[9] Varios espacios donde se están debatiendo la cooperación al desarrollo y las políticas de desarrollo permiten diferentes niveles de participación a las OSC. El Grupo de los 20 (G20), por ejemplo, es el foro menos abierto a la participación de las OSC y su naturaleza auto-seleccionada carece de legitimidad para adoptar decisiones que afectan las vidas de la gente en todo el mundo. El Grupo de Trabajo sobre Eficacia de la Ayuda (GT-EA) – el órgano del CAD-OCDE responsable de monitorizar la aplicación de la Declaración de París y el PAA y que también rendirá informe en el FAN4 – otorgó membrecía a las OSC a través de la plataforma BetterAid después del 3er. Foro de Alto Nivel (FAN3) sobre la Eficacia de la Ayuda, celebrado en Accra en 2008. Sin embargo, el GT-EA aún está lejos de lo que las OSC han estado exigiendo y sólo incluye a un grupo selecto de países en desarrollo. En contraste con el proceso de eficacia de la ayuda liderado por la OCDE, el Foro sobre Cooperación para el Desarrollo (FCD) de las Naciones Unidas es un foro bienal, dentro del Consejo Económico y Social (ECOSOC), que trabaja para apoyar y mejorar la aplicación de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluyendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio, mediante la promoción del diálogo. El hecho de que el FCD incluye a múltiples partes interesadas, además de su fuerte enfoque en el diálogo y su representación equitativa de naciones tanto desarrolladas como en desarrollo, lo convierten en un espacio singular.[10] El folleto de AWID ‘El camino a Corea 2011’ señala que “las OSC ven al FCD como una oportunidad para establecer una estructura multilateral equitativa para determinar las políticas y prioridades para los donantes y los gobiernos de los países en desarrollo – aun cuando los mecanismos para una participación abierta y participativa necesitarían ser revisados, en especial en lo relativo a la participación de las OSC, incluyendo las organizaciones por los derechos de las mujeres” (pág. 16). El Grupo de Trabajo de Mujeres sobre Financiación para el Desarrollo (WWG on FfD, por sus siglas en inglés), una alianza conformada principalmente por organizaciones y redes de mujeres que aboga por el avance de la igualdad de género y el empoderamiento y los derechos de las mujeres, ha estado participando de manera activa en el proceso del FCD. La plataforma BetterAid también considera que el FCD es un espacio importante y participa en él. El camino al FAN3 en 2008 marcó el inicio de una ronda de consultas por parte de organizaciones de mujeres en todas las regiones y la promoción de alianzas entre OSC, lo cual propició algunos progresos en la igualdad de género. Sin embargo, los avances en lenguaje fueron socavados por la ausencia de nuevas metas o de compromisos con plazos fijos para medir los progresos en cuanto a estas acciones. Algunas áreas clave – incluyendo trabajo decente, condicionalidad de las políticas, ayuda condicionada, responsabilidad mutua y reforma del sistema de gobernanza de la ayuda – quedaron fuera o se abordaron de manera insuficiente.[11] De modo que el trabajo relacionado con políticas, gestoría y defensa por parte de grupos defensores de los derechos de las mujeres y otras OSC continuará en el camino hacia el FAN4 en Busan y durante éste. Muchas OSC se han unido[12] a la plataforma BetterAid coordinada por el Grupo Coordinador de BetterAid (BACG), cuya meta abarcadora es monitorizar los acuerdos internacionales sobre la eficacia de la ayuda, tales como la Declaración de París y el PAA (con énfasis específico en asuntos de apropiación democrática) e influir en ellos. También procura ampliar la agenda política del PAA hacia la eficacia en el desarrollo y una reforma sustancial de la estructura de la ayuda internacional. En cooperación con el Foro sobre la Eficacia del Desarrollo de las OSC, BetterAid ha desarrollado mensajes y propuestas clave de las OSC en camino a Busan. Grupos de mujeres[13] dentro del BACG también están trabajando para fortalecer la posición del género y alentando una participación más amplia de activistas por los derechos de las mujeres de todas las regiones en el proceso. Durante una reciente reunión estratégica internacional[14] en Nueva York, aproximadamente 20 organizaciones de mujeres y activistas por la igualdad de género y los derechos humanos de diversas regiones compartieron información sobre el proceso y explicaron lo que está en juego para los derechos de las mujeres. Elaboraron estrategias acerca de cómo promover una perspectiva de igualdad de género y derechos de las mujeres en los debates sobre la cooperación al desarrollo, además de discutir lo que esperan lograr en el FAN4 y después de éste. En seguimiento a esta reunión, los grupos de mujeres dentro del BACG convocarán a la consulta internacional sobre cooperación al desarrollo, derechos de las mujeres e igualdad de género denominada ‘De nuevo en el camino: Visiones y estrategias feministas hacia Busan y más allá’, que se realizará el 9-10 de junio de 2011 en Bruselas, Bélgica, y cuya anfitriona será la Red WIDE. Un espacio para intercambiar información sobre la agenda de la eficacia de la ayuda y los procesos conexos, particularmente desde la perspectiva de la igualdad de género y los derechos de las mujeres, ha sido creado a través de la lista electrónica de grupos de Google auspiciada por AWID: the-road-to-accra-and-beyond@googlegroups.com. Si quieres suscribirte a la lista, escribe a aabelenda@awid.org. Notas: Por Ana Inés Abelenda y Anne Schoenstein Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 27 de mayo de 2011. Traducción del inglés: Laura E. Asturias. Título original: ‘Women mobilizing for profound changes in development cooperation’.