MÉXICO: Sumergida en la oscuridad de la trata de mujeres
El economista mexicano Javier Morlett hizo prácticamente a un lado su vida para dedicarse a dar con el paradero de su hija Adriana, desaparecida desde el 6 de septiembre de 2010. Desde entonces presentó denuncias ante las autoridades y organizó marchas y campañas.
Adriana Morlett, quien vive en la capital mexicana junto a su hermano menor, Javier, y una prima, desapareció luego de prestar un libro en la biblioteca de la UNAM. Sospechosamente, el volumen fue devuelto clandestinamente a ese acervo días después.
La Organización Internacional para las Migraciones define la trata como "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras fuerzas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación".
"Es una actividad multifactorial y transversal. Hay muchas formas de enganche. La ciudad de México es punto de tránsito, pues es una minoría la que se queda, especialmente para explotación sexual", explicó a IPS Miguel Ortega, presidente del autónomo Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos (CAM).
En México, unas 20.000 personas son víctimas de la trata anualmente, según el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas han identificado al menos 47 bandas dedicadas a esta actividad criminal y que mezclan ese tráfico con el de indocumentados y drogas.
En América Latina esa cifra es de 250.000 personas, con una ganancia estimada de 1.350 millones de dólares para las bandas, según estadísticas de la mexicana Secretaría (ministerio) de Seguridad Pública.
Organizaciones como la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe calculan que más de cinco millones de ellas han sido atrapadas por esas redes criminales y otros 10 millones se encuentran en peligro de caer en ellas.
La Coalición busca a 20 mujeres, jóvenes e infantes mexicanos desaparecidos y emitió el 1 de octubre pasado una ficha roja sobre el caso Morlett. Además, ha ayudado a localizar a 48 personas en la región.
Para materializar la pista venezolana, Javier Morlett acudió este miércoles a la embajada venezolana en México para que sus autoridades procedan a localizar a Adriana, rescatarla y desbaratar el aparato que la retiene.
No es el primer caso de una mexicana que es traficada hacia Colombia y Venezuela. Una estudiante de 20 años, oriunda del sudoccidental estado de Michoacán y que estudiaba en el cercano Puebla, fue "fue enganchada" y desapareció en mayo.
Días después fue ubicada en la frontera colombiana con Venezuela y fue rescatada. Pero cuando se encontraba en el aeropuerto de Bogotá para abordar un avión rumbo a México en compañía de su progenitor, escapó y su pista se perdió.
En la última década desaparecieron 676 mujeres, de las cuales 64 por ciento oscila entre 10 y 24 años de edad, según el Registro Nacional de Personas Extraviadas de la Secretaría (ministerio) de Seguridad Pública de México.
En México existe desde 2007 la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y en enero pasado el gobierno lanzó el Programa Nacional en la materia.
En la capital mexicana, 106 personas han sido enjuiciadas por este delito y el año pasado se procesaban 40 investigaciones y se obtuvieron sólo tres sentencias, según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal capitalino. Entre 2009 y 2010, 61 mujeres fueron rescatadas de las redes que controlan ese comercio ilícito.
"Las víctimas no están logrando un acceso expedito, oportuno y eficaz a los recursos jurídicos", denunció Ortega, cuya organización pertenece al Observatorio contra la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual en el Distrito Federal y que difundió recientemente su informe "Respeto de los derechos humanos en caso de trata de personas".
"Es urgente que se realice un diagnóstico que contemple a todos los involucrados en el sistema proxeneta, desde víctimas, mujeres prostituidas (sexoservidoras, en activo que no se consideren víctimas), victimarios y de manera importante a los clientes que sin su presencia no podría explicarse el fenómeno de la explotación sexual comercial", planteó el informe del Observatorio.
"Voy a recuperar a mi hija y voy a reintegrarla a la sociedad. Su integración va a ser compleja, necesitará ayuda especializada", aseguró Morlett.
*/Atención editores: este despacho elimina a pedido de la fuente los párrafos cuatro, cinco, 15 y 16 de la nota transmitida a la hora 16:13 GMT.
Por Emilio Godoy
Foto Adriana Morlett
Crédito: Cortesía Javier Morlett
Fuente: IPS