Militarización y prácticas de las DIN (mujeres de negro)
La militarización
Existen hechos muy evidentes, como el aumento de los gastos militares, mientras se recortan los presupuestos para la salud, la educación, las actividades asistenciales, la prevención social, el medio ambiente, la cultura; nuestro país hoy ocupa el 8º puesto por los gastos militares y está involucrado en 27 misiones en el extranjero. En Italia hay 110 instalaciones militares-bases USA/OTAN, algunas con cabezas nucleares; en los últimos tiempos se ha construido una nueva en Vicenza.
La presencia militar contamina el medio ambiente en los lugares de guerra y también en las instalaciones militares (bases y polígonos de tiro), el cielo y el mar.Italia está involucrada en la producción, venta y tráfico de armas (Italia está entre los primeros cinco puestos en el mundo por la exportación de armas) incluso hacia países en conflicto del Sur, ayudado por los acuerdos bilaterales de cooperación y seguridad, como aquellos establecidos con Israel y Libia. Existe también una militarización en el interior del país: se militarizan las costas y las fronteras; el miedo y la hostilidad hacia la presión que ejerce la migración hacen inhumana y feroz la represión hacia los migrantes, y el Mar Mediterráneo se convierte en un área de conflictos y cada vez más en una tumba para los que escapan de la pobreza y las guerras de las cuales muchas veces somos también co-responsables.Este modelo militar represivo se adopta también para la “seguridad interna”: por ejemplo se viene usando el ejército para funciones de orden público en los mercados de las ciudades; los vertederos sin fin de la zona de Nápoles son vigilados por los militares, vetados a los ciudadanos en cuanto que son definidas como zonas protegidas de secreto militar; después del terremoto que hace dos años destruyó la ciudad de L’Aquila, la ciudadanía ha sido alejada de sus propias viviendas y colocada en campamentos provisionales controlados por los militares. El hecho de disentir se ve reprimido y tratado como un problema de orden publico.Junto a las cámaras instaladas en nuestras ciudades, la deplorable situación de monopolio y censura de los medios de comunicación de masas nos recuerda cada día que somos ciudadanas con derechos limitados.
Nuestras prácticas
En esta fase de nuestro recorrido político nos hemos dado cuenta de que no podemos seguir dedicándonos exclusivamente de los temas y las prácticas habituales, sino que debemos ocuparnos también de nuestro país junto a las mujeres de otras asociaciones y colectivos. En definitiva hemos asumido con conciencia que nuestro país se ha convertido en un lugar similar a los “lugares difíciles” a los cuales hemos dedicado nuestra atención en todos estos años. No obstante las dificultades de la situación económica y política actual, no obstante la crisis de los movimientos pacifistas, pero a sabiendas de los limites de nuestra RED, continuamos con nuestras prácticas afirmando nuestras acciones a partir de la realidad en la cual vivimos; nuestra práctica política se basa partiendo de nosotras y de la re-lectura de nuestras experiencias contrastadas con mujeres del grupo y de la RED, también a través de reflexiones nacidas de lecturas compartidas: buscamos desarrollar un libre pensamiento que tiene origen en el deseo de cada mujer de darse la palabra para salir de la insignificancia en la cual se ha visto constreñida.Además de las vigilias/concentraciones periódicas con panfletos, organizamos encuentros en escuelas o dirigidos a la ciudadanía para denunciar, informar, educar, en particular a través de testimonios directos. Intentamos ocupar espacios de palabra que se van reduciendo y de dar voz sobre todo a mujeres que están en busca de la paz. Intentamos también hacer red y construir recorridos compartiendo con otras organizaciones en particular de mujeres, pero también mixtas en algunos casos, con las cuales compartimos objetivos parciales o generales; así creamos relaciones e intercambios importantes y duraderos, como la relación con las mujeres de Vicenza que hace años están comprometidas en la lucha contra la construcción de una nueva base militar de Estados Unidos o aquel con las mujeres y los hombres que en Nápoles y alrededor están luchando para impedir la devastación de su propio territorio (y salud), impuesta manu militari, por una insensata e ilegal gestión de la basura de media Italia, o el movimiento que, en Novara (ciudad del norte), está luchando para impedir la construcción de los cazabombarderos F35.
Temas en los cuales estamos comprometidas
Nosotras protestamos contra el alza de los gastos militares, la industria bélica, las misiones militares disfrazadas de intervenciones humanitarias, el continuo recurso a soluciones militares frente a situaciones de conflicto (por ejemplo Libia ahora), la militarización del territorio, las políticas de seguridad, el rechazo de migrantes que intentan llegar a nuestro país y la reducción de la cuestión migratoria a un problema de orden público. Denunciamos también la violencia contra las mujeres, reflexionamos sobre el lenguaje denunciando la peligrosidad de un lenguaje machista y sexista.Buscamos relaciones de convivencia y acogida, participación, solidaridad.
Intentamos ser responsables y cuidar este mundo nuestro con la defensa del medio ambiente y de los bienes comunes, con el rechazo del nuclear (civil y militar) y decimos NO A LA GUERRA, NO AL LIBERALISMO.
Fuente: Mujeres.net