junio 28, 2011
En su 17º período de sesiones, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en su sede en Ginebra, aprobó el 17 de junio de 2011 una histórica resolución presentada por Sudáfrica, relativa a “DD.HH., orientación sexual e identidad de género”.
Este documento, que fue respaldado por los movimientos de la diversidad sexual de todo el mundo, logró la aprobación con 23 votos, mientras que se registraron 18 en contra más 3 abstencione.
La iniciativa, que da respuesta a una demanda histórica del movimiento de minorías sexuales a nivel mundial, fue aprobada con 23 votos a favor, 18 y en contra y tres abstenciones.
Apoyaron: Argentina, Bégica, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Francia, Guatemala, Hungría, Japón, Mauricio, México, Noruega, Polonia, República de Corea, Eslovaquia, España, Suiza, Ucrania, Tailandia, Reino Unido, Estados Unidos y Uruguay.Rechazaron: Angola, Bahrain, Bangladesh, Camerún, Djibouti, Gabón, Ghana, Jordania, Malasia, Maldivas, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Qatar, Moldavia, Federación Rusia, Arabia Saudita, Senegal, Uganda. Se abstuvieron: Burkina Faso, China, Zambia La importancia de este documento reside en que sostiene los principios de la Declaración Universal de DDHH para afirmar que toda violación contra los derechos de las personas por su orientación sexual e identidad de género, atenta contra estos principios de valor universal, y por lo tanto reconoce que toda persona puede y debe gozar de todos los derechos y libertades, sin distinción de ninguna clase.
Esta es la primera resolución de la ONU que enfoca específicamente las violaciones de derechos humanos sobre la base de orientación sexual e identidad de género, demostrando la preocupación acerca de los actos de violencia y discriminación basados en esas consideraciones.
A partir de la fuerza política de este paso adoptado en el Consejo, se otorga un gran respaldo a las y los defensores de derechos humanos que trabajan en temas de la diversidad sexual, y también un reconocimiento de la legitimidad de su trabajo desempeñado en las últimas décadas.Finalmente, el Consejo de Derechos Humanos acordó solicitar al Alto Comisionado de DD.HH. de la ONU que se elabore un estudio a nivel mundial acerca de las leyes y prácticas lesbofóbicas, homofóbicas y transfóbicas, y el uso de la legislación internacional para erradicar este problema.