julio 02, 2011

Mujeres indígenas luchan contra “rezagos mentales”

Las mujeres indígenas que aspiran o llegan a cargos de poder en sus comunidades se enfrentan a “rezagos mentales” y estereotipos de género por parte de la población masculina que considera que ellas “no deben abandonar el hogar”, consideran especialistas.

“Las mujeres temen participar en la política o el servicio público por miedo de ser blanco de ataques cuando están dentro de ese ámbito mayoritariamente masculino. Una mujer indígena que incursiona en el ámbito público no es respetada aun cuando realice el mismo trabajo que un hombre”, explica Margarita Dalton, directora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), zona Istmo.La académica aclara que tanto en zonas mestizas como indígenas existe un “techo de cristal” que impide a las mujeres llegar a cargos públicos. “No se puede pasar. Nada más hay que revisar el número de diputadas, funcionarias o secretarias en relación con los cargos que son ocupados por los hombres”, subraya.En cuanto a la situación política de las comunidades indígenas de Oaxaca, Dalton considera que “muchas mujeres” no han recibido su oportunidad de participar no por falta de capacidad, sino por el dominio que ejercen los partidos políticos a pesar de que la asamblea comunitaria las haya elegido. CARGOS FEMENINOSDe acuerdo con la Secretaría General de Gobierno del estado de Oaxaca, de los 570 municipios que componen el estado, 17 están gobernados por mujeres.En la entidad hay 418 municipios regidos por el principio del derecho consuetudinario (usos y costumbres). En cinco de ellos gobierna una mujer. Según sus perfiles, dos son profesionistas; dos, amas de casa, y una es prestadora de servicios.En los 152 municipios regidos por el sistema de partidos políticos, 12 son gobernados por mujeres. El PRI postuló a seis; cinco el PRD, y el PAN sólo tiene una presidenta municipal.
En el 2001 se eligieron a 53 concejales propietarias, cuatro de ellas como alcaldesas. En general, hace 10 años las indígenas oaxaqueñas ocupaban cargos representativos en 40 municipios, casi el doble respecto al trienio anterior (1998-2001).DEFENSA DE LOS USOS Y COSTUMBRESMargarita Dalton, fundadora del Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos, advierte que es un “estigma” considerar que el principio de usos y costumbres impide a las mujeres ejercer cargos de gobierno en sus comunidades.En el mismo sentido se expresa la etnóloga e investigadora independiente en Oaxaca, María Cristina Velásquez, quien afirma que es un “mito” que el sistema consuetudinario sea antidemocrático y vulnere los derechos de las mujeres. Explica que en las comunidades regidas por el principio de usos y costumbres hay variables sociales que definen la participación política de las indígenas. Así, la especialista en sistemas normativos en Oaxaca y Chiapas vinculados a género, detalla que existen dos situaciones extremas.

Por una parte, en el 18 por ciento de las comunidades que se rigen por derecho consuetudinario las mujeres no cuentan con cargos públicos, no votan y carecen de procesos autogestivos o de organización social y productiva.En el otro extremo, precisa, hay municipios donde las mujeres no sólo ocupan posiciones dentro del escalafón de servicios y cooperaciones comunitarias, sino que además están organizadas o cumplen cargos de representación política en sus ayuntamientos.

Por Patricia Briseño, corresponsal
Fuente: Cimac

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