diciembre 26, 2008

Peligro en las calles "Las mujeres egipcias luchan contra el acoso sexual público"

Últimamente, las mujeres en las calles de Egipto han estado bajo agresión; amenazadas por miradas, por palabras y por ataques físicos. A medida que más mujeres egipcias reclaman la libertad y el poder de ingresar a la esfera pública, se enfrentan a una creciente ola de acoso sexual público.

Esta tendencia llamó súbitamente la atención mundial en 2006, cuando videos caseros mostraban a multitudes de hombres que rodeaban y manoseaban a mujeres durante un festival religioso. Estos videos fueron compartidos en Internet para que el mundo fuera testigo.

Los objetivos no están limitados a un grupo específico. Mujeres de todas las edades y clases son blanco de conductas obscenas, incluso aquellas que se visten modestamente con el velo.

Los expertos plantean muchas explicaciones: la explosión de material sexual fácilmente disponible, la falta de educación sobre sexo y sexualidad y la economía egipcia. Debido al alto costo de vida, las parejas se ven forzadas a esperar para casarse, lo que conduce, según algunos, a que se incremente la frustración sexual en una porción de la población masculina.

Sea cual sea la causa, las mujeres tienen miedo de denunciar el acoso a la policía, preocupadas de ser ignoradas o, peor, culpadas por sus ataques.

El Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres declaró esta situación como "un cáncer social". Su campaña contra el acoso sexual público lucha para hacer cumplir las leyes existentes que protegen a las mujeres, crear nueva legislación y romper el silencio que rodea a este tema tabú.

IMOW habló con Engy Ghozlan, coordinadora de proyecto del Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres.

¿Cómo se involucró en la campaña contra el acoso sexual?

Por la calle, oyes comentarios como: "perteneces al hogar", "no deberías estar en la calle". Me tomó años reconocer que la depresión que tenía cada vez que caminaba por la calle se debía a que no estaba actuando, simplemente estaba callada.

Para mí, era una cuestión de ya no voy a ser víctima de ninguna violencia sexual. Sentí que era el momento de pasar de ser víctima a ser alguien que se ayudara a sí misma y a las demás a sobrevivir todos los días en la calle. Puede que no sea capaz de detenerlo yo sola, pero al menos hablar de ello verdaderamente me dio el poder de sentir que ya no voy a estar triste, sé que estoy haciendo algo y eso es suficiente para mí hasta que llegue el día que pueda ver una legislación que nos proteja en la calle a mí y a las otras chicas.

¿El acoso sexual se da en distintos escenarios? Ocurre en la calle, pero ¿también en los hogares y en las escuelas?

Sí, también ocurre en las casas, ocurre en las escuelas y universidades, ocurre, por supuesto, en los lugares de trabajo. A las chicas que tienen que trabajar en tiendas o restaurantes, los dueños las usan sexualmente. Están seguros de que ella no se puede ir, y ella no puede contárselo a nadie porque es su reputación la que está dañando.

Las chicas a veces enfrentan el acoso sexual por la calle. Si se detuvieran y le dijeran al tipo "¡no hagas esto!" o "¡me estás atacando!", muchas veces la gente por la calle no apoya a la chica; de hecho, la culpan.

En Egipto, si una chica va a una estación de policía, la gente empieza a murmurar. Así que las chicas no pueden ir a la policía, no pueden hablar sobre esto. Nuestra primera idea fue romper el silencio y permitir que las chicas empezaran a hablar.

¿Es difícil hacer eso en una cultura donde no se habla mucho sobre la sexualidad en general?

Cuando empezó la campaña, hablar sobre acoso sexual o cualquier cosa de naturaleza sexual era tabú. Existía esta negación por parte de las chicas, decían que no lo sufrían, pero cuando hablabas con ellas alejándote un poco de las palabras sexuales, empezaron a escribir, y lo que escribían era horrible.

Estamos muy felices de que, finalmente, la gente esté hablando sobre algo relacionado con su sexualidad o con sus cuerpos. Encontramos montones de chicas que se culpaban a ellas mismas por el tema. Las chicas pensaban que la razón por la que estaban siendo acosadas era su cuerpo y porque su cuerpo era hermoso, sin importar si usaban un velo o cubrieran sus rostros o no.

Parte de su campaña es apuntar a ambos lados; ustedes tratan de crear conciencia tanto entre los hombres como entre las mujeres. ¿Han visto cambios en los hombres con los que han trabajado?

Cuando les preguntas a los muchachos "¿por qué acosas?", obtienes una respuesta muy estúpida. Tienen esta idea de que a las chicas les gusta ser acosadas, al menos verbalmente, porque les da la impresión de que son lindas, de que son hermosas, y los muchachos piensan que esto es algo que a las chicas realmente les gusta.

Pero ahora algunos de ellos dicen: "Pienso en mi hermana, pienso en mi mamá. ¿Qué pasa si mi mamá va caminando por la calle y alguien la toca? Me sentiría herido, tendría miedo por ella. Tendría ganas de protegerla. Y quizás, si lo pienso de otro modo, si me imagino que cualquier mujer en la calle podría ser alguien de mi familia, eso realmente me haría cambiar".

Para la gente que practica algo como esto durante mucho tiempo, simplemente crear conciencia no es suficiente para cambiar su comportamiento. Necesitas cambiar las circunstancias alrededor de esa conducta. La circunstancia que ahora está en nuestras manos es cambiar la ley.

La situación económica que permitiría a los hombres casarse más pronto y verdaderamente empezar una vida, encontrar trabajo y encontrarse a sí mismos y tener potencial no es algo que puedo garantizar en el corto plazo. Lo que puedo decir es que, si tuviéramos una legislación junto con un cambio en la situación económica y social, quizás un día cercano veremos un cambio en el comportamiento.


Fuente: International Museum of Women

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in