noviembre 13, 2009

Pedagogías de la sexualidad

Fueron realizados en Buenos Aires y Santiago de Chile dos talleres de capacitación para docentes universitarios activos en el campo de las sexualidades y el género, como conclusión de una investigación internacional sobre la incorporación del género y las sexualidades en la currícula universitaria de países de América Latina, África y Asia. Se busca generar condiciones para que los conocimientos y la reflexión sobre estas temáticas lleguen a nuevas generaciones de estudiantes en variadas disciplinas. El CLAM escuchó a especialistas latinoamericanos involucrados en esta experiencia.

Cómo enseñar sexualidad y género en la Universidad

En 2005, con apoyo de la Fundación Ford, se constituyó un equipo internacional cuyo objetivo fue desarrollar investigaciones sobre la entrada del género y las sexualidades en la formación universitaria en cinco países de América Latina, África y Asia. La tarea inicial del proyecto, según expusieron Teresa Valdés (CEDEM-Chile) y Mario Pecheny (UBA-Argentina), fue construir un mapa de instituciones y docentes universitarios que desarrollan docencia e investigación sobre género y sexualidades, además de identificar barreras u obstáculos para la integración de esas temáticas en las universidades.

Para ello, fue fundamental conocer el marco más amplio de relaciones políticas, culturales y sociales en las que las universidades se insertan en cada país. Se propuso indagar qué tópicos son abordados, en el marco de qué escuelas de pensamiento, y qué metodologías, teorías y prácticas son utilizadas en la enseñanza de la sexualidad y el género. De modo comparado se exploraron también cuáles pueden ser las estrategias más eficaces para vencer las limitaciones existentes para integrar el estudio de las sexualidades en los planes de estudios universitarios.

El proyecto contó con la colaboración de centros de estudios de los cinco países participantes. En América Latina fueron tres unidades académicas mexicanas, el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (Colegio de México), de la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad de Guadalajara; dos argentinas, el CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad) y el Instituto Gino Germani-UBA; y en Chile FLACSO y luego CEDEM (Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer), además de ESE:O, que proveyó la plataforma online de la investigación. En China participaron la Universidad Fudan, la Universidad Harbin de Ciencias Médicas y el Instituto de Investigación en Género y Sexualidad de la Universidad Renmin; y en Sudáfrica el Instituto Africano de Género de la Universidad de Ciudad del Cabo y la Unidad de Género y Desarrollo de la Universidad de Kwazulu-Natal.

Un objetivo ulterior del mapeo, según refirió Mónica Gogna (CEDES-Argentina), fue ayudar a generar una masa crítica de académicos informados en las humanidades, ciencias sociales, medicina y derecho, apuntalar el desarrollo de currícula en temas de género y sexualidades, que a su vez se traduzca en transformaciones sociales y políticas.

En su primera etapa, la investigación reveló las carencias y dificultades que existen en las universidades de los países del sur en este campo, siendo una de las principales barreras la falta de herramientas pedagógicas para el abordaje de estas temáticas. Teresa Valdés, quien coordina la iniciativa en Chile, explicó que fue utilizado el enfoque de la investigación-acción. “A partir del diagnóstico de la situación de la enseñanza sobre género y sexualidades en la currícula universitaria, se decidió elaborar material bibliográfico para la docencia en estas materias y entregar herramientas metodológicas a docentes universitarios con experiencia en el dictado de cursos o clases en estas materias”. Se propuso, además, favorecer el intercambio entre docentes.

Los talleres en Chile y Argentina

A partir de ese diagnóstico y con el objetivo de proveer herramientas pedagógicas para el abordaje de estas temáticas, los talleres realizados en Chile y Argentina buscaron fortalecer las capacidades de docentes activos en el campo de las sexualidades y género, para que ellos a su vez multipliquen este esfuerzo. Ambos talleres convocaron a profesionales de diversas provincias y regiones. En Argentina el taller tuvo lugar en Buenos Aires, organizado por el equipo del CEDES y del IGG-UBA. Los docentes chilenos se dieron cita en Santiago, donde el taller fue organizado por el equipo del CEDEM, con la colaboración de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y del Programa Magíster en Familia la Universidad del Bio-bío, de Concepción. Los talleres contaron con 50 participantes en Argentina y 20 en Chile.

El taller de Buenos Aires estuvo a cargo de Jane Bennett (IAG-UC) responsable del proyecto en Sudáfrica, mientras que en Santiago la invitada a dictar el taller fue Vera Paiva, de la Universidad de São Paulo, Brasil. Ambas docentes-investigadoras cuentan con extensas trayectorias en el desarrollo de metodologías pedagógicas en el campo de la sexualidad. Las expertas presentaron abordajes metodológicos y técnicas de intervención basadas en el intercambio y generación de conocimiento involucrando subjetivamente a docentes y estudiantes. Las y los asistentes en su gran mayoría contaban con experiencia en el dictado de cursos o clases en materias de sexualidades y género, con lo cual se partió de un compromiso intenso con las temáticas, que a su vez permitió un grado significativo de profundización. El resultado en ambos casos fue un diálogo fructífero donde se plantearon no sólo desafíos teóricos, sino también la búsqueda necesaria de herramientas para avanzar en la equidad de género y el ejercicio libre de la sexualidad.

En el taller de Santiago, Teresa Valdés se refirió a los objetivos de la investigación y entregó una síntesis de sus resultados. La experta reveló, por ejemplo, que en Chile 33 universidades (de 61) ofrecen cursos sobre género y/o sexualidades, entre grado y postgrado, en su mayoría, electivos. “En algunos casos, son módulos dentro de otros cursos. Los cursos se dictan principalmente en ciencias sociales. Pocos cursos tienen permanencia a lo largo del tiempo y la mayoría se realizan por iniciativa e interés de las/os propias/os docentes”, indicó la profesional, quien además mencionó carencias y dificultades de acceso a recursos bibliográficos en las universidades.

José Olavarría (CEDEM), uno de los organizadores del taller chileno, destacó “la gran variedad de recursos metodológicos empleados y utilizados por las y los académicos presentes, quienes tuvieron la oportunidad de presentar lo que estaban haciendo en un clima de gran receptividad y disposición”. De hecho todos se habían preparado para exponer sus experiencias. Olavarría explicó que en la síntesis final del taller las actividades que cada participante desarrollaba en su universidad adquirieron sentido bajo una mirada común. También destacó la gran variedad de personas que participaron del taller. “El intercambio de experiencias, tanto de regiones como de Santiago, fue muy rico e interesante, así como la diversidad de edades. Había personas con experiencias académicas de 20 a 30 años y otras con 7 a 8 años. Este intercambio no se da regularmente. También quedó clara la diversidad de experiencias, donde cada una cuenta con particulares propias que las hacen muy interesantes”.

Mario Pecheny, uno de los organizadores del taller en Argentina, comentó el avance que significó, con la excusa de contar con una visita como la de Jane Bennett, “la oportunidad de que muchas y muchos profesionales de distintas áreas pudiéramos encontrarnos y darnos cuenta de lo aislados que trabajamos, cada uno/a en su especialidad”. Esa conclusión es consistente con el trabajo de sistematización logrado por el proyecto. Para Mónica Gogna, “las entrevistas, tanto grupales como individuales, revelaron que para muchas universidades contar con cátedras sobre sexualidad no da prestigio, no legitima. En la mayoría de los casos son cursos optativos y sus integrantes son en su mayoría mujeres vinculadas al feminismo”, indicó. Las fuentes del proyecto indicaron que en ese sentido el caso chileno es bastante similar. A su juicio, una de las alternativas para avanzar en este tema consiste en transversalizar estas materias, dado que “se pueden apreciar prejuicios sexistas, clasistas y homofóbicos”. Gogna sostiene que encarar este desafío es difícil, ya que en Argentina hay carreras muy cortas, por lo que no es tan simple ‘infiltrar’ la malla curricular.

Expectativas y proyecciones

Para Mario Pecheny, la investigación y los talleres permitieron conocer con mayor profundidad los desafíos para la promoción de los derechos humanos con relación al género y la sexualidad en el ámbito educativo y en la formación de profesionales sensibles a estas problemáticas. Aun cuando la apuesta de más largo aliento esté atada al financiamiento, a coyunturas institucionales y a climas políticos, “si se instala esta perspectiva de derechos, se ha logrado instalar una semilla que se renovará cada año”, precisó.

Asimismo fue enfático en reconocer que en este proyecto internacional, el diálogo sur-sur sostenido durante cuatro años demostró la escasa conexión de América Latina con el resto del mundo sin la mediación de agencias metropolitanas. “América Latina tiene mucho que ofrecer a África y la idea es continuar el intercambio de estudiantes y profesores, promover la inserción universitaria y optimizar la sinergía positiva que resultó de este proyecto”.

En la misma línea, Mónica Gogna, consideró que uno de los principales beneficios de este proyecto ha sido el intercambio entre colegas de México, Argentina y Chile con Sudáfrica. “Sudáfrica ha sido una muy grata sorpresa, ya que hay similitudes en la lucha por los derechos humanos en tiempos de dictadura y el entusiasmo inicial por la democracia”, contó. Como proyección de esta experiencia, considera que se puede hablar de una capacidad instalada con posibilidades reales de comunicación en toda la región y, ahora también entre continentes.

Vera Paiva planteó que sería deseable realizar un proyecto similar en el Brasil, con énfasis particular en las carreras de grado de psicología. Existen muchos trabajos y proyectos desarrollados independientemente en cada país, por lo cual “vale la pena rescatar las singularidades del contexto latinoamericano, donde hay muchos elementos en común y el diálogo puede llegar a ser muy provechoso”, dijo. A través de su experiencia profesional, Vera ha podido observar ago que es común a toda la región: el sexismo que atraviesa todas las culturas colonizadas por europeos cristianos. “Lo que nos distingue es una tradición colonial”, que ella propone explorar.

Para la experta, estamos saliendo de la reflexión crítica y descripción de cómo el género se encarna en el mundo para pasar a decidir los procesos de trabajo que ayudan a las personas a superar las desigualdades de género. “Este es el momento de traducir las narrativas del VIH/Sida, por ejemplo, a experiencias prácticas”, donde la reflexión crítica o la descripción sirvan para generar técnicas de intervención adecuadas a contextos sociales específicos.

Por último, Teresa Valdés comentó que el trabajo en colaboración entre los países del sur y de los tres países participantes en América Latina permitirá entregar más recursos pedagógicos y fortalecer los contactos entre quienes realizan docencia en las universidades. En efecto, en los próximos meses se publicarán los resultados de la investigación en Chile; un texto con artículos acerca de los cinco países participantes en español; y una recopilación de textos-clave en formato electrónico, útiles para la enseñanza de género y sexualidad en las universidades.


Fuente: Clam

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in