Público y privado. Republicanismo y feminismo académico
El feminismo académico contemporáneo es un movimiento amplio y heterogéneo, con grandes aciertos, obvio es decirlo, y algunos desaciertos, a veces, grandes también. Una parte muy importante de sus aciertos tiene que ver con la recuperación de la centralidad institucional de la “familia” para la reflexión política.
- Familia y filosofía política
La filosofía política como disciplina académica se ha interesado en el último siglo sobre todo por cuestiones relacionadas con el Estado y las relaciones del Estado con la Sociedad Civil (ciudadanía, partidos políticos, justicia distributiva, etc.). Lo que resulta un tanto sorprendente, habida cuenta de la importancia de la Familia en toda la tradición filosófico-política occidental. El primer libro de la Política de Aristóteles está dedicado al oikos; y una de las consecuencias más perversas, según Aristóteles, de la democracia plebeya ática sería su subversión de la institución familiar, dando el mando a las mujeres (gyneycokratía): un tema recuperado por el contrarrevolucionario Bonald a comienzos del siglo XIX para ajustar cuentas con la democracia plebeya robespierreana:
Así como la democracia permite al pueblo, la parte débil de la sociedad, insurgirse contra el poder establecido, así también el divorcio, verdadera democracia doméstica, permite a la mujer, la parte débil, rebelarse contra la autoridad marital.
También para Platón había una conexión directa entre democracia radical en el orden político-civil y licensiosidad de mujeres y esclavos en el oikos. Para entender la filosofía política de Montesquieu es crucial la distinción entre loi civil y loi de famille. Locke hace preceder su Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil de un Primer Tratado en el que discute a fondo las relaciones entre la estructura familiar y la vida civil y política. No puede entenderse la noción de ciudadanía, y su alcance político, en Kant, sin entender su concepción de la estructura institucional de la Familia. Es esencial en la filosofía política y en la filosofía del derecho de Hegel la tripartición Familia/Sociedad Civil/Estado. Y Marx fue acaso más lejos que todos sus predecesores al declarar a la Familia el nudo institucional básico que hacía inteligibles a la Sociedad Civil y al Estado:
La familia [de la Edad] moderna contiene en miniatura todos los antagonismos que luego habrán de desarrollarse en la sociedad [civil contemporánea] y en su Estado.
La desaparición de la Familia como objeto en la filosofía política contemporánea puede verse, por ejemplo, en las interminables –y a veces, interesantes— disputas a que ha dado lugar la discusión sobre si la “familia” formaba o no parte de la “estructura básica” en la Teoría de la justicia de John Rawls, la obra más influyente de la filosofía política de la segunda mitad del siglo XX—.
- El feminismo académico actual y la tradición republicana
En el crédito de la filosofía política académica feminista hay que cargar, pues, su insistencia en la importancia de la institución familiar en la reflexión política, y en buena medida, el hecho de que esa institución se haya vuelto de nuevo visible para la filosofía política. Un siglo y arreo de descuido, sin embargo, no se repara tan fácilmente. Ello es que buena parte de la discusión feminista académica de los últimas décadas ha insistido más en la novedad de su descubrimiento de la familia que en el hecho de que se trataba también de un redescubrimiento, cosa que ha tenido perniciosas consecuencias a la hora de entender cabalmente no sólo la tradición filosófica histórica republicana (que sí consideró central en la reflexión política el problema de la familia), sino también el importante problema (histórico, pero también filosófico) de por qué se le hizo invisible a la filosofía política académica del siglo XX la institución familiar.
Lo cierto es que una buena parte de las razones para celebrar que la “familia”, es decir, la inveterada opresión patriarcal-patrimonial, vuelva a estar en el centro del debate filosófico-político contemporáneo se encuentran en obras de autores de indiscutible filiación republicana, pero precisamente cuestionados por una buena parte del feminismo académico actual. Aristóteles, Locke y Kant, por supuesto; pero incluso Engels, Marx o el mismo J.S. Mill, quienes, a pesar de sus buenas intenciones, habrían sido también víctimas de un viejo prejuicio patriarcalista, como sostiene la muy competente feminista Carol Pateman.
No es imposible que al feminismo académico acabe ocurriéndole algo parecido a lo que le ha pasado en los últimos lustros a la parte menos ignara y discrásica (ese “marxismo” de cartón piedra para el que “liberalismo” y “republicanismo” son la misma mala cosa burguesa, etc., etc.) del pensamiento filosófico-político socialista de nuestros días, a saber: que el paulatino redescubrimento de la tradición republicana –hecha invisible por el triunfo del liberalismo en el primer tercio del siglo XIX— le haga tomar consciencia de muchas de sus raíces histórico-axiológicas y acabe revigorizándolo intelectualmente y abriéndole perspectivas políticas a la altura de los tiempos.1 Signos claros de eso, los hay. Es posible que la incipiente alianza entre el feminismo actual y la recuperación también actual de la tradición política republicana2 pueda aclarar algunos malentendidos e incluso aportar algunas herramientas conceptuales más potentes que la ubicua, superficial, ahistórica, y por eso mismo, infértil dicotomía entre lo “público” y lo “privado”, que permea la casi totalidad del pensamiento académico feminista actual.
- Trabajo Integro:
Por María Julia Bertomeu y Antoni Domènech
El Viejo Topo/Rebelión
El Viejo Topo/Rebelión
Notas:
1 Véase, Joaquín Miras, Repensar la política, refundar la izquierda. Historia y desarrollo posible de la tradición de la Democracia, Barcelona, Viejo Topo, 2002, y Antoni Domènech, El eclipse de la fraternidad. Una revisión republicana de la tradición socialista,, Barcelona, Crítica, 2004.
2 Véase, por ejemplo: Dessan, Susan, The family on Trial in Revolutionary France, California, University of California Press, 2004; Vega, Judith, “Feminist Republicanism. Etta Palm-Aelders on justice, virtue and men”, History of European Ideas, 10,3,1989;