septiembre 09, 2008

8 de septiembre "Día de la Ciudadanía de las Mujeres"

En los albores del siglo veintiuno, las aspiraciones de las mujeres a una ciudadanía plena se nutren de las luchas de ancestras lejanas y cercanas que, desde el siglo dieciocho, tomaron la palabra y la pluma para defender un derecho, que no se reducía al ejercicio del voto, sino que implicaba reconocer a las mujeres como humanas y no como seres inferiores.

Hacia la segunda mitad del siglo diecinueve y a lo largo del veinte, las luchas de las mujeres se dirigieron a obtener ese reconocimiento, así como a exigir el derecho al trabajo, a la remuneración justa, y desde hace más de tres décadas, a ubicar en el centro de la agenda pública los derechos sexuales y reproductivos y a vivir una vida sin violencia.

El camino recorrido ha sido, y continúa siendo, tortuoso. Las sociedades aunque han reconocido formalmente el derecho al voto, a la participación cívico-política, a la educación, la salud y el trabajo, continúan limitando, de diversas formas, el ejercicio pleno de la ciudadanía tal como lo exigimos hoy día las mujeres en el mundo.

Una ciudadanía plena que contemple a las mujeres como sujetas de derechos, desde el derecho a la expresión hasta el derecho a ser recordadas, a formar parte de la memoria histórica que, hasta ahora, también las ha excluido y relegado de la historia oficial. Recordemos que la actual democracia, en Guatemala, tiene una deuda con miles de mujeres y hombres que dieron su vida o ésta les fue arrebatada en la larga noche del conflicto armado, cuyas secuelas aún son latentes en miles de familias y cientos de comunidades en el país.

Una ciudadanía plena que incluya las diferencias que caracterizan a las mujeres por su pertenencia étnica, de edad, de lugar de origen, clase social, grado académico o tipo de trabajo. Marcar esas diferencias no para separar sino para asumirlas positivamente.

Una ciudadanía plena que migre con las mujeres que, documentadas o no, traspasan fronteras para alcanzar un sueño, reunirse con sus familias, buscar mejores condiciones de vida, o realizarse como personas; pero que también huyen de la violencia o de las violaciones a los derechos humanos.

Una ciudadanía plena que otorgue a las mujeres el derecho a representarse a sí mismas y a otras/os; que reconozca el valor de su palabra; de sus aportes económicos, culturales y simbólicos; que reconozca la validez de sus reivindicaciones y que no les niegue el acceso a la justicia.

Este día de la Ciudadanía de las Mujeres-2008, agradezco el reconocimiento que la Comisión de la Mujer del Congreso de la República hace a cinco mujeres que, desde diversos espacios y junto a otras más, aportamos un grano de maíz para abonar en la construcción de esa ciudadanía plena para las mujeres en Guatemala.

Al mismo tiempo deseo plantear que, a la vez que agradezco ese honor reitero mi solicitud para que las y los diputados de este honorable Congreso pidan una disculpa por la limitación al ingreso de algunas de nuestras compañeras para entrar en el Salón del Pueblo, el día 13 de agosto del 2008, cuando se realizó un acto para firmar un Libro de la Vida con el que algunas ciudadanas no estamos de acuerdo.

Porque la ciudadanía plena, y una democracia plena, también incluyen el derecho a disentir, a expresar sin cortapisas nuestras ideas.En esta significativa fecha, Día de la Ciudadanía de las Mujeres, recordamos y honramos a las mujeres que abrieron para nosotras el camino para la ciudadanía; a las que con sus vidas, pensamientos y acciones multiplican esos caminos para que las mujeres de los cuatro puntos cardinales y allende las fronteras, sumemos nuestras energías, trabajo y aportes para reconocer a las mujeres de ayer, animar a las mujeres de hoy, y heredar a las mujeres de mañana la fuerza y el pensamiento de que sólo unidas avanzaremos en la reivindicación por una ciudadanía plena.

Por Ana Silvia Monzón
Con ocasión del reconocimiento que la Comisión de la Mujer del Congreso de la República de Guatemala expresó a María Guadalupe García del grupo Mama Maquín, Ana Grace Cabrera, de UNIFEM, Patricia Castro, activista política, Mirna Ponce, exdiputada, y Ana Silvia Monzón, académica y comunicadora, en el marco del Día de la Ciudadanía de las Mujeres, 2008.
La Ciudad de las Diosas

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