CHICAS TRABAJADORAS
1
Si deseáis trabajar afuera (y a la vez estar un tiempo fuera de casa, cosa que no le hace mal a nadie), no debéis sentiros culpables por ello, con tal de que otorguéis a vuestro marido y a vuestros hijos, en los momentos en que estéis con ellos, todo el cariño y la atención a que se han hecho acreedores. Incluso es posible que tengáis que mimarlo más que no trabajando.
2
No busquéis apoyo o estímulo para vuestros planes de tener un empleo en vuestras madres o suegras que no trabajan. Sin duda, ellas no os perdonarán que abandonéis sus filas y las pongáis en evidencia.
3
Explicad a vuestro marido, por si no lo entendió de entrada, que seréis una mejor compañera, una esposa más adorable y una madre amantísima si os permite tener un empleo.
4
Acordaos de que perderéis algunas ventajas: ya no podréis tomaros todo el día para salir de compras, almorzar con amigas, charlar interminablemente por teléfono, pasar horas en la peluquería, leer muchas revistas.
5
Al elegir el trabajo, no olvidéis que los puestos de secretaria confieren categoría porque se trata de tareas realmente femeninas y bien consideradas socialmente. Podéis aprender bien taquigrafía en seis meses yendo a clases nocturnas y mecanografía de manera aceptable en seis semanas.
No tratéis de disculparos por tener más de 30 años. Reflexionad que una mujer de 35 cumplidos, elegante, inteligente, eficaz y rápida puede convertirse en una gema a los ojos de su jefe. Por otra parte, hoy en día existen muchos trucos de cosmética rejuvenecedores y la gimnasia adecuada puede ayudar a mantener la esbeltez de vuestro talle y la agilidad de vuestros movimientos.
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