noviembre 12, 2008

El costo de irse de la casa

La provincia de Buenos Aires pondrá en marcha hoy un fondo permanente especial para asistir a mujeres víctimas de violencia que enfrenten una situación de emergencia por su inminente salida del hogar. Se trata de una “caja chica” que estará a disposición de municipios y ONG del conurbano para pagar una pensión, un traslado en remis, pañales, medicamentos o ropa para ayudar a la mujer en ese momento crítico. “Es una necesidad imperiosa porque en la provincia hay muy pocos refugios donde darles cobijo en casos de urgencia y muchas veces el hecho de regresar a su casa las pone en riesgo de muerte o de sufrir graves lesiones”, señaló a PáginaI12 la secretaria de Derechos Humanos bonaerense, Sara Cobacho.

En los últimos diez meses, llegó al 911 un promedio de mil llamadas mensuales de mujeres golpeadas o maltratadas por sus parejas, ex maridos o novios: “En el 46 por ciento de los casos, la llamada se realizó para pedir auxilio ante una situación de emergencia”, reveló Estela Díaz, coordinadora del programa provincial de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, a cuyo servicio de atención telefónica especializado se derivan los llamados.

Hoy se firmarán los convenios con los intendentes, con la presencia del gobernador Daniel Scioli, según se anunció desde la Secretaría de Derechos Humanos, que crea el fondo. En una primera etapa esta iniciativa alcanzará a 16 municipios de la provincia: Almirante Brown, Avellaneda, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Lanús, La Plata, Morón, Quilmes, San Fernando, Tigre, Hurlingham, José C. Paz, La Matanza, Lomas de Zamora y General Pueyrredón. En el gobierno bonaerense prometen que en poco menos de dos meses, se sumará una veintena más de distritos. En algunos municipios, quienes coordinarán el manejo de esa “caja chica” serán ONG. Como en el caso de Lomas de Zamora, donde estará a cargo de la Fundación Propuesta, con extensa trayectoria en el tratamiento y asesoramiento a víctimas de violencia machista.

“Es importante disponer de un fondo para poder pagar una pensión cuando las mujeres deciden irse y se van de su casa. En el área en que trabajamos nosotras hay un solo refugio, que pertenece a Cáritas, pero en el que las mujeres solo pueden pernoctar y durante el día deben dejarlo. Ese mecanismo no nos sirve para esconder a una mujer cuya vida corre riesgo. En ese momento es fundamental que su pareja no sepa dónde está, necesita estar escondida. Pero también hay otras situaciones en las que es necesario un refugio temporario como cuando un juez dicta la exclusión del hogar del golpeador: es mejor que la mujer no esté en la casa cuando llega la orden judicial”, explicó a este diario Marisú Devoto, titular de Fundación Propuesta, referente en el tema en la zona sur del conurbano. El gobierno provincial no cuenta con refugios y las plazas en los pocos que existen, dependientes de ONG o entidades religiosas, son muy escasas.

La idea es que el destino del fondo permanente para la emergencia se decida en forma colectiva entre los distintos sectores involucrados en cada distrito, es decir, entre áreas especializadas locales, ONG y organismos provinciales que pueden tener injerencia como un hospital, explicó Estela Díaz. El fondo será de 1000 pesos: cuando se gaste el 70 por ciento se renovará automáticamente, agregó la funcionaria.

Las situaciones de emergencia, cuando hay violencia de género de por medio, no son esporádicas. Lo muestra la cantidad de llamadas que recibe el 911: las que son por violencia familiar son derivadas a un servicio especializado del programa provincial de Atención a Víctimas de Violencia. Entre febrero y octubre, recibieron 10.949, correspondientes a 8739 mujeres víctimas de violencia: en un 50 por ciento de los casos pidieron asesoramiento, pero en el 46 por ciento, el llamado estaba relacionado con una situación de emergencia, informó Díaz. En 8 de cada 10 casos, el agresor era la pareja, la ex pareja o el novio. La violencia que referían fue fundamentalmente física y psicológica (en casi todos los casos ambas); amenaza de muerte en 34 por ciento de los casos y 22 por ciento, violencia económica. En muchos casos, las violencias sufridas se superponen.

Si no se brinda una ayuda a tiempo, las consecuencias pueden ser graves: más golpizas, escenas violentas frente a hijos y hasta puede costar la vida de la mujer en los casos más extremos.

Llamadas al 911:







Por Mariana Carbajal
Fuente:Página/12

Sí a la Diversidad Familiar!
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