Sara Beiztegi, pintora vasca, tras su exposición en el Ministerio de Igualdad “Sin norte ni diosas”, obra cuya temática fue personificar a mujeres diosas que resaltan por su colorido, valores y cualidades, expresa a Ameco sobre su relación con diversos organismos que trabajan con la violencia de género, así como de la responsabilidad social que debe implicar a un artista a través de su obra.
¿Qué expresa la exposición “Sin norte ni diosas” más allá de la obra?
Pues, cuando una cosa me gusta es algo intuitivo, lo veo y me atrae mucho, entonces me dejo llevar por esa intuición y esa sensación. Pintar es una emoción, mejor dicho, la acción que viene de la emoción, una vez que te has emocionado ante algo, lo primero que quieres hacer es pintarlo. En este caso concreto quería plasmar un poco la idea y el concepto que tengo de la mujer y su función en la sociedad. Pensé en la figura de la mujer pero no quería una imagen de debilidad, sino mujeres que fuesen fuertes, que fuesen símbolos para otras mujeres. Ahora parte de la exposición vuelve a casa y seguiré pintando para seguir mostrando en otros lugares, y para que las mujeres se cuestionen por qué a la mujer se les niega el poder. A mi mueve dar un mensaje, y una de las cosas que quiero trasladar cuando pinto, incluso una flor, es la alegría, por que pienso que cuando uno se sitúa en lo mejor de uno mismo, sé es mejor, más bueno, es tú mejor versión, y hay que trabajarlo.
¿Cuál es el vínculo que le une con diversos centros que trabajan con la violencia de género como el Centro de Recuperación y Reinserción de Mujeres Maltratadas (CARRMM)?
Soy miembro de la Federación de las Mujeres Separadas y Divorciadas, así como fundadora de Crecer Sin Violencia, pero sobre el Centro de Recuperación y Reinserción de Mujeres Maltratadas, puedo decir que conozco muy bien el centro, conozco el programa que lleva el centro, me pareció que llevan tareas de mucha importancia, tanto que si se supiesen cómo funciona, qué hay de puertas adentro, etcétera, creo que la gente sabría más sobre la violencia de género, se entendería, y por tanto se podría solucionar. Además, que con la ley contra la violencia de género se excluyó a la infancia, no se tuvo en cuenta la infancia, cuando se hizo esta ley, aparte de eso creo que dentro de lo que es la violencia de género los más perjudicados son los niños, y en este caso he querido poner no sólo la ayuda económica que les pueda aportar, sino que se pueda visibilizar los niños dentro de lo que es la violencia de género.
¿Es la pintura una herramienta para la recuperación y reinserción de las personas?
Sin duda, para muchísimas personas, probablemente para otras personas no, si no les atrae la pintura hay otros caminos, pero el arte ayuda muchísimo a la recuperación. Porque, por ejemplo, en mi experiencia con la pintura, me han dicho muchas veces: has meditación, has yoga, que eso ayuda mucho, porque soy una persona inquieta, entonces he observado a lo largo del tiempo que mi forma de meditar es pintar, por eso creo que tanta gente pinta, y es porque dejas de pensar, pero siempre que pintes sin exigencias, sin arrogancias, sin querer hacerlo perfecto, para que todo el mundo te reconozca, si dejas eso de lado, la pintura puede ser una buena terapia.
¿Deben asumir los artistas en particular los pintores y pintoras una responsabilidad social a través de sus obras como la perspectiva de género?
Todo artista y todas las personas, especialmente los artistas, que se supone que tienen sensibilidad, que la sensibilidad se les supone, deberían ser muy explícitos acerca de la injusticia, entre otras cosas, de mostrar lo evidente que a veces por evidente no se ve. Pienso que si llegamos a ser una sociedad de igualdad, vamos a ser mucho más felices. La igualdad no esta conseguida, y tenemos que empezar por nuestra casa, y cuando digo casa, digo mi casa, mi pueblo, mi Estado o lo que sea. Y hay que mostrar e implicarse no se puede ser tan intimista, hay que tener compromiso social, un artista que no tenga compromiso social, no me sirve, puede ser una persona que descubre técnicas, pero no más allá, pienso que no ha hecho todo su camino a nivel personal, que se ha quedado en el camino como bien he dicho.
Fuente: Ameco
Fotos AmecoPress. Pies de fotos:
1 y 2) Sara Beiztegi; 3) Imagen de una de sus obras, Artemisa