diciembre 23, 2009

TICs y mujeres: Las barreras culturales

Faltan mujeres en las carreras relacionadas a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y la electrónica. Prejuicios y barreras culturales impiden que la población femenina se plantee el ámbito de las tecnologías como un camino posible para desarrollarse y trabajar. No obstante una especialista asegura que se están dando los primeros pasos para reducir esta brecha.


Según la especialista en género y TICs Dafne Sabanes Plou existen una serie de barreras culturales que hacen que las mujeres descarten las tecnologías como un ámbito propicio para desarrollarse y trabajar.

Hay investigaciones estadounidenses que indican que hasta la edad preadolescente, el interés en las tecnologías por parte de chicos y chicas es similar, pero en el caso de las mujeres ese interés decae durante la adolescencia, sobre todo respecto a aspectos duros de los entornos digitales (hardware, desarrollo de software, etc.), apareciendo la brecha de género.

'Las mujeres empiezan a sentir la exigencia de ser bellas y agradables, y la imagen de la mujer que participa en ciencias duras no tiene relación con ese ideal de mujer, se la piensa muy seria, con traje y solitaria. Está la creencia de que este tipo de mujer no consigue agradar y se le dificulta tener pareja', explicó Sabanes Plou.

Al mismo tiempo, existe el prejuicio sobre que para avanzar en las carreras de ingeniería o informática, y otras carreras vinculadas a las ciencias duras, hay que renunciar al proyecto de familia, debido a la demanda de calidad y tiempo de esos ámbitos. La especialista en género reconoció que 'es verdad que hay que negociar con nuestras parejas y el resto de la familia, por ejemplo la distribución de las obligaciones en el hogar, pero si esa negociación se logra, la mujer puede participar en entornos informáticos y al mismo tiempo tener una familia'.

Justamente el triple rol que las mujeres tienen en la sociedad desalienta la participación femenina en ámbitos tecnológicos. Cuando un varón experto en informática vuelve a su hogar, después del trabajo habitual, puede instalarse en su computadora y seguir desarrollándose. En cambio la mujer especializada en la misma carrera que no ha logrado negociar con su pareja la distribución de las tareas del hogar, tras su trabajo diario, debe hacerse cargo de esas tareas domésticas, y si tiene hijos, de cuidarlos.

Por otra parte, advierte Sabanes Plou, 'el ámbito tecnológico se sigue viendo como algo masculino, sobre todo en la etapa de ingreso a las carreras universitarias y terciarias. Muchas mujeres no eligen ese camino porque los prejuicios y las barreras culturales han impedido que se lo plantee. Hay prejuicios inclusive entre los profesores. Recuerdo que una joven informática, con un muy buen puntaje, en un curso de Cisco System, donde concurrían tres mujeres y unos 40 varones, el profesor dio a entender que las mujeres no tendrían ninguna oportunidad, inclusive llegó a la burla. Si desde el primer año de la carrera la mujer debe enfrentar ese tipo de prejuicios, y al mismo tiempo debe esforzarse doblemente en el estudio, ya que siempre se le exige más, aparece una fuerte barrera que termina desalentándola'.

En la comunidad de software libre, pese a estar integrada por personas de avanzada, también se reproducen estos prejuicios. 'A veces los varones desarrolladores de contenidos o programadores no toleran que las mujeres aporten las soluciones. Incluso hay mujeres que utilizan seudónimos masculinos para poder participar en este tipo de comunidades. En reuniones de trabajo, donde la mayoría son varones, cuando llega el momento del café esperan que las mujeres se encarguen de esa tarea', relató la experta, quién señaló que en ese ámbito hay pocas mujeres hakeando o desarrollando software y en la parte de hardware, ellas se dedican más a la gestión de proyectos.

Hay algunos países europeos que instrumentaron políticas para incentivar una mayor participación femenina en las carreras de ciencias duras y en entornos digitales. Según Sabanes Plou se debe a las necesidades del mercado de trabajo, donde se está viendo que no hay suficientes varones para cubrir los puestos de trabajo creados en los ámbitos de las TICs. En tanto, en República Dominicana, se incluyó el tema de género en las agendas digitales para promover la formación de mujeres en ese ámbito. 'Compañías como IBM están incorporando políticas más activas para acrecentar el número de mujeres en sus plantas de personal', aseguró la especialista en género, que precisó que en Argentina hay iniciativas en ese sentido orientadas a las escuelas.

'Estos son primeros pasos, pero sigue siendo muy poco. Hay que trabajar a nivel de la sociedad para abrir la mente de la ciudadanía sobre que las mujeres pueden encontrar en las tecnologías un ámbito de desarrollo y de trabajo', concluyó Sabanas Plou.

Por Alejandra Waigandt
Fuente: Artemisa Noticias

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