marzo 09, 2010

COMUNICADO NACIONAL E INTERNACIONAL "DE MUJERES Y ORGANIZACIONES DE MUJERES DE GUATEMALA"

Nosotras, mujeres guatemaltecas que a lo largo de muchos años hemos aportado esfuerzos por los derechos humanos, la democracia y la justicia, la justicia social, la paz y el desarrollo en Guatemala, así como mujeres a quienes nos preocupa el fenómeno migratorio, nos pronunciamos en el Día Internacional de la Mujer para instar al Congreso y al Gobierno de los Estados Unidos a debatir a corto plazo las reformas a su Ley de Inmigración. Consideramos que ha llegado el momento, como ha afirmado el Presidente Obama, de convertirla en un instrumento justo, humano y solidario para atender a los inmigrantes de múltiples países que quieren sumarse a la construcción de los Estados Unidos como lo que siempre han sido, desde el Siglo XVII: “una nación de inmigrantes”.

Como mujeres, con derechos y obligaciones como ciudadanas de nuestro país y del mundo, tenemos la convicción de que nuestra lucha por la igualdad y la dignidad es por el ejercicio pleno de nuestros derechos en cualquier territorio, para ser actoras políticas, sociales, económicas y culturales, con oportunidad de aportar al desarrollo de la economía del país donde escojamos residir.

Muchas de nosotras somos mujeres que permanecemos en nuestra patria, y que, además de ciudadanas, somos esposas y madres, hijas o hermanas de miles de guatemaltecos y guatemaltecas que han buscado en los Estados Unidos los medios de subsistencia que no encuentran en su país y la justa remuneración de su trabajo.

Buscan generar los recursos para vivir en el extranjero y para apoyar o sostener a sus familias. Otros miles de mujeres se han visto forzadas, ellas mismas, a emprender el camino hacia el Norte, para superar la crisis familiar. Enfatizamos que el aporte de las mujeres, su fuerza de trabajo, es importante tanto en el hogar como en las economías nacionales, aunque mucho de este trabajo todavía está oculto e invisibilizado.

La obligada separación entre los migrantes y sus familiares, muchas veces prolongada, no es fácil soportarla, emocionalmente. Además tiende a generar diversos tipos de conflictos familiares, entre otros la separación definitiva. Se ha vuelto práctica común el vernos forzadas a asumir papeles para los cuales no hemos sido específicamente formadas ni contamos con experiencia. En adición a los efectos negativos que dicha separación ejerce en el ámbito familiar, nuestro país pierde con la migración valiosos recursos humanos, nuestras comunidades pierden la fuerza dinámica de sus jóvenes, ya que en su mayoría son ellos los que emigran, y la sociedad, en su conjunto, pierde fuerza vital para su desarrollo. Nosotras, las abajo firmantes, estamos plenamente concientes de que la opción de la migración tiene sus raíces en un sistema socioeconómico y político excluyente, tanto nacional como internacionalmente, el cual niega en sociedades pobres las oportunidades necesarias para el desarrollo personal y nacional. Tampoco podemos ignorar los 30 años de conflicto armado interno, durante los cuales, precisamente, se provocó el exilio y el refugio de cientos de miles de connacionales. Vemos así con preocupación que, aunque la migración puede resolver el hambre y la pobreza del momento de algunas familias, al mismo tiempo hipoteca el desarrollo futuro de nuestro país.

A las mujeres estadounidenses sensibles a dicha problemática les decimos que preferiríamos que nuestros seres queridos se quedasen en Guatemala. Para lograrlo, la inversión en el desarrollo social y económico de Guatemala es esencial. La edificación de muros, y las campañas de redadas y deportaciones solamente agravan la situación.

Sin embargo, estamos conscientes que no será fácil que la la mayoría de la población estadounidense se sensibilice, por ser ajena al fenómeno migratorio, sus causas y consecuencias, pese a que la inmensa mayoría de dicha población proviene de la migración forzada de esclavos africanos durante tres siglos y de las olas sucesivas de europeos que escapaban de la persecución política y religiosa en Europa o de las hambrunas padecidas en diversos países.

Al pedirles que reflexionen sobre este asunto, instamos a las mujeres estadounidenses a contribuir activamente a la humanización de la ley inmigratoria, a fin de que no haya ciudadanos considerados de segunda clase, explotados y perseguidos, y que a los inmigrantes -ya sean documentados o indocumentados- se les brinden las oportunidades para escoger, en condiciones de dignidad, la opción de trabajar, sin perder el pleno goce de sus derechos como seres humanos. Con ello podrán aportar a la prosperidad personal, a la de Guatemala y a la de los Estados Unidos, y contribuirán también al enriquecimiento de la cultura de este país. Los Estados Unidos se describen como un crisol de etnias y culturas; pero, para seguir gozando de esa riqueza, la puerta de ingreso debe estar abierta y el pueblo estadounidense debe ser receptivo, tolerante y
solidario.

Con motivo de celebrarse hoy el Día Internacional de la Mujer, deseamos que dicha celebración nos hermane más a las mujeres de los países de origen de los migrantes con las mujeres de los países de destino. Muchas mujeres de los países de destino serán beneficiadas, directa o indirectamente, por este flujo migratorio. Y otras muchas, simplemente, comprenderán que tender la mano a quien la necesita es el acto humano por excelencia.

Nos preocupa, profundamente, la migración forzada de mujeres, es decir, la trata de mujeres con fines de prostitución y otras formas de explotación, como las situaciones laborales de empleo doméstico en las que, además de ser mal remuneradas, sufren acoso sexual y sobreexplotación.
En el Día Internacional de las Mujeres, las guatemaltecas pedimos a las estadounidenses lo siguiente:

a) Que promuevan ante sus familias, comunidades y autoridades la pronta reforma de la Ley de Inmigración de los Estados Unidos –este año si fuera posible- que permita, en primer lugar, que los 11 millones de indocumentados que se estima que viven en los Estados Unidos puedan seguir un camino ordenado, receptivo y solidario hacia su normalización como trabajadores, con igualdad de derechos y obligaciones en ese país. Para la seguridad y dignidad de ellos y sus familias, se hace indispensable hacer más expedito el otorgamiento de visas y permisos, a fin de evitar los ingresos no autorizados. Al humanizarse este proceso, deben reducirse los exorbitados cobros de visa y parte importante de la cuota para obtenerla debe ser reembolsable en el caso de no concederse.

b) Que exijan que se incluya en sus reformas todas las disposiciones que hagan que el flujo migratorio futuro se de en condiciones de seguridad y dignidad.

Quienes accedan como trabajadores temporales, deberán contar con la garantía de que sus derechos humanos, incluidos los derechos laborales, no serán violentados en ningún momento, protegiéndolos de malos tratos, abusos y crímenes.

c) Que exijan, igualmente, que se tengan especiales consideraciones con relación a los hijos menores de los inmigrantes, garantizándoles bienestar, salud y educación, y a las mujeres, muchas de quienes buscan migrar como escape de condiciones de explotación, abuso doméstico o sexual. Todas juntas, estadounidenses y guatemaltecas, debemos esforzarnos también por impedir la trata de mujeres, niñas y niños, en todas sus manifestaciones. Veríamos con gran beneplácito que se asumiera como principio fundamental de la reforma migratoria el que aparece en las propuestas del representante Gutiérrez y del senador Schumer: eje central de la nueva Ley de Inmigración debe ser la unificación y la reunificación familiar.

d) Que aboguen ante sus autoridades que, en tanto el Congreso de los Estados Unidos discute la Ley de Inmigración, como medida humanitaria de emergencia, particularmente en estos tiempos de crisis mundial económica y financiera, se declare una moratoria total de las redadas y deportaciones de inmigrantes indocumentados que no hayan cometido delitos. Esto obligaría a acelerar el proceso de normalización definitiva del futuro de todos ellos.

Instamos también a las mujeres guatemaltecas, tanto a las que firmen este comunicado como a quienes sencillamente lo reciban y difundan, a que:
a) Asuman una actitud solidaria y apoyen todas las medidas que brinden un trato justo y humanitario a quienes han tenido que dejar sus países de origen y sus seres queridos y migrar, quienes trabajan arduamente por generar un futuro mejor para sus familias.

Ello nos debe obligar a ser tolerantes y solidarios con las decenas de miles de migrantes que pasan por nuestro suelo, con especial socorro para las mujeres y los niños;

b) A que reafirmemos nuestro compromiso por defender a nuestras connacionales, y a toda mujer en nuestra territorio, en la fase presente en que el feminicidio y la violencia contra la mujer se han convertido en verdaderos flagelos.

c) A que brindemos plena solidaridad, igualmente, a todas las mujeres que fueron víctimas de las acciones represivas del Estado guatemalteco durante el conflicto armado interno, quienes merecen el resarcimiento moral, social y económico. Son decenas de miles que ahora sufren nuevos efectos negativos con la migración de sus seres queridos, como única forma de supervivencia.

Guatemala, 8 de marzo de 2010
LISTA DE FIRMAS COMUNICADO MUJERES

Apoyos Institucionales Mujeres Destacadas Mujeres Destacadas
Programa Feminista
Centroamericano
Mujeres Iniciando en las Américas
Instituto Universitario de la Mujer, Universidad de San Carlos de Guatemala
Mujeres Abriendo Caminos
Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala
AGMAUSA
Guatemala Support Network de Houston
ODHAG
Centro de Desarrollo Municipal y Comunitario (CEDMUC)
Sindicato Nacional de Salud,
Guatemala
Frente Nacional de Lucha (FNL)
Convergencia Cívico Política de Mujeres. Guatemala
Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos - Guatemala (UDEFEGUA)
Fundación para la Justicia y la Defensa de los Derechos Humanos FUNJUDEH
Colectivo Por la Verdad y la Justicia “REDES89”
Norma Cruz, Personaje del Año 2009 en Guatemala
Ana Silvia Monzón, Guatemala
Anantonia Reyes, Guatemala
Miriam Maldonado, Guatemala
Laura Solórzano Foppa, Ecuador
Beatriz Barrera, Argentina
Carmen Camey, Vicepresidenta de la Red por
la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), Mexico
Lucía Muñoz, Secretaria de Asuntos de la Mujer (RPDG), California
María Luisa Rosal Vargas, Secretaria de Derechos Humanos (RPDG), Montreal
Carmen Valenzuela, Washington DC
María Angeles Medina Rodriguez, Guatemala
Mónica María Molina Grajeda, Guatemala
Dora Pimentel, Denver, Colorado
América Calderón, Washington DC
Ileana Fohr,New York
Brenda Maria Argueta, FLACSO Guatemala
Ana Gladis Ollas, PDH Guatemala
Hilda Morales, Directora de Propevi
Amanda Hernandez
Claudia Virginia Samayoa, Guatemala
Imelda Molina Mejía,
Presidenta del CEDMUC
Dora Amalia Taracena, Guatemala
Carmen López de Cáceres, Guatemala
Ximena Morales Colectiva de Mujeres Feministas de
Izquierda - INTERAGIRE Suiza
Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, 1992
J. Patrice McSherry, NY
María Eugenia Morales de Sierra, Sub-Procuradora de los
Derechos Humanos, Guatemala
Walda Barrios, candidata a la Vicepresidencia de Guatemala en 2007
Diana Aranette Cameros
Pecorelli. Cédula No E-5112685
Assumpció Forcada, Barcelona, ESPAÑA
María Angeles Medina Rodriguez
Haydee Castillo Flores, Nicaragua
Azalea Vasquez Ryckman, Guatemala
Sandra Moran de Artesana, Guatemala
Susana Timoi, Presidenta de MIA
Chris Hill, MIA
Kenneth Arnold, MIA
Cruz Prado, Costa Rica
Mélida Romero, AGMAUSA
María Ambrocio, AGMAUSA
Dora Regina Ruano, Comisión Política del FNL
Luis Lara Comision Politica del FNL
Silvia Búcaro, Guatemala
Gilda Molina Mejía, Guatemala
María Luisa Rosal Paz, Guatemala
Blanca Vargas, Washington DC
Aída Molina Mejía, Guatemala
Ileana Melendreras Marroquín, cédula A-1 564 998, Guatemala
Paula Irene del Cid Vargas
Ingrid Molina de Castañeda
Lic. Lesbia Tevalán, Asociación Guatemalteca de Juristas

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in