Dos mujeres valiosas
En las últimas semanas recordamos las fechas de nacimiento de dos mujeres valiosas: Edna Rodríguez y Norma García Mainieri. Ambas, como dice una amiga, nos acompañan desde otra dimensión. Pero su legado permanece entre nosotras:
Edna, quien cumpliría años el 28 de febrero, una abogada comprometida con las luchas a favor de los derechos de las mujeres, aportó sus brillantes análisis en distintos proyectos de ley, así como en acciones para promover la participación de las mujeres, tanto en el ámbito político como académico. A ella debemos, en gran parte, las bases para la creación de una Maestría en derechos de las mujeres y acceso a la justicia.
Norma, por otro lado, quien el 22 de marzo habría cumplido setenta años, era una maestra de la palabra y una extraordinaria contadora de historias, poeta y narradora, profesora entrañable. Nos dejó en momentos de creación fecunda. Su poesía profunda y comprometida, sus cuentos breves y contundentes. Todas
sus obras una mezcla justa entre realidad e imaginación.
Tomo la palabra para compartir con ustedes mi profunda admiración y cariño por Edna y Normita, dos maestras de la vida, dos ancestras que no deben faltar en nuestra femealogía, dos mujeres a quienes seguimos extrañando, y a quienes no debemos olvidar.
Norma, por otro lado, quien el 22 de marzo habría cumplido setenta años, era una maestra de la palabra y una extraordinaria contadora de historias, poeta y narradora, profesora entrañable. Nos dejó en momentos de creación fecunda. Su poesía profunda y comprometida, sus cuentos breves y contundentes. Todas
sus obras una mezcla justa entre realidad e imaginación.
Tomo la palabra para compartir con ustedes mi profunda admiración y cariño por Edna y Normita, dos maestras de la vida, dos ancestras que no deben faltar en nuestra femealogía, dos mujeres a quienes seguimos extrañando, y a quienes no debemos olvidar.
La Ciudad de las Diosas