junio 14, 2010

Chile y los estándares internacionales en materia de derechos humanos

Iniciado y ya en rodaje el gobierno de Sebastian Piñera, uno de los temas en torno a los cuales el nuevo gobierno legitimará que se trata de un gobierno de centro-derecha, es el tema de los derechos humanos. No en una concepción restringida, sino que en una perspectiva que refiere tanto al tratamiento y políticas de las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura, como con aquellas violaciones a los derechos de los/as ciudadanos/as en democracia.

Evaluarán el desempeño, por cierto, los y las ciudadanos/as, pero por si esto fuera poco también lo hará la comunidad internacional, ante la cual Chile se ha comprometido en la plena vigencia de los derechos humanos. En efecto, en 2013 Chile deberá enfrentar al Consejo de Derechos Humanos para señalarle cómo y si es que ha avanzado en aquellos aspectos que, de acuerdo a los miembros de dicho Consejo, eran de preocupación. En dicha oportunidad, 51 delegaciones intervinieron para evaluar al Estado de Chile y de dicho diálogo interactivo surgieron 71 recomendaciones para superar los obstáculos y limitaciones que aún tiene Chile en estas materias.
¿Cuáles son las materias que reprobamos? No se han ratificado tratados internacionales indispensables; la institucionalidad en materia de derechos humanos requiere de la existencia del Defensor del Pueblo; las violaciones de derechos humanos del pasado requieren la derogación de la ley de amnistía; la competencia que tienen los tribunales militares resulta incompatible con un Estado de Derecho; la discriminación hacia los pueblos indígenas, las minorías sexuales, inmigrantes, por nombrar a algunos grupos vulnerables, exigen medidas legales y administrativas con urgencia, como sería la aprobación de una buena ley contra la discriminación.

En el caso de las mujeres, Chile requiere también de la voluntad política de sus autoridades para avanzar. La escasa participación política de las mujeres en los espacios de poder político, la discriminación salarial y la existencia de la sociedad conyugal como régimen de regulación del patrimonio entre los cónyuges con explícita discriminación hacia las mujeres que se casan bajo este sistema, y la falta de ratificación del Protocolo de la CEDAW, confirman que no es en vano que estamos dentro de los países de la región con mas problemas y obstáculos en lo que refiere a las relaciones de género.

Las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la defensa de los derechos humanos sabemos que para avanzar en este ámbito se requiere de voluntad política –cuestión que se verá- y que las medidas que se impulsen mas allá de nombrarse como parte de una agenda en esta materia, respondan a los estándares internacionales que, por cierto, se le aplican a todos los Estados por igual. El Estado chileno, además, cuenta con las recomendaciones que le hiciera el Consejo de Derechos Humanos, que para estos efectos constituyen una buena orientación para nuestros gobernantes. Sin embargo, además de una voluntad política que se materialice en leyes, políticas y planes, se requiere para un seguimiento constante y alerta respecto de los pasos que se dan, cuestión que recae en todos los actores involucrados en una determinada problemática de derechos humanos.

Para ello, hemos propuesto al gobierno, a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, la creación de un mecanismo de seguimiento a las recomendaciones de Naciones Unidas y su implementación en Chile, que permita, por una parte, progresar al Estado en el cumplimiento de las mismas y, por otra, sirvan de base para el próximo informe del Examen Periódico Universal (EPU) de Chile, dentro de cuatro años. El trabajo colaborativo es una permanente recomendación formulada desde los órganos de Naciones Unidas y esto sólo puede ser posible si se genera una instancia de trabajo entre el Estado y la sociedad civil para identificar los principales desafíos que surgen de las recomendaciones y así cumplir con los compromisos adquiridos.

Quedamos a la espera del eco que tenga esta propuesta.



Por Por Lorena Fries, Presidenta Corporación Humanas
Fuente: Corporación Humanas

Sí a la Diversidad Familiar!
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