Necesidad de inclusión
Muchas de las feministas que tomaban la palabra durante el II Congreso Internacional Feminista realizado entre el 19 y el 22 de mayo tenían varias cosas en común. Eran grandes, universitarias, profesionales, de clase media. Así, mientras las participantes se volcaban en el balance de las conquistas conseguidas y en la elaboración de estrategias hacia el futuro, otras asistentes al encuentro manifestaron su inquietud por las mujeres que quedaban fuera de los balances.
Durante los foros abiertos fue, pues, evidenciándose una necesidad complementaria a aquella de avanzar: la necesidad de ampliar, de incluir.
Graciela Bianchi, apuntó en este sentido subrayando 'la brecha entre el avance de la normativa y el ejercicio real y efectivo de mujeres que están en marginación total' basándose en su experiencia, en el Sur de Río Negro, donde constató que muchas mujeres desconocen que son sujetos de derecho. También las jóvenes urgieron a las feministas históricas a abrir el espacio, a escuchar. En este sentido también se manifestaron mujeres lesbianas que subrayaron la poca visibilidad que estaban teniendo en el encuentro, con solo tres ponencias sobre la temática. La lesbofeminista, Laura Nest, de Contextuadas, evidenció ambas preocupaciones: 'Pertenezco a este grupo de jóvenes feministas que viven el hiato (generacional) y tenemos una visión diferente sobre el pasado del feminismo'. Tras señalar la poca presencia del lesbianismo entre las temáticas abordadas en el congreso alertó: 'las mujeres ya no se sienten interpeladas por el feminismo porque sienten que ya no es necesario.' 'Se necesita escuchar para volver a generar nuevas ideas.'
Un feminismo inclusivo, centrado en ampliar los logros conseguidos, en retomar la militancia, en ampliarse a todos los campos en los que las mujeres – incluidos el ámbito laboral, medioambiental, económico – se ven particularmente perjudicadas. En ese feminismo se estuvo trabajando durante cuatro días cien años después de que un grupo de mujeres militantes se atrevieran a organizar el primer Congreso Internacional Feminista de Buenos Aires. Y quien sabe si cien años antes de que otro grupo de mujeres se encuentren para hacer balance de los logros conseguidos en ocasión del tricentenario de la independencia.
Por S. B.
Fuente: Artemisa Noticias