Son agredidas por vivir solas: La pesadilla de las 'mujeres fornicadoras' de Argelia
- Las mujeres fueron agredidas, violadas y dejadas por muertas en la calle
- Sólo tres hombres de sus 300 agresores fueron condenados a penas de prisión
Cientos de argelinas se han trasladado en los últimos años a la ciudad petrolera de Hassi Messaoud en busca de trabajo. Muchas de ellas son solteras, viudas o divorciadas. En 2001 un imam llamó a la 'yihad' contra estas mujeres "inmorales" que viven solas. Fueron asaltadas, agredidas, violadas y dejadas por muertas por bandas de hombres. Hace unos meses el horror ha vuelto a sus casas.
Cocineras o secretarias de día, prostitutas de noche. Es la fama que se han ganado a lo largo de los últimos años las mujeres de Hassi Messaoud, una ciudad petrolera del sudeste argelino al abrigo de cuyo crecimiento se han generado cientos de puestos de trabajo, muchos de ellos ocupados por solteras, viudas o divorciadas que viven sin la presencia de una figura masculina a su lado.
Estar solas en el hogar, o con sus hijos, ha sido su pecado y la causa de su linchamiento público. Las agresiones se han repetido en las últimas semanas, pero todo comenzó en 2001. Entonces, un imam extremista, Amar Taleb, las acusó de "inmorales" y llamó a una "yihad contra el diablo" para "dar caza a las mujeres fornicadoras". Su discurso las convirtió en víctimas de robos, agresiones físicas, mutilaciones y violaciones.
La noche del 13 al 14 de julio, horas después del sermón de Taleb, unos 300 hombres se lanzaron arma blanca en mano y animados por el imán hacia el barrio de El-Haïcha (que curiosamente significa "la bestia"), donde residen muchas de las mujeres; algunas de ellas terminaron desnudas en la calle, otras fueron enterradas vivas, sus casas fueron saqueadas, algunas quemadas.
Las agresiones se repitieron durante varios días en barrios diferentes y según periódicos como 'La Tribune' hubo entre cuatro y seis muertas; extremo que siempre negaron las autoridades.
Rondas policiales
Hace un mes la pesadilla volvió a apoderarse de Hassi Messaoud. "Desde que intervenimos la Policía ha empezado a aceptar las denuncias de las mujeres y hace rondas para mantener la seguridad", declara a ELMUNDO.es con orgullo Cherifa Buata, psicóloga argelina y representante del Colectivo Solidaridad con las mujeres de Hassi Messaud, creado el pasado 25 de abril por diversas ong de Argelia.
"Nuestro objetivo -continúa- era que estuvieran más protegidas, porque hace unas semanas se repitieron las agresiones físicas y los robos, les sustrajeron su dinero o sus joyas; están muertas de miedo", asegura al tiempo que recuerda que "en 2001 fue mucho peor, algo bárbaro y horroroso".
La mayoría de mujeres instaladas en Hassi Messaoud, dice Buata, procede de otras ciudades, "algunas vienen del norte para buscar trabajo y las que viven solas son muy vulnerables en una sociedad patriarcal como la argelina". Muchas de ellas, a pesar de las agresiones, deciden no denunciar. "Están muertas de miedo y temen perder sus trabajos".
Dejadas por muertas
"Me desgarraron los muslos y el vientre. Todo mi ser y todos mis miembros estaban ensangrentados; eran varios sobre mí". Con estas palabras recuerda la fatídica noche del 14 de julio de 2001 Rahmouna Salah, una de las mujeres agredidas entonces. Fatiha Maamoura era una de sus vecinas: "Uno de ellos, un monstruo, me lanzó sobre su hombro como un animal de matadero y me arrastró hasta el cementerio cercano para violarme, amenazando con degollarme con un pedazo de chatarra".
Rahmouna y Fatiha han sido de las únicas mujeres que se han atrevido a denunciar su situación –a pesar de que sólo tres hombres de sus 300 agresores fueron condenados a penas de prisión- y a exponer sus casos negro sobre blanco en el libro 'Laissées por mortes (Dejadas por muertas)', publicado en febrero de 2001 en el que la comediante argelina Nadia Kaci ha recogido sus testimonios. A pesar de que desde 2001 no se habían producido "otra vez con frecuencia" episodios violentos, "todos los días las mujeres de Hassi Messaoud son insultadas y humilladas porque para muchos hombres es inimaginable que vivan solas", concluye Buata. Ese ha sido su único crimen.
Por Erena Calvo Rabat
Fuente: El Mundo