Brasil ofrece asilo a la mujer condenada a la lapidación
Sakineh Ashtianí, de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada en 2006 a recibir 99 latigazos por mantener, según ella admitió, relaciones sexuales con dos hombres. Después de ese castigo, un tribunal reabrió su caso y la condenó "por adúltera a morir lapidada".
Pese a que gran parte de los iraníes abomina la lapidación y a que la sentencia llegó en un mal momento para el régimen de los ayatolás debido al creciente aislamiento que afronta por su empeño en enriquecer uranio, el Gobierno no se atrevió a levantar la voz contra ese castigo. La intervención de Brasil, sin embargo, facilita una salida al Gobierno iraní. Mientras, permanece en paradero desconocido Mohamad Mostafaeí, el abogado de Ashtianí, que el 24 de julio fue interrogado y, posteriormente, citado en la siniestra prisión de Evin, a la que no acudió. Ese mismo día, fueron detenidos su esposa y su cuñado, según la organización Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán.