Machismo estatal: vergüenza nacional.
Con estupor hemos visto, el día martes 21 de septiembre, en la portada del diario La Cuarta al señor Laurence Golborne liderando, como ministro de Estado, una acción que calificamos como violatoria a los derechos humanos de las mujeres.
Con risas y siguiendo la línea farandulera y de utilización política que ha caracterizado al gobierno en el tratamiento del drama de los 33 mineros atrapados en la mina San José, el ministro exhibe como un trofeo imágenes sexistas que naturalizan aún más la cosificación y uso de los cuerpos de las mujeres, reforzando el estereotipo de los ‘deseos sexuales irrefrenables’ de los hombres. Esto es una muestra más de violencia simbólica, sexual e institucional.
El ministro ignora los avances en materia de derechos humanos establecidos internacionalmente en un sinnúmero de tratados y convenciones de los cuales el Estado chileno es parte, y que reconocen el pleno derecho de las mujeres a vivir libres de todo tipo de violencia, tanto en el plano público como privado. Resulta paradojal que esto ocurra justamente a dos días de la conmemoración mundial de la lucha contra el abuso sexual y la trata de personas.
La violencia contra las mujeres es un grave problema social y político que se expresa en relaciones desiguales entre hombres y mujeres: desigualdades salariales en los mismos puestos de trabajo, violencia en las calles, en las escuelas y en el espacio doméstico, abuso y violencia sexual, femicidio, publicidad sexista, trata de mujeres y niñas, control de los cuerpos y otras expresiones cotidianas de inferiorización, subordinación y victimización de las mujeres.
La conducta del ministro Golborne nos parece una falta ética inaceptable, tanto hacia las familias de los 33 trabajadores, como hacia las mujeres y al país entero que espera la mayor diligencia y seriedad en el rescate de los mineros, y no la banalización de un hecho doloroso que sobre todo refleja las injustas condiciones laborales que viven miles de trabajadores y trabajadoras en Chile.
Llamamos a repudiar el reforzamiento y la validación desde el gobierno de un modelo cultural machista, ofensivo y anacrónico. El ministro debe pedir disculpas públicas.
Fuente: Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual