Soberanía Alimentaria: aproximaciones a un debate sobre alternativas de desarrollo y derechos de las mujeres
En ocasión de las celebraciones por el Día de la Mujer Rural y el Día Mundial de la Alimentación compartimos estas reflexiones. .
El foco de este artículo es recoger analíticamente los debates existentes sobre el principio de Soberanía Alimentaria, en el que ha tenido una participación central el movimiento de mujeres campesinas internacional y latinoamericano, estableciendo un vínculo con el enfoque de derechos de las mujeres y con el desarrollo rural, desde la mirada de la equidad de género.
Como parte del contexto de este análisis están indudablemente las importantes transformaciones de la economía y sociedad rural a partir de los años 80 y las sucesivas crisis interrelacionadas que han tenido efectos devastadores especialmente en las mujeres y en las más pobres y han agudizado las desigualdades sociales y de género -recesión económica global, crisis del cambio climático, crisis del precio de los alimentos, crisis de los sistemas de cuidado-, que introduce un escenario de urgencia para abrir un campo necesario de discusión en torno a procesos de construcción de nuevos modelos de desarrollo, que debieran recoger y nutrirse de las experiencias existentes, valorando las demandas y propuestas del movimiento del que son parte un grupo importante de organizaciones de mujeres campesinas e indígenas de Latinoamérica.
Las organizaciones sociales que acuñaron el término “Soberanía Alimentaria” son claras en señalar que más que un concepto se trata de un principio y ética de vida, que no responde a una definición académica, sino que emerge de un proceso de construcción colectivo, participativo, popular y progresivo, que se ha ido enriqueciendo en sus contenidos como resultado de un conjunto de debates y discusiones políticas iniciadas en el proceso mismo de conformación de la instancia que alberga a las organizaciones campesinas críticas a las actuales políticas agrarias liberalizadoras y de alimentación. Vía Campesina, fundada en 1992 y su instancia latinoamericana, la CLOC constituida en 1994, son las principales organizaciones promotoras de este principio.
En diversos documentos y declaraciones han definido Soberanía Alimentaria como el conjunto de DERECHOS de los pueblos a definir sus propias políticas de agricultura y alimentación, lo que contempla proteger y regular la producción agropecuaria y el comercio agrícola interior para el desarrollo sostenible, proteger los mercados domésticos en contra de las importaciones y limitar el dumping social y económico de productos en los mercados. Se materializa en el derecho a decidir cómo organizar la producción, qué y cómo plantar, y cómo organizar la distribución y consumo de alimentos, de acuerdo a las necesidades de las comunidades, en cantidad y calidad suficientes, priorizando productos locales y variedades criollas (CLOC: 2010: 23 - 25). Para Francisca Rodríguez (ANAMURI) se trata “de un principio, de una ética de vida, de una manera de ver el mundo y construirlo sobre bases de justicia e igualdad”.
Las organizaciones sociales que acuñaron el término “Soberanía Alimentaria” son claras en señalar que más que un concepto se trata de un principio y ética de vida, que no responde a una definición académica, sino que emerge de un proceso de construcción colectivo, participativo, popular y progresivo, que se ha ido enriqueciendo en sus contenidos como resultado de un conjunto de debates y discusiones políticas iniciadas en el proceso mismo de conformación de la instancia que alberga a las organizaciones campesinas críticas a las actuales políticas agrarias liberalizadoras y de alimentación. Vía Campesina, fundada en 1992 y su instancia latinoamericana, la CLOC constituida en 1994, son las principales organizaciones promotoras de este principio.
En diversos documentos y declaraciones han definido Soberanía Alimentaria como el conjunto de DERECHOS de los pueblos a definir sus propias políticas de agricultura y alimentación, lo que contempla proteger y regular la producción agropecuaria y el comercio agrícola interior para el desarrollo sostenible, proteger los mercados domésticos en contra de las importaciones y limitar el dumping social y económico de productos en los mercados. Se materializa en el derecho a decidir cómo organizar la producción, qué y cómo plantar, y cómo organizar la distribución y consumo de alimentos, de acuerdo a las necesidades de las comunidades, en cantidad y calidad suficientes, priorizando productos locales y variedades criollas (CLOC: 2010: 23 - 25). Para Francisca Rodríguez (ANAMURI) se trata “de un principio, de una ética de vida, de una manera de ver el mundo y construirlo sobre bases de justicia e igualdad”.
Vía Campesina es un movimiento social internacional de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, indígenas, campesinos sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas. Es representativo, legítimo y con identidad que vincula las luchas sociales de los cinco continentes. Reúne a 148 organizaciones de 68 países. La CLOC, referente latinoamericano reúne a 52 organizaciones de 20 países. www.viacampesina.cl. Se reconoce que activistas y profesionales de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales han jugado un papel relevante en la promoción de la Soberanía Alimentaria, como National Family Farm Coalition (FIAM), Land Research Action Network, GRAIN y CET-SUR en Chile, por nombrar algunos. En el caso de las organizaciones del movimiento de mujeres y feminista, se destaca la participación de la Marcha Mundial de Mujeres (MMM).
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Por Pamela Caro
Fuente: AWID