agosto 15, 2012

Declaración Pública: Más Mujeres, Más Democracia



Durante los últimos meses, y cada vez con más fuerza, se ha visto cuestionada la capacidad de las instituciones de representar, incorporar y responder a las aspiraciones de la ciudadanía. Desde todos los sectores se habla y se analiza la crisis de representatividad que permea el clima social y la necesidad de impulsar reformas políticas para dar mejor respuesta al malestar ciudadano reinante.
Como ciudadanas preocupadas de la calidad y profundidad de nuestra democracia, sostenemos que es necesario acometer transformaciones que brinden mayores espacios de participación política a amplios sectores de la sociedad que hoy permanecen excluidos.
Porque sabemos que ahí donde existe una disonancia entre la ciudadanía y sus representantes, donde éstos no reflejan fielmente la diversidad que compone su comunidad, donde sectores importantes no pueden acceder ni participar,  se cuestiona el sistema democrático en su conjunto.
Ejemplo de sub-representatividad es la que afecta hoy a las mujeres de nuestro país que escasamente acceden a las distintas esferas del poder y a los cargos de elección popular. Los números son elocuentes: sólo hay 5 senadoras entre 38, sólo 18 diputadas entre 120, sólo 43 alcaldesas en 345 municipios, sólo 493 concejalas de 2.140 cargos y sólo 4 ministras en 22 ministerios.
El resultado es que Chile cuenta con una de las más bajas representaciones políticas de las mujeres en América Latina (15% versus 22,3%) y en comparación con nuestros países vecinos (Argentina   39%, Bolivia 25 % y Perú 28%).
De cara a las Elecciones Municipales de 2012 constatamos la enorme desigualdad que enfrentan las mujeres hoy para competir y acceder a cargos de poder y toma de decisiones. En las elecciones pasadas, el 85% de los candidatos fueron hombres. Ello ocurrió, a pesar de que la ciudadanía chilena en un mayoritario 73% manifiesta valorar la presencia de mujeres en política# y de que no son los votantes los que las discriminan.
Como resultado de ello, los intereses y las preocupaciones de las mujeres no están debidamente representados en los niveles de la formulación de políticas, así como tampoco tienen la influencia sobre decisiones fundamentales en las esferas social, económica y política que afectan a la sociedad en su conjunto.  Esta ausencia constituye una carencia del sistema democrático, una anomalía que es urgente subsanar si consideramos que los índices de competitividad y desarrollo de un país muestran una clara relación entre la presencia equilibrada de hombres y mujeres en cargos de poder y el logro de mejores resultados socioeconómicos.
Es en ese contexto que abogamos  por un conjunto de medidas que contribuirían a subsanar este déficit democrático, a través del perfeccionamiento del sistema electoral, del funcionamiento de los partidos políticos, la renovación de los liderazgos y la promoción de mecanismos de acción positiva que favorezcan mayores espacios de competencia igualitaria a las mujeres. Promovemos por lo tanto:
  1. Avanzar hacia un sistema electoral que incorpore mayores niveles de proporcionalidad y  que refleje de mejor forma la heterogeneidad de nuestra sociedad.
  2. Retomar la discusión en el Congreso del proyecto de ley sobre participación equilibrada de mujeres y hombres en política, conocido como Ley de Cuotas, que fija para las elecciones municipales y parlamentarias un piso de candidaturas de hombres y mujeres en sus respectivas coaliciones, donde ningún género tenga una representación menor al 40%.
  1. Establecer límite a la reelección indefinida de candidatos a cargos de elección popular para contribuir a la renovación de la política y mejorar la representación de mujeres, jóvenes y otros sectores de la sociedad.
  1. Otorgar financiamiento público a los partidos políticos para ser utilizado, tanto en educación política como en el reclutamiento y preparación de líderes mujeres que compitan a cargos de elección popular.
Chile está muy lejos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que suscribimos como país y de las metas establecidas a nivel nacional para alcanzar el 40% de participación de mujeres en cargos parlamentarios y municipales al 2015. Si no abordamos reformas como las descritas, estaremos acrecentando la persistente marginación política de la mitad de la población que constituye una de las mayores deudas de nuestra democracia.
Ante la crítica profunda a la desigualdad de nuestra sociedad, a la forma cómo se hace política y a la representatividad de nuestros líderes, creemos que el momento para impulsar un gran acuerdo que restaure la confianza de los ciudadanos/as en nuestro sistema político y en nuestra democracia es ahora.

Consejo de ComunidadMujer
Esperanza Cueto, Nureya Abarca, Isabel Aninat, Pilar Armanet, Mariana Aylwin, Ana Bell, Laura Bertolotto, Javiera Blanco, Pamela Camus, Susana Carey, Cecilia Castro, María Teresa Chadwick, Susana Claro, Mercedes Ducci, Verónica Edwards, Margarita María Errázuriz, Paula Escobar, Verónica González, Verónica Gubbins, María Pía Guzmán, María Eugenia Hirmas, Anita Holuigue, Victoria Hurtado, Mónica Jiménez, Carla Lehmann, Mónica Lobos, Marta Mauras, Bernardita Méndez, Sonia Montecino, Nicole Nehme, Patricia Politzer, María Olivia Recart, Andrea Repetto, Karin Riedemann, Ximena Rincón, Marcela Ríos, Teresa Rodríguez, María Teresa Ruiz, María Angélica Ruiz Tagle, Consuelo Saavedra, Elena Serrano, Sol Serrano, Carolina Tohá, Susana Tonda, Francisca Valenzuela, Pilar Vergara, Eugenia Weinstein, María Elena Wood.


Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in