El FCD: ¿Puede La Cooperación Al Desarrollo Funcionar Para La Igualdad De Género?
Photo Credit: UN Webcast
El 5 y 6 de julio de 2012, AWID y otras organizaciones de la sociedad civil (OSC) participaron en el Foro sobre Cooperación para el Desarrollo (FCD) de las Naciones Unidas (ONU). El FCD es una de las nuevas funciones del fortalecido Consejo Económico y Social (ECOSOC) y un componente del Segmento de Alto Nivel del ECOSOC, que se centra en una variedad de cuestiones pertinentes para la implementación de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Creado primordialmente como una respuesta a los cambios en el ámbito de la cooperación para el desarrollo, incluida la introducción de nuevos actores en ésta, el FCD tiene el mandato formal de examinar las tendencias de la cooperación internacional para el desarrollo, promover el aumento de la coherencia entre las actividades de los actores del desarrollo y trabajar para mejorar la aplicación de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente. El propio FCD se sustenta en un proceso participativo que incluye simposios sobre varios asuntos relevantes al tema.[1]
El FCD y su pertinencia para los derechos humanos y el desarrollo
A diferencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Grupo de los 20 (dos agrupaciones internacionales que también trabajan en torno al desarrollo) el FCD – ubicado dentro de la ONU, donde todos los países están representados en iguales condiciones – constituye un espacio de diálogo que es abierto, inclusivo, de múltiples partes interesadas y transparente. De esta manera, el FCD permite una diversidad de visiones, perspectivas y “formas de avanzar” en lo concerniente al desarrollo, algo que a menudo falta cuando la participación es limitada o exclusiva.
Dado que la ONU se basa en el marco normativo de los derechos humanos, el FCD y, por extensión, los debates sobre la cooperación para el desarrollo deberían, tanto en proceso como contenido, basarse en los acuerdos internacionales de derechos humanos y promoverlos, particularmente la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Algunos de los principales debates en el FCD
Aunque en el FCD se discutió una diversidad de temas, varios asuntos surgieron continuamente:[2]
Coherencia de las políticas
Fueron fuertes los llamados a que haya coherencia en las políticas – tanto coherencia entre las políticas de la cooperación para el desarrollo como entre las políticas de la cooperación para el desarrollo y otras políticas macroeconómicas que dan forma al desarrollo (como las relativas al comercio, la deuda, la inversión extranjera directa y la tributación). Los flujos de la ayuda deben entenderse en el contexto más amplio de la financiación del desarrollo, reconociendo que si bien la ayuda de calidad puede ser una herramienta importante para el desarrollo, el volumen de otros flujos financieros suele eclipsarla. En este sentido, el Ministro de Desarrollo Internacional de Noruega señaló lo siguiente: “debemos ocuparnos de los flujos de capital ilícitos [si somos serios respecto a la financiación para el desarrollo]... ya que de los países en desarrollo se fugan ilícitamente diez veces más de dinero que el monto que la ayuda lleva a éstos”.
Financiamiento innovador
Se discutieron los mecanismos de financiación innovadores – entre éstos el impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) – como un medio para generar fondos adicionales dirigidos al desarrollo. Según señalamos en una edición pasada de Notas de los Viernes sobre el ITF,[3] los fondos generados no deben reemplazar sino complementar los compromisos de la asistencia oficial para el desarrollo, que actualmente no han sido cumplidos y apoyan un desarrollo congruente con los derechos humanos.
La ayuda como catalizadora del crecimiento y para el desarrollo del sector privado
En el FCD hubo un fuerte énfasis en la ayuda como catalizadora para el sector privado, como motor del crecimiento y la creación de mercados. Un sector privado responsable y sostenible que apoye los derechos humanos podría ser pieza crucial de una economía. Sin embargo, la cooperación para el desarrollo debe estar explícitamente al servicio tanto de la erradicación de la pobreza como de los derechos humanos, no instrumentalmente sino de manera directa.
Cooperación Sur-Sur (CSS)
En su informe al FCD, el Secretario General de la ONU señaló: “El diálogo mundial sobre las políticas relativas a la cooperación Sur-Sur se ha intensificado desde 2008 y se prevé que las corrientes de cooperación seguirán aumentando” (Resumen, punto h). Hubo una intenso debate sobre el papel de la CSS, particularmente en relación con la cooperación Norte-Sur (CNS) y lacooperación triangular. Aunque la CSS tiene el potencial de contribuir a la apropiación del desarrollo por parte del Sur y promover visiones alternativas del desarrollo, no debe caer en las mismas dinámicas desiguales de poder presentes en la CNS; por el contrario, debería sustentarse en los principios de horizontalidad, apropiación democrática y apoyo a los derechos humanos.
Presencia de grupos de mujeres, feministas y la sociedad civil más amplia en el FCD
Si hemos de adelantar una arquitectura de la cooperación internacional para el desarrollo y, de hecho, un desarrollo basado en los derechos humanos, la igualdad de género, la justicia y la sostenibilidad, es crucial que en cada debate sobre el desarrollo a todos los niveles, incluido el FCD, estén presentes activistas feministas y por los derechos de las mujeres, sus experiencias y alternativas.
Mientras que AWID ha participado críticamente en discusiones sobre la ayuda en la OCDE, grupos por los derechos de las mujeres han exigido repetidamente[4] un nuevo sistema de cooperación para el desarrollo bajo los auspicios de la ONU. AWID llegó al FCD con el fin de ampliar el debate sobre la cooperación para el desarrollo y, junto a otros grupos progresistas, cree que el FCD – cuyo mandato incluye tanto supervisión técnica como funciones normativas – es el espacio legítimo para estas discusiones.
Antes de que se realizara el 4o. Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, grupos de mujeres desarrollaron un claro conjunto de demandas[5] a favor de un sistema de cooperación para el desarrollo – y un desarrollo – que sea justo, transparente, equitativo, sostenible y armonizado con los derechos humanos.[6] Estas demandas orientan y moldean el posicionamiento de AWID en el FCD.
En su presentación el segundo día del FCD, Lydia Alpízar, Directora Ejecutiva de AWID, resaltó varios puntos esenciales, incluidos también en las demandas:
La cooperación para el desarrollo debe abordar los factores estructurales y sistémicos que perpetúan la pobreza y la opresión, no simplemente los síntomas. De hecho, tal como lo señala el informe del Secretario General al FCD, “es necesario replantear el modelo y los resultados fundamentales de la cooperación para el desarrollo” (Resumen, punto c), ya que “el modelo actual de desarrollo mundial es insostenible y ... seguir actuando como hasta ahora no es una opción viable” (párrafo 31).
Es necesario un mayor financiamiento de calidad – y seguimiento de esos fondos – en todos los niveles para las organizaciones y movimientos de derechos de las mujeres como agentes clave del cambio.
Si hemos de transformar la cooperación para el desarrollo con el fin de promover toda la gama de los derechos de las mujeres, se requiere ir más allá de la incorporación transversal de la perspectiva de género (que en muchos casos se ha convertido en un ejercicio técnico de marcar casillas) y asegurar que esos derechos y la igualdad de género sean metas fundamentales del desarrollo, centrales para cada sector y objetivo del desarrollo.
El concepto de responsabilidades múltiples – contrario al de responsabilidades mutuas – reconoce plenamente la diversidad de actores en la cooperación para el desarrollo y las dinámicas de poder que moldean su interacción. La responsabilidad universal es crucial, como también lo es el reconocimiento de todos los niveles de responsabilidad (local, nacional,mundial). La responsabilidad debería estar vinculada a los actuales mecanismos de derechos humanos de la ONU para rendición de cuentas, como el Examen Periódico Universal dentro del Consejo de Derechos Humanos.
En su discurso, Alpízar también instó al FCD a organizar, previo al FCD de 2014, un Simposio de Alto Nivel sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la cooperación para el desarrollo. En una reunión de “Amigos del FCD”, ONU Mujeres apoyó esta propuesta.
Un evento paralelo de AWID denominado “Explorando el futuro de la cooperación para el desarrollo desde una perspectiva de derechos de las mujeres e igualdad de género”[7] examinó una gama de cuestiones relacionadas con el desarrollo y la cooperación para el desarrollo, incluyendo: 1) la política macroeconómica desde una perspectiva de derechos humanos, con énfasis específico en el impacto de la especulación financiera sobre el derecho a la alimentación; 2) el programa de desarrollo de la ONU posterior a 2015; 3) el papel de empresas privadas en el desarrollo, reconociendo la perpetuación de violaciones de leyes laborales, tributarias y medioambientales; y 4) el Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres.
Otras organizaciones y personas de la sociedad civil participaron en el proceso preparatorio, como también en el propio FCD, y produjeron una declaración al FCD que AWID suscribió.
Siguientes pasos a corto plazo
Los ODM expirarán en 2015 y, a medida que la ONU acelera los debates en torno a un nuevo programa mundial para el desarrollo (la “agenda de desarrollo con posterioridad a 2015”), está habiendo debates paralelos sobre las políticas de desarrollo, entre ellos el seguimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) que producirá Objetivos de Desarrollo Sostenible,[8] así como la conferencia de examen de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y el vigésimo aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la Plataforma de Acción de Beijing.
La declaración de la sociedad civil señaló que el FCD está en buenas condiciones de jugar un papel fundamental para configurar el programa de desarrollo posterior a 2015. De hecho, como parte de los preparativos del FCD hubo varios debates sobre la cooperación internacional para el desarrollo sostenible. El más reciente de estos debates fue el evento paralelo del FCD en Río+20 llamado “El futuro que queremos: El papel que juega la cooperación para el desarrollo en llevarnos a él”, que examinó el nexo entre la cooperación/financiación para el desarrollo y el desarrollo sostenible. Es probable que también veamos debates sobre el programa de desarrollo posterior a 2015 recogidos en el informe del FCD, que será publicado en breve.
A medida que se hace picadillo de los compromisos mundiales concernientes al desarrollo en diferentes espacios, incluido el FCD, formuladores de políticas y los Estados miembros deben trabajar a partir del actual marco normativo de los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, exigir su aplicación y asegurar la participación plena de organizaciones de la sociedad civil, incluyendo particularmente la de grupos de derechos de las mujeres y feministas, para que den forma al camino por delante.
Notas:
Los debates que hubo en el FCD de este año están disponibles en UN WebTV. De particular importancia son las declaraciones de: Michelle Bachelet, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; Roberto Bissio, Coordinador de Social Watch; Heikki Holmås, Ministro de Desarrollo Internacional, Noruega; y Juan Somavia, Director General de la OrganizaciónInternacional del Trabajo (OIT), como también de Lydia Alpizar, Directora Ejecutiva de AWID.
Éstos también se discuten detalladamente en el informe del Secretario General al FCD, denominado “Tendencias y avances de la cooperación internacional para el desarrollo”, un aporte analítico clave al proceso del FCD.
Ibíd.
Ver también: Haciendo justa la arquitectura de la cooperación al desarrollo: principios y pilares de la gobernanza, documento elaborado por BetterAid, marzo de 2011.
La sesión fue moderada por Lydia Alpízar y tuvo como panelistas a: Barbara Adams, del Foro de Políticas Mundiales (GPF); Savi Bisnath, del Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres (CWGL); Ana María Enríquez, del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres; y Mayra Moro-Coco, de AWID. Ver la nota conceptual de la sesión (en inglés).
Ver: Asamblea General de las Naciones Unidas, El futuro que queremos, A/RES/66/288, 11 de septiembre de 2012, párrafos 245-251.
Por Natalie Raaber y Mayra Moro-Coco
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 26 de octubre de 2012. Título original: UN DCF: Can Development Cooperation Work for Gender Equality?. Traducción: Laura E. Asturias