La igualdad, la gran perdedora
Llevamos unas semanas en donde las gafas violetas que algunas llevamos cosidas a la piel se vuelven imprescindibles para poder continuar en nuestras militancias feministas y resistir los embates cada día mas feroces del patriarcado.
Ejemplos variados:
En las organizaciones grandes a veces resulta muy fácil llevar a los sufridos papeles de sus estatutos algunas medidas igualitarias, que a la hora de cumplir, suponen rémoras para algunos dirigentes que, una vez apagados los focos de los congresos y silenciados los aplausos de compañeras y compañeros, suponen un plus de incorporaciones femeninas que no siempre están dispuestos a cumplir. Y no lo están porque, se disculpan, “esos órganos de dirección que han de ser paritarios, se pueden sobredimensionar y no ser operativos”, pero en ningún caso se plantean reducir presencias masculinas, puesto que ellos son, están y han de seguir.
En Ponferrada, no se tuvieron escrúpulos para pactar la moción de censura con un acosador declarado en aras de obtener el poder y arrebatárselo a “los otros” porque “nosotros” lo podemos hacer mejor, pese que para ello hayamos de dejar el PSOE que, pese a pedir disculpas públicamente por su tremendo error político, tampoco puso reparos a esa moción hasta que ya se había producido. Y el actual alcalde y su grupo municipal habrá que ver si pueden mirar a los ojos a todas y cada una de las mujeres que han sido víctimas de este tipo de terrorismo machista como lo es también el acoso sexual, puesto que es muy, pero que muy difícil de justificar lo que han hecho. Todo ello sin pararme mucho a pensar en todo lo que ha debido de sufrir Nevenka Fernández con todo este tema y quien, si las noticias que he manejado no me engañan, por miedo tuvo que ir a vivir a otro país mientras el acosador no sólo no se movió de su casa, sino que además nunca recibió la condena de su partido de entonces, el PP, quien condenó a su también concejala Nevenka y amparó al acusado por acoso sexual. Muy fuerte, incluso ahora, después de tantos años.
En aras a las políticas de austeridad que el actual y misógino gobierno del PP nos impone, el pasado día trece el Boletín Oficial del Estado publicaba la supresión de la Comisión Permanente no Legislativa de Mujer y Políticas de Igualdad, cuyas materias pasarán a tramitarse a través de la Comisión Permanente Legislativa de Política Social y Empleo. Y por tanto la igualdad comienza a desaparecer objetivamente de la agenda política de quienes legislan, lo cual es bastante peligroso. ¿Deberemos agradecérselo también al diputado Cantó?
La Presidenta de Castilla–La Mancha y secretaria general del PP, Mª Dolores de Cospedal, dentro de la conmemoración del pasado ocho de marzo y dentro de un acto de su partido se quedó tan ancha cuando soltó la siguiente perla: “Es muy ofensivo para muchas mujeres que, como eres mujer, tienes que formar parte de una cuota, y eso es lo más machista que hay para la mujer y es considerarnos como una masa deforme y que somos todas iguales.” Y lo dicho, se quedó tan ricamente. Nada de cuestionar las barreras históricas y culturales que las mujeres tenemos para acceder a órganos de dirección y/o de responsabilidad en organizaciones o empresas. Tampoco ningún reconocimiento a las mujeres, incluso de su partido que después de sus dobles o triples jornadas laborales, todavía les queda ilusión para llevar a cabo sus militancias. Ni de reconocer el esfuerzo de miles de mujeres que incluso se dejaron la piel para que nosotras e incluso ella pueda estar donde está. No, de eso nada. Digna compañera de Ana Mato que utilizan el machismo para justificar que se las cuestione como gestoras públicas que lo son. Terrible ejemplo para quienes vienen detrás con ganas de formar parte de la política del futuro el que están dando el PP en general y estas dos mujeres en particular.
Otro ejemplo-joya:
“Habemos Papam” dijo con un hilo de voz el cardenal protodiácono. Y claro, lo habemus, pero aunque lo quieran revestir de progresista por ir en metro por Buenos Aires, las mujeres tenemos memoria y además la tenemos colectiva y en seguida nos enteramos de algunas de sus palabras con respecto a nosotras del tipo: “Las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos, el orden natural y los hechos nos enseñan que el hombre es el ser político por excelencia; las Escrituras nos demuestran que la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso”. Y por lo visto se quedó en la gloria el otrora Cardenal argentino. Pero eso sí después de habernos dejado de nuevo claro a las mujeres que quienes mandan en su secta son los hombres y que en los espacios políticos deben hacerlo también sólo hombres. Claro, después este de faldas largas y blancas que es el máximo jefe de los de faldas largas y negras pretenderá que las mujeres, nos creamos sus dogmas y sus mensajes a pies juntillas. Si hombre, sobre todo cuando nos relega al papel de “apoyo” sin posibilidad alguna de modificar roles ni de avanzar un milímetro hacia la igualdad. Pues va a ser que no, señor de faldas largas, aunque sean blancas.
Y ya para rematar la semana, llegan nuestros flamantes gobernantes del PP y en el Consejo de Ministros del viernes día quince, y a través de un Real Decreto-Ley aprueban la exigencia de 35 años cotizados para jubilarse anticipadamente y endurece el subsidio para los mayores de 55 años. O sea, otra vuelta de tuerca para las pensiones y otro varapalo a la igualdad entre mujeres y hombres. Porque hemos de recordar que las mujeres somos las que tenemos mayoritariamente los contratos a tiempo parcial, las que hemos interrumpido nuestras vidas laborales para ejercer el cuidado de nuestros mayores, menores y dependientes, las que en tiempos de crisis hemos salido antes del mercado laboral. Somos también las grandes perjudicadas con la regresión de las condiciones de la ley de dependencia, etc. Pero por lo visto nuestra flamante ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, no tiene nada que objetar a tal medida absolutamente contraria a la igualdad. Y nuestro ministro de Justicia tan preocupado por la defensa de la vida más que por las condiciones de la misma, tampoco ha dicho nada. Claro seguramente estará encantado de que se nos devuelva a las mujeres a la situación de dependencia de la etapa franquista en la que una vez casadas no podíamos trabajar fuera de casa.
En fin, como vemos, la gran perjudicada, la gran ausente en la agenda política de nuestros gobernantes, legisladores, líderes de sectas religiosas y otro tipo de organizaciones está siendo la igualdad y por ende, las mujeres que volvemos a ser las más golpeadas por este tipo de políticas que, en aras a un orden androcéntrico preestablecido, se olvida de esa máxima que establece la propia Constitución y que habla de IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN en todos los ámbitos.
Podrán sacarla de sus agendas e intentar olvidarla, pero lo que no van a conseguir es que quienes militamos en el feminismo, quienes nos creemos que realmente todas las personas somos iguales, quienes sentimos en lo más profundo de nuestro ser que no caben discriminaciones de ningún tipo y que luchamos por ello, cejemos u abandonemos nuestras reivindicaciones en todos los ámbitos en aras a que la igualdad formal de la que gozamos, pase a ser IGUALDAD REAL Y EFECTIVA.
Porque SI SE PUEDE y ahí vamos a estar!!!!
Teresa Mollá Castells
tmolla@teremolla.net
La Ciudad de las Diosas