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Aparentemente sólo un
número. En realidad una gran tragedia para todas esas personas sin empleo.
Más de seis millones de personas sin empleo en un país
cuyos índices de corrupción y de enriquecimiento ilícitos están al orden del
día, es motivo más que suficiente para que la sociedad diga alto y claro BASTA
YA!!!
No nos merecemos el Gobierno que tenemos. No nos
merecemos que nos engañen sistemáticamente en todo lo que nos cuentan. No nos
merecemos un presidente que no da la cara, o una panda de ministros que con una
desfachatez, pocas veces vista, nos toman el pelo cada semana, con cada Consejo
de Ministros o cada vez que abren la boca.
Nos engañan cuando nos dan datos y los tergiversan a su
antojo. No engañan cuando suben los impuestos al conjunto de la ciudadanía para
que sólo unos pocos sigan enriqueciéndose a cualquier precio. Nos engañan
cuando privatizan servicios públicos como la sanidad para que se lucren sus
amigos y la gente tenga peores servicios. Nos engañan cuando dejan la educación
pública en manos de los de faldas largas y negras para que adoctrinen a
nuestras criaturas y a nuestra juventud. Nos mienten cuando vacían de
contenidos materias tan sensibles como la igualdad entre mujeres y hombres
dando a entender por activa y por pasiva que para nada es importante, mientras
se abre la brecha de desigualdades en todos los ámbitos. Nos mienten cuando
quieren hacernos creer que con la retirada de ayudas a la dependencia y la
nueva recaída de los cuidados de las personas mayores, menores y dependientes
sobre las espaldas de las mujeres, pretenden conciliar. Nos miente Gallardón
cuando pretende hacernos creer que la reforma de la Ley Orgánica de Salud
Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo es para
ajustarla a la Constitución tal y como expone en su magnífico artículo
de hoy mi amiga Mar Esquembre Cerdá desmontándole con argumentos jurídicos al
impresentable del ministro Gallardón.
Nos engañan y pretenden creer que no pasa nada. Y si que
pasa. Pasa que las mujeres en particular y la ciudadanía en general nos estamos
enfadando. Y mucho. Pasa se han cruzado muchas líneas rojas y eso tiene un precio.
Y mientras los de faldas largas y negras sólo abren la
boca para reclamar la abolición de aquellas medidas de justicia social y
democrática que les cuestionan su poder político, pese a estar en un Estado
Aconfesional. Y gritan y patalean pidiendo la derogación de la Ley Orgánica
antes mencionada defendiendo la vida del no nato, mientras dejan morir de
enfermedad y hambre a quienes ya se lo han arrebatado todo. Y Gallardón
pretendiendo defender la vida incuso de quienes ya se sabe que van vivirla de
una manera poco digna por tener malformaciones antes de nacer. Pero al mismo
tiempo tomando medidas para que a quienes teniendo ayudas por dependencia, se
les retiren dichas ayudas.
Y mientras los bancos siguen ganando dinero, mientras
desahucian a personas que no pueden pagar sus hipotecas. Personas con dignidad
que por una crisis que no han creado, que no hemos creado, incluso deciden
perder la vida antes de perder la dignidad, su dignidad.
Y en el colmo de la indecencia política pretenden
hacernos creer que el conjunto de la ciudadanía vivíamos por encima de nuestras
posibilidades. ¿Qué es esto?, ¿Desde cuando tener un empleo más o menos
precario con salarios que ya se han encargado de ir bajando desde hace más de
diez años es vivir por encima de nuestras posibilidades? ¿Por qué no se
preguntan por todo lo que se ha especulado con los recursos naturales para el
enriquecimiento de unos pocos y lo denuncian?
Pretenden, con su cansino discurso de las medidas impuestas por Bruselas, hacernos creer que somos culpables de la situación y no es cierto. Hay muchas formas de hacer política y las medidas que se están tomando vemos que no aportan soluciones, por tanto es el momento de que se vayan. Si, que les echemos antes de que consigan arruinarnos del todo.
Gobernar significa tomar decisiones para mejorar, nunca para empeorar y los dos grandes partidos que han gobernado esta crisis han estado tomando medidas que están lejos de mejorar la situación de la ciudadanía. Y se veía venir cuando el PSOE y el PP pactaron con tanta rapidez la reforma de la Constitución de hace un par de años. No era normal que, después de tantas diferencias, de pronto surgiera la convergencia en un tema tan sensible y que debería haber sido consultado en referéndum. Se antepusieron los intereses del capital, frente a los intereses del conjunto de la ciudadanía. Y nunca dieron la cara. Y así nos va.
Estoy, y creo que estamos, con un gran enfado por lo que está ocurriendo y cómo se está gestionando. Muy cabreada con la pérdida de derecho a la que nos han abocado esta panda de malos gobernantes. Muy asqueada de ver cómo los talentos y las fuerzas de más de seis millones doscientas mil setecientas personas se están desaprovechando y, encima les echan la culpa de los males del desgobierno de esta gentuza.
Muy enfadada por observar cómo el futuro de las chicas y los chicos es oscuro como la noche y se sienten perdidos ante la falta de expectativas y de cómo la ministra Báñez en el colmo de la desfachatez habla de la emigración de nuestros jóvenes talentos en el sentido en el que lo hace.
Estoy harta de escucharles mentir sobre nuestro sistema de pensiones diciendo una cosa y al día siguiente la contraria mientras marean y asustan a nuestros pensionistas que se han ganado su derecho a una pensión digna por toda una vida de trabajo. Harta de escuchar como criminalizan a toda la sociedad de sus errores y de ver cómo nos castigan con sus decisiones.
Es hora de pedir responsabilidades y pedirles que se vayan ya. Y como se han vuelto sordos a los clamores de la calle, vamos a reforzar esos clamores con una iniciativa que pretende recoger seis millones doscientas dos mil setecientas firmas pidiendo que se vayan. La podréis encontrar en este enlace de change.org
Yo ya firmé, aparte de participar en otras actividades porque quiero que sepan que estoy enfadada y que, aunque nunca voté ni creí a nadie de los dos grandes partidos, ahora EXIJO que, los que están se vayan y los que aspiran también se lo hagan mirar a fondo y, de ese modo, dejen paso a otra forma de resolver los problemas de la ciudadanía que pasen por la recuperación de los valores y de la dignidad de las personas y sobre todo que nos dejen decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos, etc.. ¿lo entiende señor Gallardón? Espero que lo entienda y se vaya con sus ideas retrógradas y caducas a algún planeta extranjero que seguro que los de faldas largas y negras le habrán preparado para su descanso. Pero a las mujeres déjenos en decidir en paz sobre nuestras maternidades y nuestros cuerpos.
Ah!! Y de paso llévese con usted a toda la panda de ineptos que comparten gobierno con usted y, también ya que está, se lleva también al diputado Cantó. Las mujeres se lo agradeceremos especialmente.
Vayánse ya, por mentirosos!!!!!
Teresa Mollá Castells
tmolla@teremolla.net
La Ciudad de las Diosas