julio 31, 2013

Un nuevo informe de UNICEF sobre la mutilación/ablación genital femenina insta a pasar de la oposición a la acción

No quiero que me corten ninguna parte de mi cuerpo. Yo no quiero ser circuncidada", dice Kheiriya Abidi, de 10 años, de Boorama, una ciudad al noroeste de Somalia.

Kheiriya le tiene pánico a la sangre, al dolor y a la tortura física que tendrá que sufrir si le cortan sus genitales.

La presión sobre ella aumenta cada día; a menudo es ridiculizada e insultada por sus amigos por ser "diferente". La mutilación ablación/ genital femenina (A/MGF) está profundamente arraigada en la cultura somalí, la práctica es casi universal. Las niñas y mujeres están hechas para que sus genitales externos sean retirados total o parcialmente –algunas de ellas cuando todavía son unas niñas, otras cuando llegan a la pubertad– para preservar el honor femenino, la castidad y la belleza, lo que garantiza que sean aptas para contraer matrimonio. 

 

© UNICEF/NYHQ2009-2260/Holt
Fatima, de 7 años, se sienta en una cama en su casa en la región de Afar, Etiopía. Fue sometida a A/MGF cuando tenía 1 año de edad.


Pero Kheiriya se niega a ser una de ellas. Ella permanece firme en sus convicciones ante las críticas con el apoyo de su familia y los trabajadores de salud de la comunidad que forman parte de un movimiento más amplio para eliminar la A/MGF.

La oposición aumenta 

Un nuevo e innovador informe de UNICEF señala que más niñas como Kheiriya, así como mujeres y hombres, están diciendo no a la A /MGF hoy más que nunca, y más comunidades están abandonando esta tradición centenaria.

En el informe Mutilación/ablación genital femenina: Resumen estadístico y exploración de la dinámica del cambio, UNICEF recopila y analiza datos de 740 encuestas representativas a nivel nacional que se realizaron durante un período de 20 años en 29 países de África y Oriente Medio en donde se practica la A/MGF.

"Este informe es la recopilación más completa de estadísticas y análisis de datos sobre la A/MGF hasta la fecha", dice Claudia Cappa, especialista en Estadística y Seguimiento de UNICEF. "Es muy importante porque muestra, por primera vez, lo que sabemos de lo extendida que es esta práctica, las actitudes que la rodean y los motivos por los cuales continúa. También es el primer informe que incluye datos de países como Irak para los que no se tenían cifras nacionales".

Las conclusiones del informe apuntan a una fuerte disminución de la A/MGF en muchos países en los que se practica. La prevalencia se ha reducido hasta casi a la mitad de las adolescentes en Benin, la República Centroafricana, Irak, Liberia y Nigeria. "En la mayoría de los países encuestados, la mayoría de las niñas y mujeres que se han sometido a la práctica no ven beneficios y creen que la práctica no debe continuar", dice la Sra. Cappa. "Más madres son conscientes de que la A/MGF puede llevar a su hija, o a una niña, a la muerte. Por lo tanto, hay una mejor comprensión de las consecuencias, lo cual ya es un avance muy importante”.

"Nosotros no hablamos"

Tal vez una de las revelaciones más sorprendentes es el grado de discrepancia entre el escaso apoyo a la A/MGF y la alta prevalencia de esta práctica. Incluso en países en los que la mayoría de niñas y mujeres han sido cortadas, una proporción significativa de la población se opone a la práctica.




© UNICEF NYHQ/ 2013/Asselin
Josephine Akissi Coulibaly, una expracticante de la A/MGF, en su traje ceremonial tradicional en su casa de Katiola, Costa de Marfil. Abandonó la práctica, gracias a la labor de promoción de UNICEF y la organización asociada OIS Afrique.


"Esto confirma que hay una obligación social, que la práctica es relacional", explica Francesca Moneti, especialista en Protección Infantil de UNICEF. "Hago lo que hago porque sé que esperan que lo haga, y viceversa. La visión programática y clara del informe establece que hay que hacer visible el hecho de que las personas en su ámbito privado no son compatibles con la práctica. Por lo tanto, es posible que tanto tú como yo no estemos de acuerdo con realizar el corte, y puede que no lo apoyemos, pero veo que cortan a tu chica, y tú me ves cortando a la mía, y crees que estoy de acuerdo porque me ves haciéndolo, pero no hablamos".

El informe establece algunas medidas clave necesarias para eliminar la A/MGF, una de ellas es encontrar formas de visibilizar las actitudes que favorecen el abandono de la práctica, para que las familias sepan que no están solas. La Sra. Moneti destaca que el aumento de la visibilidad podría generar una reacción en cadena contra la A/MGF que conduzca a un final relativamente rápido de la práctica.

"Con esto quiero decir décadas y potencialmente toda una generación, antes de que desaparezca por completo en un grupo de población... pero eso no es mucho tiempo en términos de desarrollo, especialmente si se piensa que la práctica ha existido por más de 1.000 años," señala.

Hablar en voz alta y clara

Más de 125 millones de niñas y mujeres vivas hoy en día han sido sometidas a la A/MGF en los 29 países de África y el Medio Oriente en donde se concentra, y 30 millones de niñas corren el riesgo de ser cortadas en la próxima década.

"La A/MGF es una violación de los derechos de la niña a la salud, el bienestar y la autodeterminación", dice la Directora Ejecutiva Adjunta de UNICEF, Geeta Rao Gupta. "Lo que se desprende de este informe es que la legislación por sí sola no es suficiente. El reto ahora es dejar que las niñas y mujeres, niños y hombres hablan en voz alta y con claridad y anuncien que quieren ver esta práctica dañina como un asunto del pasado".



 
Click to enlarge: 29 countries, more than 125 million girls and women [PDF]
 

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