agosto 05, 2014

Las niñas de China “que quedan atrás” aprenden a protegerse -

Las niñas que quedan atrás, hijas de padres migrantes, cuentan ahora con espacios seguros y se están creando cursos para niñas y niños, docentes, líderes comunitarios y autoridades públicas para prevenir la violencia sexual, con el apoyo del Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres.

Yuan Yuan*, una niña tranquila de segundo curso, padece un trastorno mental leve que influye en su capacidad de aprender y comunicarse. Su padre, discapacitado mental, la dejó hace unos años para buscar trabajo en la ciudad y su familia no ha sabido nada más de él desde entonces. Incapaz de mantener a la familia, su madre también se fue y nunca volvió. Desde ese momento, los abuelos paternos de Yuan Yuan han cuidado de ella. Pero no siempre están ahí.

“Ese hombre me da miedo… se reía de mí y me tocaba. No me gusta”, admitió Yuan Yuan, de ocho años de edad, durante una visita de Zhang Xinyu, responsable de un programa junto con el Centro de Desarrollo Cultural de Beijing para la Mujer Rural (BCDC, por sus siglas en inglés), después de que una Federación de Mujeres local trasladara su queja de que un vecino de 70 años de edad la había agredido sexualmente.

El BCDC pagó el tratamiento médico de Yuan Yuan y colaboró con la Federación de Mujeres para garantizar que pudiera prevenir cualquier otro intento del vecino de acercarse a la niña o en su caso reaccionar adecuadamente.
En la escuela de primaria de Fuhe, Suizhou (China central), el alumnado aprende a protegerse en las relaciones personales. En este ejercicio, se enseña a decir “no” a un compañero cuando se cree que está demasiado cerca y el globo puede explotar y “hacer daño”.


Foto: Xinyu Zhang

Yuan Yuan es una de las más de 2.500 niñas que reciben ayuda de un programa financiado por el Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres, gestionado por ONU Mujeres en nombre del sistema de las Naciones Unidas. El programa ha reunido a docentes, tutoras y tutores, agentes de la policía local y profesionales sanitarios para proteger a las “niñas que quedan atrás” de China.

El rápido crecimiento económico de China, impulsado por la industria manufacturera de la parte oriental del país, junto con los altos índices de desempleo y los bajos salarios de las regiones central y occidental, ha provocado un fenómeno increíble de migración interna en el país que se estima en 263 millones de personas que se trasladan de zonas rurales hacia las ciudades industriales.[i] En muchos casos, madres y padres se ven obligados a emigrar a las ciudades sin sus hijas e hijos debido al sistema hukou (registro familiar), el cual estipula que niñas y niños tienen que acudir a la escuela pública únicamente en su ciudad o pueblo natal.

Según un informe de 2012 de la Federación Nacional de Mujeres de China, la cifra de niñas y niños que quedan atrás asciende a más de 61 millones, con un total de niñas que supera los 28 millones. Cerca de un 33 por ciento de niñas y niños que quedan atrás se cría con sus abuelos, mientras que el 10,7 por ciento se cría con otras personas de la aldea o familiares, y al menos un 3,4 por ciento queda abandonado a su suerte.[ii]

Además de la financiación proporcionada por el Fondo Fiduciario de la ONU, ONU Mujeres ofrece asistencia técnica al BCDC para reducir el riesgo de violencia sexual contra niñas y niños rurales, prestando especial atención a las niñas cuyos padres han emigrado a las ciudades. Los objetivos del programa son: aumentar los conocimientos sexuales y la autodefensa de las niñas; asegurar que tanto tutores como la comunidad quieren y pueden prestar la orientación necesaria para reducir su vulnerabilidad ante los abusos sexuales; modificar el entorno social que promueve la violencia sexual; y empoderar a las mujeres y las niñas.

“Protegernos y aprender a decir NO a los extraños es muy importante”, afirma Xiao Mei, alumna de séptimo curso. También dijo sentirse muy orgullosa de haber podido compartir un manual de capacitación y las habilidades de autodefensa que ha aprendido con sus hermanas y hermanos. “Mi hermana mayor me dijo que era muy tímida y que nunca le habían informado de estas cosas antes”.

Como parte de un curso sobre seguridad sexual para alumnas y alumnos en la escuela central de primaria de Yindian, en Suizhou, China central, una niña de seis años de edad hace un círculo alrededor de las partes íntimas del cuerpo humano después de haber aprendido a identificarlas tanto en cuerpos de mujeres como de hombres. Foto: Xinyu Zhang

A finales de 2013, 500 profesoras y profesores locales, 5.000 alumnas y alumnos y 2.200 tutoras y tutores habían participado en programas de capacitación sobre la concienciación y la prevención de los abusos sexuales de niñas y niños y 210 personalidades —mujeres y hombres líderes activos en la comunidad— habían participado en cursos sobre los peligros que conllevan los abusos sexuales a niñas y niños.

El programa implementado por el BCDC ha creado seis centros de recursos (tres comunitarios y tres en escuelas), para proteger a niñas y niños y prevenir la violencia sexual. En las aldeas, forman grupos de gestión y, en las escuelas, las y los docentes organizan actividades en torno a temas relacionados con la seguridad de las niñas que quedan atrás, como, por ejemplo, actividades de lectura, conferencias y actuaciones para generar conciencia sobre la prevención de los abusos sexuales a niñas y niños.

Es más, gracias a la financiación del Fondo Fiduciario de la ONU, la asistencia técnica de ONU Mujeres y de personal experto nacional, se elaboró y divulgó una serie de manuales educativos sobre la seguridad de las niñas, que incluían conocimientos sobre sexo, abusos sexuales y género, incluida la igualdad de género, violencia de género y la relación entre estas cuestiones.

Shen Xiaoyan, una profesora de primaria de Fuhe, Suizhou (China central), recuerda una observación que le hizo un colega cuando estaba preparando una presentación de un curso sobre seguridad sexual para alumnas y alumnos en 2013. “Estas cosas [los materiales educativos sobre sexo] me parecen tan normales [ahora]. ¿Por qué tan sólo hace unos años me avergonzaban tanto?”.

El programa ha cambiado actitudes y derribado muros de silencio, y diversas partes implicadas han denunciado casos de abusos sexuales.

“Después de las actividades del proyecto y la capacitación, los residentes locales y responsables gubernamentales se han prestado a buscar todos los recursos posibles para ayudar a las y los sobrevivientes de abusos sexuales contra niñas y niños”, afirmó la Sra. Zhang Xinyu, del BCDC. “En el pasado, este tipo de información se consideraba secreta, lo que impedía a las y los sobrevivientes y a sus familias revelarla a otras personas”.

Como muestra de la creciente atención que despierta la difícil situación de las niñas y los niños que quedan atrás y los abusos sexuales contra las niñas que quedan atrás, la Federación de Mujeres presentó en 2012 diversas propuestas influidas por el programa ante la Asamblea Popular y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino en Suizhou, una ciudad de la parte central de China. En 2013, el Departamento de Educación de Suizhou publicó un documento de política que exigía el fortalecimiento de la educación sobre seguridad de alumnas y alumnos en todas las escuelas de primaria y primer ciclo de secundaria.

*Nombre ficticio para proteger su identidad.
Fuente: Onumujeres


Oficina Nacional de Estadística de China, 22 de febrero de 2013.

“Estudio sobre niños abandonados en áreas rurales y niños migrantes en áreas urbanas” realizado por la Federación Nacional de Mujeres de China, 10 de mayo de 2013. http://acwf.people.com.cn/n/2013/0510/c99013-21437965.html

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in