octubre 23, 2014

Las Mujeres de Angola: De la batalla por la Liberación del país a la Lucha por la Supervivencia

Las mujeres angoleñas comenzaron a participar en la vida política a través de los movimientos que lucharon para garantizar la independencia de Angola, alcanzada el 11 de noviembre de 1975: la UNITA[1], liderada por Jonás Savimbi; el FNLA[2], dirigido por Holden Roberto, y el MPLA[3], por Agostinho Neto, que fue el primer presidente de la Angola independiente. Desde entonces hasta ahora, sus “campos de batalla” han cambiado, pero aún queda mucho camino para conseguir la igualdad efectiva y el reconocimiento pleno de sus derechos.

Desde la lucha por la independencia y hasta ahora, han existido y existen en Angola organizaciones de mujeres ligadas a los partidos políticos principales. Una de ellas es la Liga de Mujeres Angoleñas (LIMA), presidida por Miraldina Jamba. Existe desde hace más de 40 años (1972), es decir, seis años después de la fundación de la UNITA (1966). Nació en el marco de la lucha por la liberación nacional, en un contexto totalmente diferente del actual. Como organización femenina de partido, inicialmente tenía el papel de difundir su ideología y luchar al lado de los hombres, ayudando en el soporte de los combatientes en tiempo de guerra contra el colonialismo.

Lo mismo aconteció con las mujeres de la OMA (Organización de la Mujer Angolana), ligada al partido que aún hoy está en el Gobierno, el MPLA. Y lo mismo se puede decir de las mujeres del FNLA: su surgimiento en el principio fue idéntico, hasta hoy, con la aparición de otras responsabilidades de actuación y otros desafíos en tiempos de paz y democracia.

Durante el proceso de liberación nacional, estos tres movimientos, en los que las mujeres estuvieron siempre presentes y participaron, tuvieron las mismas responsabilidades: la lucha por la descolonización de Angola. Miraldina Jamba recuerda a un grupo de heroínas que lucharon al lado de LIMA y de la UNITA, que se destacaron en varias áreas, como educación, salud y militar. Hubo muchas mujeres que lucharon en la clandestinidad y desde ahí contribuyeron a la liberación, a pesar de no haber tenido visibilidad, como sí pasó con las mujeres del MPLA.

Con esta participación de las mujeres angoleñas en la lucha por la independencia se abría un proceso para lograr la igualdad en la atribución de responsabilidades sociales y políticas entre hombre y mujeres del país. Ahora el contexto es otro y la situación de sus derechos ha cambiado[4], así como los niveles de participación de las mujeres en la vida pública del país.

Pasos recientes hacia la igualdad

En el año 2013, el Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional para la Igualdad y Equidad de Género, una herramienta importante para la construcción y promoción de los derechos de las mujeres.

Un ejemplo del trabajo que se ha hecho en diferentes campos para conseguir la igualdad de género es el realizado por la Asociación de la Mujer Policía de Angola (AMPA), presidida por Elisa Pedro Maria Dias. La AMPA fue fundada con el objetivo de trabajar con las mujeres policías para disminuir gradualmente las discriminaciones que éstas viven en el interior de la policía angoleña. Han promovido iniciativas para sensibilizar a los hombres y a las mujeres, además de trabajar cuestiones de violencia doméstica a nivel nacional.

Desde 1995 contribuyen a la promoción de la mujer policía, tratando de evitar las discriminaciones de los jefes y subjefes en cuanto a la atribución de responsabilidades. Hoy afirman que estas discriminaciones han disminuido y que se ha conseguido concienciar a gran parte de los hombres policías.

Hoy, la AMPA tiene representantes en todo el territorio de Angola y realiza acciones en las comunidades. Para estas mujeres, la interacción con otros organismos y la participación en foros internacionales tienen un gran valor.

Angola. Fotografía: Susana Pérez.

Participación social y política

Otra de las organizaciones que trabaja para promover los derechos de la mujer en Angola es la Plataforma Mulheres em Ação (PMA), cuya directora ejecutiva es Verônica Sapalo y que está formada por 30 ONG.

Sus programas se centran en la promoción de la participación social y política de las mujeres en la vida pública, tratando de influir en las políticas a nivel macro. Trabajan para entender cómo se definen los presupuestos generales del Estado y las políticas de inclusión que existen en los gobiernos provinciales.

Para Verônica Sapalo, la participación de las mujeres puede lograr que las personas que toman las decisiones aborden políticas de inclusión efectivas para la igualdad. La Plataforma está convencida de que los problemas de las comunidades dependen de ellas, tal y como ocurre en los procesos de los CAC, los consejos de auscultación social que gobernadores y administradores tienen el deber de realizar. La participación contribuye a la transparencia de estos procesos y, por tanto, a la promoción de la igualdad.

Es necesario que las personas que gestionan lo público conozcan los mecanismos de inclusión social y sepan direccionar bien estas acciones en las áreas adecuadas. Al mismo tiempo, deben descentralizar sus responsabilidades y delimitar sus acciones, según la presidenta de la PMA.

En la actualidad, la PMA tiene dificultades para reforzar las capacidades de las organizaciones miembros en cuanto a los mecanismos para trabajar con el gobierno. Consideran positivo que estas organizaciones tengan estructuras que les permitan gestionar actividades y proyectos.

Mujeres en el Parlamento: más allá de las cifras

Con respecto a la representación de las mujeres en el Parlamento, la Plataforma Mulheres em Ação considera que el ideal sería alcanzar el 50 por ciento, como marca la Organización de las Naciones Unidas, superando el 39 por ciento actual.

Pero la representación en el Parlamento no es sólo un asunto numérico. La calidad de esta representación es el punto más importante, pues las mujeres deberían tener una agenda que permitiese mayor intervención sobre los problemas de las demás mujeres, especialmente las más vulnerables: las mujeres rurales y las vendedoras ambulantes (conocidas como zungueras en Angola).

Sin una agenda común de las mujeres que están en organizaciones de la sociedad civil y de las que están en el Parlamento o el Ministerio de la Familia y Promoción de la Mujer (que tienen más responsabilidades de gestión de las políticas del Gobierno), las parlamentarias mirarán siempre más hacia la disciplina de partido por miedo a perder beneficios como sus salarios, viajes y otras regalías que tienen como diputadas.

En opinión de Verônica Sapalo, de la Plataforma Mulheres em Ação, sin esta agenda común nada va a cambiar en cuanto a la resolución de los problemas de todas las mujeres, tal y como afirma al analizar el desempeño de las parlamentarias de los partidos con representación.

Verônica Sapalo piensa que las parlamentarias deberían dinamizar las estructuras del Ministerio de Familia y Promoción de la Mujer, así como de otras instituciones que se comprometieran a luchar en el área. Las diputadas angoleñas tendrían que poder decidir acerca de la naturaleza y presupuestos de las acciones para la mujer, pero, sin embargo, hasta el momento no han ejercido realmente su papel para la resolución de muchos problemas, más allá de la falta de solidaridad a la que ya hemos hecho referencia.

Imposiciones de los partidos y logros legislativos

A pesar de que Verônica Sapalo reconoce que las disciplinas de los partidos favorecen esta falta de solidaridad y dificultan los cambios, también opina que las diputadas se han acomodado a los beneficios y privilegios que tienen en el ejercicio de sus funciones, lo que hace que no se comprometan tanto como debieran con el sufrimiento de otras mujeres.

Actualmente la UNITA tiene nueve mujeres en el Parlamento (en la legislatura pasada tuvieron cuatro). Miraldina Jamba, que preside la Liga de Mujeres Angoleñas (LIMA), se siente satisfecha con este aumento del número de mujeres en el interior del partido. También de los contactos e intercambios con otros partidos políticos, porque sus problemas y la lucha por los derechos de las mujeres son comunes. Afirma que, con independencia del color de los partidos, las mujeres siempre deben sentirse orgullosas de la promoción de una de ellas.

Tras recordar que el Parlamento tiene 91 mujeres y 220 hombres, Miraldina Jamba sostiene que existen ya algunas iniciativas puestas en marcha de manera conjunta por las diputadas. La Ley contra la Violencia Doméstica (2011), por ejemplo, fue fruto de su entrega y participación. En este caso, las mujeres parlamentarias dejaron clara su unión contra la violencia doméstica[5] y frente a las dinámicas de los partidos.

Foros y preocupaciones comunes

Además de esta ley, existen otras experiencias, como la participación en la Unión Parlamentaria Africana, en la Comunidade dos Países de Língua Portuguesa (CPLP) y en la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), así como en otros organismos y eventos internacionales.

Las preocupaciones de todas en los foros nacionales e internacionales son las siguientes: lucha contra la pobreza, analfabetismo, participación política, prostitución y otros males. La pobreza tiene rostro femenino y la mirada de estas mujeres recae sobre las dificultades que tienen otras para hacer frente a su día a día, especialmente sobre las vendedoras ambulantes y sus luchas con la policía fiscal de los gobiernos provinciales. Las razones que llevan a las mujeres a vender en las calles de las grandes ciudades son complejas, y entre ellas se encuentran la escasez de empleo y la ausencia de industria.

En opinión de Miraldina Jamba, las mujeres angoleñas, nobles y batalladoras, asumen grandes responsabilidades a la hora de educar y dar de comer a sus familias, con todos los riesgos que corren día a día en distintas esferas. La solución de los problemas que hemos ido citando en este artículo depende de todas las personas, de que todas las ciudadanas y ciudadanos se involucren de manera responsable en el cambio de actitudes.

Por Simão Hossi, coordina actualmente un proyecto de género y violencia contra las mujeres en la Angolan Women Action Organization. Twitter: @simaohossi.
Traducido para Pueblos – Revista de Información y Debate por Susana Pérez Sánchez.


NOTAS:
  • União Nacional para a Independência Total de Angola.
  • Frente Nacional de a Libertação de Angola.
  • Movimento Popular de Libertação de Angola.
  • Las principales leyes, sistemas e instituciones que trabajan en Angola contra la violencia de género son las siguientes: Lei contra a violência doméstica (aprobada en 2011); Ministério da Família e Promoção da Mulher (órgano del Gobierno central encargado de definir y ejecutar la política nacional para la defensa y garantía de los derechos de las mujeres); Sistema Integrado de Indicadores de Género, SIIGénero (creado por el Ministério da Família e Promoção da Mulher en 2012, pretende sistematizar las informaciones sobre violencia machista); Departamento de Luta Contra a Violência Doméstica da Direcção Nacional de Investigação Criminal (creado para atender las denuncias de violencia doméstica, está presente en todas las provincias), e Instituto Nacional da Criança, INAC (órgano estatal encargado de diseñar las políticas relativas al bienestar de los niños y niñas en Angola y de velar por el cumplimiento de sus derechos).
  • En cuanto a violencia doméstica en Angola y comunicación, destaca la Guia para Meios de Comunicação sobre a Violência Doméstica em Angola (2013), una manual del Fórum de Mulheres Jornalistas para a Igualdade no Género de Angola y LolaMora Producciones. Esta obra puede descargarse en la web http://lolamora.net.

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