octubre 13, 2014

Presentación del libro “Tejidos que lleva el alma” Memoria de las mujeres mayas sobrevivientes de violación sexual durante el conflicto armado.

El próximo jueves 16 de octubre, a las 19 h., se presenta, en la sala La Cuina, Centre de Cultura de la Dona Francesca Bonnemaison de Barcelona, la publicación “Tejidos que lleva el alma. Memoria de las mujeres mayas sobrevivientes de violación sexual”. Asistirá la integrante de la Colectiva Actoras de Cambio de Guatemala Liduvina Méndez y la entrada será libre.

Durante el conflicto armado es la recopilación de las vivencias de las mujeres mayas que sufrieron violencia sexual durante la dictadura de Efraín Rios Montt y rompieron el silencio después de 25 años, del acompañamiento que la Colectiva Actoras de Cambio realizó en el proceso de sanación y recuperación de estas mujeres indígenas y de las reflexiones teóricas y políticas extraídas en común. Tejidos que lleva el alma rescata la memoria de las mujeres mayas como sujetas históricas y convierte lo personal en político.


Es el resultado de la investigación-acción realizada durante casi tres años por el ECAP (Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial), la UNAMG (Unión Nacional de Mujeres guatemaltecas) y feministas independientes que participan en la Colectiva Actoras de Cambio.

La investigación evidencia como la violación sexual fue utilizada por el Estado para destruir la continuidad biológica, social y cultural del pueblo maya a través de los cuerpos de las mujeres.

Nombrar la violación se trasforma aquí en un acto profundamente transgresor ante las numerosas estrategias de silenciamiento y estigmatizaciones impuestas por la ideología patriarcal y racista.

Además, la investigación analiza en la piel de estas mujeres las profundas rupturas que la violación sexual significó, la estigmatización que las revictimizó y las profundas huellas que ha dejado en su interior, así como el empoderamiento de la mano de Actoras de Cambio, que les dio herramientas para “afrontar el trauma, salir del dolor y desprenderse del hecho violento para reconstruir su vida”.

De este modo, Tejidos que lleva el alma se convierte en una herramienta de dignificación para todas las mujeres de Guatemala.

Actoras de Cambio

Actoras de Cambio es una colectiva guatemalteca con diez años de historia, que nació como resultado de la puesta en común de los sueños de mujeres, feministas y lesbianas de la cultura maya, mestiza y francesa. Su filosofía nace de la idea de que “es posible reconstruirse después de haber vivido el horror, y crear un mundo justo, de respeto y libertad para las mujeres, donde la violación sexual, la guerra y el racismo ya no se toleren ni consideren algo normal”.

Actoras tiene “un funcionamiento horizontal, basado en responsabilidades claras y definidas y no en lugares jerárquicos. Las decisiones, tanto estratégicas como operativas, se toman en reunión de equipo, donde participan todas las mujeres que forman parte de Actoras.


Conscientes de que las jerarquías no se definen únicamente a partir de estructuras, desarrollamos espacios bimensuales para abordar y desarticular las relaciones de poder y conflictos que se crean a lo largo del trabajo en equipo”.

Así, explican que “los principios de respeto, justicia, igualdad, libertad, solidaridad y autonomía orientan nuestro trabajo, las relaciones que establecemos con las mujeres que acompañamos y las relaciones que creamos entre nosotras. Cuestionamos de forma permanente nuestra forma de actuar para que estos principios no se queden en enunciados de buenas intenciones sino que sean una práctica real de nuestras relaciones cotidianas”.

Superar la violencia desde la cosmovisión feminista e indígena

“El feminismo nos propone ‘lo personal es político’”, explican, “así que la propuesta era analizar nuestra vida, mirar dentro de nosotras mismas. En el equipo teníamos la experiencia de utilizar la energía para sanarnos, lo corporal, los procesos de autoconciencia feminista, y también contábamos con muchos elementos de la cosmovisión maya, que nos ve como seres totales y no fragmentados: el fuego, el aire, la naturaleza, el calendario maya, entre otros, para resignificar la violencia".


Utilizaron técnicas como “la pintura. Al principio, cuando pintaban dónde están las marcas de la violencia sexual, las mujeres mayas pintaban todo su cuerpo y fuera, en el campo energético”. Otra metodología fundamental “es que las mujeres, estando presentes en los grupos, nos responsabilizábamos de nuestro proceso de sanación, cada una desde sus posibilidades, sus ritmos, y el equipo no impone ni dirige el proceso, lo hacemos juntas".

Fuente: AmecoPress.

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in