julio 02, 2019

Capitana alemana podría enfrentar 12 años de prisión.La arrestan por salvar migrantes en su barco


Imagen retomada del Twitter de Sea Watch

La capitana de un buque privado de rescate de migrantes en el mar mediterráneo, la alemana Carola Rackete, fue detenida después de forzar el ingreso de su barco, “SeaWatch3”, el sábado en el puerto de la isla italiana Lampedusa. Según las autoridades italianas, ella enfrentará hasta 12 años de prisión por ayudar a la inmigración ilegal, entrar a aguas territoriales sin permiso y resistencia contra un buque de guerra.

El barco, después de rescatar a 53 migrantes de una balsa en el mar, había cruzado 15 días en alta mar, frente a la isla, a raíz de la política anti-inmigrante que lleva el gobierno del país. El ministro interior, Roberto Salvini, empujó recientemente un decreto que multa con 50 mil euros (aproximadamente un millón de pesos mexicanos) a barcos que entran a aguas territoriales italianos barcos que considera un “peligro para la seguridad nacional”.

Salvini atacó a la capitana directamente via Twitter, llamándola “criminal” y una “astuta que hace política a costa de unas docenas de migrantes”. Pero luego de una sentencia de emergencia de la Corte Europea de Derechos Humanos, que dictó el 25 de junio que las autoridades italianas tenían razón en prohibir la entrada del barco, la desesperación a bordo llegó a tal nivel que la capitana decidió forzar el ingreso.

“Sé lo que estoy arriesgando, pero las personas están agotadas. Los llevo a salvo”, anunció a través de las redes sociales de su organización, Sea Watch, y entró a aguas italianas. Dos días más tarde, forzó su embarque en el puerto de Lampedusa, para que las y los 40 migrantes restantes (13 personas habían sido evacuadas y llevadas a Italia por razones de salud) puedan tener tierra firme bajo sus pies.

Mientras que las personas migrantes fueron llevadas a un albergue, la capitana Rackete fue detenida inmediatamente y puesta bajo arresto domiciliario. El barco, muy grande para el pequeño puerto de Lampedusa, fue llevado a anclar a unos cientos metros de distancia y se supone va ser confiscado por las autoridades italianas.

Las imágenes y videos de la detención dieron la vuelta en los medios europeos y provocaron una ola de indignación, sobre todo en Alemania e Italia. Dos célebres presentadores de la televisión alemana hicieron un llamado a recaudar fondos para proveer la mejor asistencia legal a la capitana. De la misma manera, se juntó dinero a través de una página de Facebook en Italia, las dos acciones en conjunto llegaron a un millón de euros (aproximadamente 21 millones 600 mil pesos mexicanos) en donaciones en tres días.

Personas usuarias de las redes sociales y comentaristas de los medios siguen disputando si las acciones de la capitana fueron un acto de humanidad, o un “capricho” de una mujer de 31 años que quiso ponerse encima de la ley. Durante la maniobra de llegar al muelle, una lancha de la policía aduanera se metió en el camino, intentando atracar el paso, pero la Sea Watch es más grande, no pudo frenar y ambos chocaron.

Esta fue la acción más criticada de Carola Rackete, que luego envió sus disculpas y dijo que de ninguna manera quería perjudicar la lancha de la policía, la cual luego de parecer atrapada entre el muelle y la “Sea Watch”, logró salir sin daño. En un comunicado, la organización argumentó que la policía se metió en el camino a propósito, pero que la capitana llevó todas las maniobras a cabo de manera muy lenta, “no confrontativa”.

Varios líderes de la iglesia alemana, tanto católica como luterana, condenaron la detención de Rackete y exigieron que sea liberada pronto. “No es un crimen rescatar a personas en el mar”, fue un lema repetido por muchas personas solidarias. Algunos políticos, como el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier demandaron lo mismo. Otros, como los ministros de relaciones exteriores y desarrollo, se pronunciaron de manera más cauta.

“El resultado de un proceso jurídico sólo puede ser una sentencia absolutoria”, dijo el ministro de relaciones exteriores, Heiko Maas, mientras que el ministro de desarrollo, Gerd Mueller, expresó su esperanza que la Unión Europea, desde Bruselas, ejerza presión sobre Italia para liberar a Rackete. Todos ellos, al mismo tiempo fueron criticados por no adoptar una política más integral al nivel europeo.

Los países integrantes de la Unión Europea llevan años de no ponerse de acuerdo sobre cómo distribuir a las personas migrantes que llegan a las costas mediterráneas. Según la política europea, las y los refugiados deben pedir asilo en el primer país europeo que pisan, lo que lleva a Italia, Grecia y España a llevar el mayor peso de la migración.

Como consecuencia, el gobierno populista de derecha de Italia ha terminado oficialmente la misión de su marina, de buscar y rescatar migrantes en el mar. Luego, empezó a cerrar sus puertos para los barcos de rescate de organizaciones sociales, y empezó a criminalizar a las personas defensoras. Esto, por un lado, como una medida de chantaje para que los países nórdicos de la Unión, en muchos casos el destino final de las y los migrantes, asuman más responsabilidad. Por el otro lado, el discurso anti-inmigrante de Mateo Salvini es muy popular y le ha ganado votos en las elecciones pasadas.

Carola Rackete, fue presentada ante un juez de la fiscalía de Agrigento, en Sicilia, el día de hoy. Éste decidirá mañana si la capitana queda bajo arresto. Los argumentos de la defensa fueron que ella tomó la decisión por necesidad, por miedo de que las personas rescatadas se lanzaran sobre la borda y se suicidaran. "Fue una elección desesperada", aseguraron Leonardo Marino y Alessandro Gamberini, los abogados de la ONG alemana.

Por Sonia Gerth
Fuente: Cimacnoticias

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