Lola Vendetta envainó su katana
La ilustradora catalana utilizó las redes sociales como “una galería de arte personal” para crear a la famosa justiciera feminista de cómic.
Raquel Riba, creadora del personaje de cómic Lola Vendetta, en el Centre d’Arts Santa Mònica, donde participó en las Cruïlla Talks de esta semana (atset)
Raquel Riba, ilustradora provocadora, y su alter ego Lola Vendetta, la heroína de cómic que empuña una katana para luchar contra la discriminación de la mujer, llevan años caminando juntas pero ahora ha llegado la hora de trazar sendas propias. El cambio ya se entreveía en la tercera entrega del personaje ilustrado, publicada en abril y titulada Lola Vendetta y los hombres, en cuya portada sale la justiciera con la espada envainada, y lo confirma Raquel Riba Rossy, la artista inspiradora: “empecé a dibujar a Lola Vendetta para dar rienda suelta a mi rabia, pero ahora he ido creciendo y la ira no es lo que más me interesa, me interesa más pasar a la acción, contribuir a cambiar cosas que me indignan”.
Raquel Riba, de 29 años, esboza este proceso de madurez antes de participar en una charla contra el postureo junto a otra ilustradora, Paula Bonet, dentro del ciclo de charlas que acompaña al festival musical Cruïlla en Barcelona. “Vivimos en un mundo de postureo, muy visible en la frivolidad de las redes sociales”, espeta pese a que admite que la fama y el éxito de su personaje son un producto de las redes sociales.
“Dibujé a Lola para dar rienda suelta a mi rabia, pero ahora he crecido y quiero más acción“, dice la artista
Casi cada día, Lola Vendetta aporta en la ventana de Instagram un grano de ácida reflexión a más de 25.000 seguidores sobre las relaciones tóxicas, el acoso callejero, los tabúes sobre la menstruación y otros que afectan a las mujeres, y demás temas que encolerizan a Raquel Riba Rossy. Ese ritmo comporta responsabilidad y constancia, incluso los días más perezosos. Pero no se permite el lujo de dejar de cumplir en las redes, a las que llama “una galería de arte personal” que da una dimensión mucho más masiva a sus creaciones.
En una de las últimas viñetas se ve a la protagonista en una playa oteando el horizonte de espaldas, y se lee: “Había aprendido a luchar contra su cuerpo y un día decidió escucharlo y entonces se dio cuenta de que cuando empieza la escucha la guerra se acaba”. Y la firma, en rojo, Lola Bendita, con el apellido Vendetta tachado.
Pero hay un punto de saturación entre las dos identidades, la de Raquel @mossa.lola que se define “activista, feminista, cantante y consciente del poder que adquirimos mimando este mundo” y la de @lola.vendetta, descrita oficialmente como personaje de cómic y que supuestamente es ilustradora, como su creadora, aunque nunca se ha planteado qué quiere ser de mayor. “La verdad es que me hago un lío, porque al principio Raquel jugaba a identificarse con Lola pero ahora quiero ser más yo y tengo ganas de explorar nuevos campos, como cantar”, confiesa.
Lola Vendetta nació unos tres años antes de que se publicara el primer libro, Más vale Lola que mal acompañada (2017), una versión más tierna pero igual de sanguinaria que la Kill Bill del cine, que fue gestándose poco a poco a partir de la irritación que fue floreciendo en Raquel Riba, educada en un colegio religioso, cuando el bachillerato artístico comenzó a revelarle un mundo ignoto: “Me dí cuenta de la cantidad de información que hasta ese momento no se me había dado, me hablaban de lo bonito que era ser mujer pero no me habían dicho nada de los orgasmos”.
Lola Vendetta ha molestado a mucha gente, no solo por la violencia de las viñetas, sino por el lenguaje sin tapujos y los tacos, y las referencias visuales y textuales a temas tabúes o atrevidos, como cuando dibujó diálogos de Lola con Dios y esta le recriminaba el reparto tan poco equitativo del dolor entre hombres y mujeres. “Sigo sin entender por qué molesta hablar de la regla, algo que afecta a la mitad de la población cada mes; estoy convencida de que si les pasara a los hombres sería un tema importante de conversación”, razona.
Los prejuicios sobre la menstruación y la genitalización femenina siguen haciendo rabiar a la artista catalana. También muchas injusticias le enervan y, transmutada en Lola Vendetta, le provocarían blandir la katana y cortar cabezas “como que vivamos en un mundo en el que un hombre, por el simple hecho de tener dinero, pueda para estar con una mujer de la edad que sea, pagando lo que haga falta”.
Licenciada en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona, Raquel Riba Rossy cree que hay que disfrutar el feminismo y, en el fondo, se siente optimista, porque pese a que le embarga la sensación de que “hemos ido para atrás”, también cree que el feminismo ha dejado de ser una ideología de radicalidad. “Que el feminismo sea mainstream es todo un avance, y que se hable de temas feministas en conversaciones en los bares es un buen síntoma, pero tampoco podemos pensar que porque el 8-M hay miles de personas en la mani ya está todo hecho”.
Raquel creció y Lola está buscando nuevas armas para su “reEvolución femenina”, como ha llamado a los talleres de empoderamiento que organiza para cambiar vidas de mujeres.
Por DAVID DUSSTER,
Fuente: La Vanguardia