agosto 01, 2019

2° Encuentro Nacional de Mujeres en México: mantener encendida la luz de las compañeras zapatistas




“Compañeras. Somos libres en la fiesta de la vida
En las asambleas, con la flor de las palabras respetadas
En la pareja, en la comunidad, o en la organización 
En la responsabilidad del cargo y del servicio.
El acuerdo de cuidar con amor nuestra madre naturaleza
Consensamos, nos miramos, nos alegramos y nos reímos”.

(Fragmento de Poema Convocatoria al Encuentro Nacional de Mujeres 2019)

Los días 26 y 27 de julio en la comunidad de Nahua de San Juan Volador, Municipio de Pajapan, Sur de Veracruz; mujeres de 21 estados de México y 12 países se reunieron en el 2do Encuentro Nacional de Mujeres convocado y organizado por las mujeres del Consejo Nacional Indígena (CNI) y del Consejo Indígena de Gobierno (CIG). La tinta estuvo presente y comparte una crónica de lo acontecido.

La convocatoria a todas las mujeres que luchan comenzó recuperando la pregunta de las compañeras zapatistas en el 1er Encuentro Internacional Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, celebrado en el Caracol de Morelia los días 8, 9 y 10 de marzo del 2018: “¿Dónde está pues tu lucecita que te dimos? Con Ramona, nuestra mayora color de la tierra, con Bety Cariño nuestra hermana asesinada por los cobardes, con Eulodia Díaz y todas las mujeres asesinadas y desaparecidas, nosotras las mujeres del CIG y CNI en armonía con nuestra madre naturaleza, con nuestras ancestras y con todos los buenos espíritus de este mundo, las invitamos a todas las mujeres que luchan con resistencia y rebeldía por construir un mundo no patriarcal, no capitalista y no colonial (o que quieren aprender a hacerlo) a participar de nuestro encuentro”.

La intención y necesidad fue profundizar estos espacios de encuentro y dar seguimiento al 1er Encuentro realizado en julio del año pasado, en la comunidad de San Lorenzo Nenamicoyan en el Estado de México. En esta segunda edición se han multiplicado las presencias desde las luchas anticapitalistas y antipatriarcales de los distintos puntos del territorio mexicano y las apuestas por seguir tejiendo una red nacional e internacional de experiencias, saberes y luchas colectivas.
La agenda del encuentro incluyó diversos temas urgentes de las mujeres que luchan; como los despojos ambientales en los gritos de resistencia organizada de: no a las eólicas, no a las minas, no al fracking, no a las presas hidroeléctricas, no al Tren Maya. Así mismo, la situación actual de las defensoras de la tierra y el agua, las amenazas y asesinatos a las que se enfrentan, la violencia estructural que asedia a los pueblos indígenas y la importancia de hacerle frente a los proyectos que amenazan la autonomía alimentaria y los desplazamientos forzados, las mujeres que buscan a sus hijos, maridos, hermanos desaparecidos, asesinados por la violencia policial y el crimen organizado, o que son presos políticos; madres de mujeres asesinadas por la violencia femicida que luchan contra la impunidad de esos crímenes.

Las compañeras de los pueblos indígenas del istmo de Tehuantepec comentan con mucha preocupación la situación de amenaza por los proyectos de muerte del gran capital y la lógica patriarcal dominante que viven. Las ciudades se encuentran asoladas por la terrible contaminación generada por años en manos de la explotación petrolera e industrial del coco. Ahora el gran capital junto con las complicidades de los gobiernos locales y nacionales pretenden transformar esa región del itsmo en un gigantesco parque industrial a lo largo y ancho del paso del tren bala interoceánico que destruirá la naturaleza, las formas de vidas y culturas. Para ellas, este tipo de megaproyectos de muerte están acompañados del crimen y la delincuencia organizada, los asesinatos, los feminicidios y naturalización de la violencia cotidiana y advierten que esto no es sólo en México, es el proyecto para toda América Latina y África.

Desde el viernes por la tarde, las compañeras de la comunidad recibieron a las mujeres con una celebración de ofrendas al mar para bienvenir a todas, para agradecer a la madre tierra y para pedir protección para los días de trabajo. Más de 35 familias abrieron sus casas para hospedar a todas las mujeres, otras familias tuvieron puestos con comida y bebidas durante todo el encuentro, los hombres acompañaron haciendo rondas y guardias en las noches para lograr zonas seguras.


“Sin pedir permiso. 
Amamos, nos enamoramos y nos reímos
Cuidamos nuestros cuerpos
Sin acoso ni hostigamiento, sin violencia alguna
Nuestros cuerpos sanos y nuestras almas sanas
Desde la memoria ancestral de nuestros pueblos originarios y la partería”. 
(Fragmento de Poema Convocatoria al Encuentro Nacional de Mujeres 2019)

El sábado por la mañana, bien temprano bajo un caluroso cielo soleado, se dió apertura al Encuentro. El escenario estaba cubierto con una red de pescadores llena de ofrendas que todas las mujeres llevaron desde sus territorios y que simbolizan sus luchas y deseos. Así comenzaba la mañana con una celebración de las nahuas a los 4 rumbos del universo. “Por las compañeras asesinadas que encabezan las luchas, por las que coordinan, por las que tienen avances en sus luchas por los derechos de las mujeres, de los pueblos y de la vida, por las que con ánimo vienen a compartir sus experiencias, por aquellas que tienen esperanzas por un mundo mejor”.

Luego, siguieron las palabras de bienvenida a cargo de las compañeras del CNI. Invocaron a hacer memoria de quienes estuvieron antes de la capitalización patriarcal en estas tierras y a retomar la sabiduría que vive en las abuelas y en las mujeres que construyen prácticas comunitarias de lucha y resistencia. Invitaron a todas las mujeres a ejercer la libertad sobre el cuerpo, territorio, mentes y corazones y a ser tejedoras de un mundo sin relaciones de dominio donde el eje de la vida sea a partir de la solidaridad y la colectividad como política y acto cotidiano.



Las compañeras que están en lucha y rebeldía en el Kurdistán hicieron llegar un saludo para todas las mujeres presentes en el encuentro. Con el reconocimiento de las luchas que las entrelazan por la autonomía y la liberación de los pueblos contra el sistema patriarcal y capitalista: “Queridas hermanas mujeres en lucha nuestros pensamientos y sentimientos que brotan, viven y se regeneran en las montañas libres del Kurdistán llegan a ustedes desde nuestros corazones atentos abranzándolas para augurarles un exitoso encuentro, recreando comunidad en autonomía. Como mujeres nos estamos dando la mano juntas en el camino, nos une la responsabilidad de ser y hacer crecer otros mundos posibles como paso conjunto de esperanza y cambio para las sociedades y la humanidad entera (…) nuestra lucha y saberes tienen que ser capaces de articularse sin fronteras, local y globalmente hacia una defensa mutua en democracia y autonomía. Somos el signo más claro de nuestra capacidad de desafiar cada tipo de opresión con el objetivo de eliminar todo tipo de manifestaciones jerárquicas y de poder de la masculinidad dominante, hemos aprendido que la victoria más importante es no cesar en la esperanza y en la determinación de la pelea, también hemos visto que la solidaridad sin fronteras entre mujeres es hoy el arma más potente contra el ejército del Estado y contra los proyectos de muerte”.

Los pañuelos verdes con el diseño mexicano también se hicieron presentes. Compañeras de organizaciones que acompañan a las mujeres que deciden no seguir adelante con sus embarazos y que luchan para que el aborto sea legal en todo el territorio mexicano (solo es legal en la Ciudad de Mexico) repartieron entre las presentes este símbolo internacional de la lucha por la autonomía de nuestros cuerpos.

Antes de comenzar el trabajo de la mañana, se hicieron presente algunas compañeras para visibilizar sus luchas actuales, subieron al escenario las madres que buscan a sus hijos desaparecidos, las madres de los normalistas de Ayotzinapa, las compañeras de la comunidad de 4 venados en Oaxaca que luchan contra la violencia que asedia sus tierras porque quieren desalojarlos, dos madres del movimiento Black Lives Matter de California EE.UU que están en lucha por justicia por el asesinato de sus hijos a mano de la policía en la impunidad de un Estado racista. Estas últimas, en diálogo con La tinta, nos decían: “Nuestros hijos fueron asesinados, nos juntamos con otras mujeres a quienes les habían asesinado hijos, hermanos, maridos, estamos organizadas para dar a conocer y alertar sobre esta situación. Nos solidarizamos con las mujeres de modo internacional y damos cuenta que la lucha es la misma y que no estamos solas”.

La mañana continuó con la invitación a discutir sobre dos preguntas: ¿Cómo responder a la violencia desde una visión antipatriarcal y anticapitalista construyendo vida ante tanta muerte? ¿Cómo construímos desde nuestras realidades y nuestras herramientas un tejido común que nos permita fortalecer la organización en y entre nosotras, nuestros pueblos, colectivos, barrios y organizaciones?

De las discusiones de cada grupo, se trabajaron sobre acuerdos y propuestas que puedan ser mojones para continuar la organización y la lucha. Algunos de los puntos centrales acordados fueron: fortalecer las redes de consumo justo, soberanía alimentaria y economía solidaria, crear una red de mujeres para compartir saberes y talleres que permitan rescatar y fortalecer las identidades, fortalecer la construcción de redes locales, regionales, nacionales e internacionales de las mujeres que luchan, fomentar espacios que integren el autocuidado, la espiritualidad y la sabiduría de las medicinas tradicionales, no perder las lenguas, las ropas tradicionales y las comidas de las comunidades, mapear y compartir las violencias y despojos en los territorios y cómo impactan en la vida de las mujeres, crear redes propias de información, fortalecer la autodefensa de los derechos humanos, semillar taller y campañas en cada lugar, entre otras.

Cuando comenzó a caer la noche, las mujeres comenzaron a formar un caracol. Iluminadas con las fotos de la comandanta Ramona y Bety Cariño, cada una con velas en las manos comenzó a encender desde el centro del caracol hacia afuera… recordando la luz que compartieron las zapatistas, esa luz para llevar a cada lugar, a otras mujeres, una luz para convertirla en rabia, en coraje, en decisión.

El primer día, terminó con un festival cultural con poesía, música y expresiones artísticas de toda la diversidad y colores de mujeres, que allí en la noche veracruceña se reconocían en otro mundo posible.


La propuesta de trabajo para el domingo por la mañana, antes de cerrar el encuentro, fue una batería de talleres que propusieron organizaciones, colectivas y mujeres que asistieron. Algunos fueron: Taller sobre la ley de las mujeres zapatistas, Taller reconexión y comunicación corporal, Conversatorio sobre soberanía alimentaria y cambio climático, Taller teórico-práctico de desbloqueo emocional, Conversatorio Black Lives Matters, Taller Ilustración textil, Reclicarte: parKour para principiantes, Taller de Mapeo colectivo del territorio y violencias de género, Conversatorio sobre violencias en espacios educativos, Bordando nuestros silencios, Decoración de sandalias, Taller expresión corporal, Taller espacio creativo musical, Conversatorio la importancia de organizarnos como mujeres indígenas, Pinta mural colectivo, entre otros.

En el marco de este Encuentro, llegando al final La tinta pudo conversar con Marichuy. Le preguntamos sobre la importancia de que sean las mujeres del CNI/CIG quienes convoquen y participen de este encuentro, considerando la actual coyuntura mexicana y centroamericana, y nos dijo: “La situación de despojo y violencia se ha desatado con más fuerza en este último tiempo, lo sentimos y consideramos que se va a poner peor. Entonces tenemos que hacer algo nosotras, desde lo que hacemos, desde donde estamos, juntar las voces, ponernos de acuerdo y caminar juntas cada una a sus modos y tiempos. Este encuentro es importante porque nuestros pueblos indígenas, esposos, hermanos, hijos es a quienes están desterrando, sacando las comunidades y… quien queda son las mujeres y nos toca resistir para defender ese territorio, esas aguas, esos bosques, que es la herencia que le vamos a dejar a los hijos e hijas. No quedarnos paralizadas por la situación de violencia que se está viviendo en México. Está claro que al mal gobierno no le interesan los pueblos indígenas, está declarada la guerra, porque nos quieren exterminar y pues, no nos vamos a dejar, vamos a buscar formas para seguirnos fortaleciendo y resistiendo colectivamente”.

Como se acostumbra a decir, es mucha la chamba para realizar en cada territorio, el compromiso y la convicción se fortalece en estos encuentros, que siguen sembrando rebeldía y lucha.

“Las mujeres, soñamos que somos libres y que no tenemos miedo,
Y que en la fiesta de la vida toda,
Nos reímos y convivimos con alegría
En la casa, en la calle y en el monte que reverdece.
Este sueño, El sueño de la risa y la libertad
Juntas, hagámoslo realidad
Cuidemos esta lucecita que nos regalaron
Y hagamos florecer otros mundos posibles”. 
(Fragmento de Poema Convocatoria al Encuentro Nacional de Mujeres 2019)


Fuente: La tinta.

Sí a la Diversidad Familiar!
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