Miau Astral: Astrología millennial, feminista y choriza
Miau Astral / Andrea Valderrama
"Astrología Para Tiempos Difíciles" fue escrito antes del estallido social, aunque parezca que no. Cuando me llegó, venía con mi carta astral sellada con lacre, a la antigua. Yo, escéptica, me divertía leyendo esta pseudociencia de la mano de esta millennial profunda y divertida. El libro, una guía básica para quienes quieran introducirse en este mundo nada de sencillo, cumple con la difícil tarea de hacer fácil, algo sumamente complicado. Como la vida de Consuelo Ulloa, marcada por la violencia de sus padres y, luego, la de una pareja.
Somos las dos Capricornio. Quizás por eso, a pesar de no conocernos en persona, nos empezamos a seguir vía redes sociales. Yo, más bien escéptica, empecé a encontrar sentido en sus análisis astrológicos, además de divertirme mucho con su cruda forma de escribir. Admiro esa soltura, esa falta de formalidad con que se expresan los jóvenes, mezclando su garabato por ahí, su hermanita, su compa, la yuta, la pasta… Nosotres somos tan empaquetades todavía.
Cuando Consuelo Ulloa, alias Miau Astral, entra al estudio de “El Matinal de los que Sobran”, es exactamente como la imaginaba. Venía cansada. A su compañera de casa la habían golpeado los Carabineros en las cercanías de la Plaza de la Dignidad, por lo que le tocó estar hasta tarde en un centro de urgencia. Sin embargo, sus ojos estaban abiertos y luminosos, ojos de quien quiere captar el mundo, analizarlo, plasmarlo.
@rethama_ilustra
El día anterior, había estado en la masiva performance de Lastesis realizada en el frontis del Estadio Nacional y la recibí con ese video. No sé si habrá sido eso o la confianza que nació de inmediato entre ambas, pero su corazón se abrió y habló de su mamá, de su familia, de haber sido abusada por la violencia más feroz: la que proviene de quienes están para cuidarte, abrazarte y amarte, no para dañarte. En este caso, vino de una madre militar y un padre Patria y Libertad, con ellos le tocó crecer, con ellos aprendió del dolor. “Es la primera vez que hablo de esto públicamente”, me cuenta después, fumando un tabaco en las escaleras del The Clinic, donde hace su podcast “Amor en Visto” junto a su partner, el abogado doctor Brako.
“Vengo de una familia más o menos complicada, más o menos violenta también y muy pinochetista. Mi mamá trabajó en el Ejército, entonces vengo de una casa con muchas reglas, con mucha repre, control. Y la forma en que me refugié para salir de este mundo en que había mucho, mucho maltrato y mucha violencia, fue a través de los libros. Siempre me dijeron que tenía que estudiar para ser alguien en la vida”, relata.
Aparte de los libros, podríamos decir que la astrología feminista sacó a Miau de la depresión y la oscuridad. Como buena capricorniana es autocrítica y no hay nada que la saque más de quicio que las injusticias, por lo que comprenderán que la relación con sus padres maltratadores la condicionó a ser independiente y escapar de ellos desde muy temprano. Resultado: salió de la casa familiar, tuvo una infinidad de trabajos distintos y, para más remate, se embarcó, algunos años después, en una relación abusiva con un barman. “Me violentó de todas las maneras que puedes imaginar”, me lanza mientras expulsa el humo del cigarro y recuerda esos días en que convivió con la violencia de género. Y cómo no, algo de eso se desliza en el prólogo de su exitoso primer libro, “Astrología Para Tiempos Difíciles” (les prometo que salió antes del estallido social).
“La astrología, en esta versión occidental millennial, feminista y choriza, nos sirve como puntapié para un proceso de autoconocimiento bacán, un proceso que puede ayudar a frenarnos cuando nos queremos hacer mierda a nosotros mismos o a los otros, tirándoles nuestras trancas y problemas encima; cuando nos autosaboteamos, cuando nos metemos en una relación tóxica y no sabemos por qué aguantamos hueás que realmente no queremos”, dice Miau en su libro.
Estamos en el barrio Bellas Artes. La gente nos saluda cuando entra al edificio. Le preguntan a Consuelo por casas, alguna vez estuvo en el rubro de la venta de propiedades. También trabajó en el correo, cuando ya era socióloga. Fue ahí que se dio cuenta, que la sociología “no era” lo de ella.
Empezó a leer la carta astral para sobrevivir. Es autodidacta, si se puede llamar autodidacta a alguien que se pasó la vida leyendo, como un refugio. “A raíz de todas estas experiencias, siempre fui una persona súper depresiva, súper melancólica y muy de cuestionarme todo. Y en algún momento en la universidad, por algún exceso de exigencia de parte mía, muy Capricornio, me dio una depresión que me dejó mal, sin saber dónde estaba parada, qué quería de la vida. Me di cuenta, que no sabía para qué estaba estudiando mi carrera, no sabía qué iba a hacer, tenía la presión de la elección y eso me atrapó y en algún momento empecé a perder el sentido, dejé de creer en dios y en todas las corrientes más místicas”, cuenta Consuelo.
Y agrega: “Leía el tarot desde que era chica. Cuando dieron Cerro Alegre, el personaje de la Ingrid Cruz leía el tarot y venía un tarot en la TVyNovelas. Le pedí a mi mamá que me lo comprara y le leía el tarot a mis compañeros por 100 pesos para hacerme la colación. Y en algún momento, me desconecté de eso, súper cabeza, súper ciencia, súper racional. Pero en la carrera te das cuenta que ese momento, tampoco es tan bacán, que el mundo racional nos ha llevado a grandes desastres. Y me empecé a acercar a la astrología de nuevo. Empecé por hacerme mi carta astral y al día siguiente de terminar mi carrera, me compré un cuaderno y empecé a estudiar astrología sola. Y empecé a descargar libros, me embalé”.
– ¿Te han criticado por ser autodidacta?
– Hay gente que cree en esta instucionalización del aprender. Yo entiendo el tema de la ética del ser astrólogo y trabajar con las mancias. Eso tiene que ser conversado. Pero creo que el tema de las esoterías, no necesariamente tienes que estudiarla en un instituto para poder aprenderlo. Por qué estamos tratando de meter algo que no es racional en una esfera de lo racional y de lo patriarcal también. Yo, que soy súper matea para mis cosas, me leí todo lo que pude. Empecé a leerle la carta astral a mis amigos, en carretes. Mi forma de aprender astrología ha sido también a través de la experiencia. Ha sido un aprendizaje muy teórico y experiencial al mismo tiempo.
Abrázame hasta que termine el patriarcado
No podíamos conversar con Miau Astral, sin preguntarle por lo que estamos viviendo astrológicamente. Lo que sucede y lo que sucederá en el cielo, nos permite llevar este proceso con cierta esperanza tanto en nuestro país, como en el mundo entero. Han sido años de revolución, y lo planetas lo explican.
“Estamos viviendo la conjunción Plutón Saturno que se da cada 35 años. Plutón y Saturno son los señores del karma en astrología. Plutón tiene que ver con las grandes transformaciones, con el destruir cosas, desarmar cosas y hacer consciente lo negado también. Y Saturno tiene que ver con el orden, la estructura, la disciplina y con hacernos cargo de las limitaciones de manera consciente, los miedos, las cosas que nos atrapan un poco. Entonces cuando se juntan, tiene que ver con destruir algo, pero a la vez con construir algo nuevo. Es lento, es un proceso que dura entre dos y tres años, pero es un proceso que transforma y es un proceso que hace crecer muchas cosas.
La última vez que se dio esta conjunción fue en 1982 en Libra, que libra q tiene que ver con la justicia, con lo que suena justo y correcto. Por esos días se dio una crisis del petróleo muy grande y en Chile, comenzaron las protestas contra la dictadura, lo que a la larga llevó al fin de la dictadura.
Y ahora estamos viviendo esa conjunción, 35 años después en Capricornio, que Capricornio es deber ser, estructura, madurez, de lo práctico, lo pragmático, la búsqueda de la seguridad y de la relación con la tradición. Entonces esta destrucción capricorniana, que ha venido trayendo Plutón en Capricornio desde 2008, que ha venido trayendo que nos alejemos del estado, que nos alejemos de la iglesia, que se caigan los ídolos, que se rompa todo lo que estaba establecido. Y ahora entra Saturno, que entró en 2017, el día de la segunda vuelta con el señor Piñera.
La última vez que Saturno estuvo en Capricornio, fue entre 1989 y 1991, entonces todo el proceso que estamos viviendo, está tocando ciertos puntos que ya se vivieron en esa época. La última vez que se dio esta conjunción de Plutón y Saturno, fue en noviembre de 1517. En esa época, Martín Lutero colgó las 95 tesis en la iglesia de Wittenberg y empezó la reforma religiosa y quedó la cagá. Me da tanta risa que el colectivo que está generando todo este movimiento se llame Lastesis, es como demasiado sincrónico.
El otro proceso que estamos viviendo es un tránsito que es de Urano. Urano habla de revolución, de los cambios súbitos, de las cosas raras, sorpresivas. Urano está en Tauro, que tiene que ver con lo femenino, porque está regido por Venus. Tauro se refiere a cómo valoramos las cosas, se refiere al dinero, se refiere a la tierra y mucho con la energía femenina, lo bello, lo pasivo. Urano, que hace esta revolución en un signo fijo de tierra, está llegando a remover las estructuras de la tierra. Cómo nos relacionamos con el medioambiente, cómo nos relacionamos con la energía femenina, cuestionar los privilegios que tienen que ver con el dinero, a ser conscientes en cuanto estamos viviendo en relación con este Plutón en Capricornio y Saturno en Capricornio que están haciendo conjunción, cómo estamos viviendo con esta estructura, cómo estamos relacionándonos con lo femenino al final. Por eso lo femenino y lo feminista, al final del día, es lo que nos va a salvar.
La conjunción va a ser el 12 de enero del próximo año. Entre medio va a haber unos eclipses. Y cáchate que la coordinadora 8M está organizando el encuentro plurinacional de mujeres el 10, 11 y 12 de enero”.
Por Alejandra Valle
Fuente: El Desconcierto