Nueva York. Limpiaban casas y ahora temen haberse contagiado
A menudo las personas que se dedican al trabajo doméstico en Nueva York son inmigrantes indocumentados. Mientras el virus causa estragos en la ciudad, muchos de estos trabajadores temen por su salud y por sus ingresos.

Verónica Sampedro, segunda a la izquierda, dirige un negocio de limpieza de casas con su familia en Nueva York.Credit...Stephen Speranza para The New York Times
Cuando el coronavirus atacó a la ciudad de Nueva York y se ordenó que la mayoría de los negocios cerraran, los jefes de Luz en una casa del Upper East Side de Manhattan le permitieron tomar un descanso. Dos días después, le enviaron un mensaje: “Regresa”.
“Me preguntó si estaba bien, si estaba enferma”, dijo Luz de sus empleadores, una familia de cuatro con dos niños en edad escolar. Luego la madre le dijo: “Si en tu casa todos están bien, necesito que me ayudes con los niños y la casa”.
Luz, quien es de México y se encuentra indocumentada en Estados Unidos, vive en el Bronx y es trabajadora doméstica y niñera, y se ha convertido en el único sostén de su familia desde que la economía de la ciudad se derrumbó y su marido perdió su trabajo en un restaurante.
Su dilema —si trabajar y arriesgarse a estar expuesta al virus, o quedarse en casa y perder la posibilidad de seguir manteniendo a su familia— es compartido por muchos neoyorquinos de bajos ingresos, ahora que la ciudad se ha convertido en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.
Para miles de trabajadoras del hogar que limpian y cocinan para la gente más adinerada, la crisis ha dejado en evidencia la estratificación de la ciudad. Estas personas tienen dificultades financieras incluso en los buenos tiempos y no pueden darse el lujo de priorizar su salud ahora.
Algunas ya han perdido su fuente de ingreso, porque sus empleadores se han ido a sus casas de playa o al norte del estado. Las que siguen trabajando se suben al metro y a los autobuses para ir a limpiar y apoyar en el cuidado de casas de personas que pueden permitirse una cuarentena autoimpuesta.
“Uno corre riesgo desde cuando sale de la casa”, dijo Luz, de 36 años, quien, como varias personas entrevistadas para este artículo, pidió ser identificada solo por su nombre de pila debido a su estatus migratorio.
Al igual que Luz, muchas trabajadoras del hogar están en el país sin documentos y no tienen derecho a casi ninguna de las formas de asistencia del gobierno.
Los funcionarios de salud del estado de Nueva York anunciaron hace poco que los inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos de manera indocumentada podrían acceder a los beneficios de emergencia de Medicaid para cubrir el costo de las pruebas y el tratamiento si contraen el coronavirus.
Fuente: New York Times