"Mujeres que vistieron de hombre". El nuevo libro de Vicenta Márquez de la Plata recupera la memoria de un puñado de valientes que vinieron bajo el anonimato
Lo tuvieron difícil y echaron uso de su imaginación y su temeridad para salvar el pellejo o llevar a cabo sus sueños. Falsearon su identidad, se escudaron bajo ropas que no correspondían a su sexo y condición, fueron osadas, valientes, decididas… Todas ellas tuvieron que hacer uso del anonimato para llevar a cabo sus objetivos. La escritora e historiadora Vicenta Márquez de la Plata reúne una sorprendente colección de historias.
Elena de Céspedes primera mujer cirujano en el siglo XVI.
Esta granadina hija de una esclava negra desafió el destino ocultando su identidad y haciéndose pasar por hombre. Se sabe que, Interrogada por la Inquisición en 1587, declaró: Mi nombre es Eleno de Céspedes, nací en Alhama y tengo cuarenta y uno o cuarenta y dos años. Ejerció y vivió con tal identidad a partir de un altercado en el que se vio envuelta y que le llevó a apuñalar a un hombre. Tras su encarcelamiento, y recibiendo amenazas de la familia del difunto decidió cambiar de identidad pasando a llamarse Eleno de Céspedes. Su vida es un compendio de correrías: Trabajó como camarera, tejedora, sastre y soldado ‑durante la Guerra de las Alpujarras en Granada‑. Finalmente logró titularse como cirujano. No está claro si se trataba de un transexual pues a fin de obtener una licencia para desposarse con una mujer, se sometió a un examen genital, dictaminándose su sexo masculino.
Isabel Barreto De Mendaña descubridora y aventurera. La primera mujer Almirante, Adelantada de las Islas de la Mar Océano y Gobernadora.
Mientras Colón llegaba por la ruta occidental a lo que él creía ser la India, los portugueses seguían la ruta de Magallanes buscando la Terra Incógnita que Ptolomeo supuso que se extendería al sur de África llegando hasta el Quersoneso, y probablemente más allá. La llegada simultánea de españoles y portugueses a Nueva Guinea alimentó la esperanza de que esa tierra formase parte insular del continente buscado. Mientras los portugueses se dedicaron a explorar y explotar las “Islas del Maluco” y establecer relaciones con chinos y japoneses, la acción española fue representada por Magallanes que aportaba una novedad: éste aseguraba conocer un paso de comunicación entre el Atlántico y el Pacífico. Había una verdadera efervescencia descubridora y todo parecía posible, de ahí que Álvaro de Mendaña buscara, como tantos otros, tierras aún por encontrar por el camino del Pacífico, pues la redondez de la tierra hacía suponer que podían llegar a ellas tanto por el este como por el oeste. Mendaña, efectivamente, descubrió las islas Salomón y a su muerte, su esposa y viuda, doña Isabel Barreto, emprendió la tarea de recuperar las islas descubiertas por él: las Salomón. Esta es la increíble historia de una mujer intrépida y aventurara, la única Almiranta y Adelantada de los Mares del Sur.
Catalina Erauso Pérez, conocida como “La Monja Alférez”, Concepción Arenal, escritora y feminista,Hannah Snell “Marine” de S.M. británica en el S XVIII, Jeanne Baret, la científica, carpintera naval, escritora y aventurera que dio la vuelta al mundo vestida de hombre hace dos siglos y medio, o Miss Margaret Ann Bulkley, que sirvió en el ejército británico como “Doctor James Barry, completan esta colección de vidas sorprendentes. “Mujeres que vistieron de hombre” editado por Casiopea, de momento ha salido en versión digital.
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