Hay que ser valiente para dar amor, y para recibirlo. Por @coralherreragom
¿Cómo te sientes cuando alguien que te quiere mucho, sin venir a cuento, te mira a los ojos y te dice que te quiere?, ¿cómo reacciona tu cuerpo, qué es lo primero que respondes? Y si en vez de hacerlo una persona adulta lo hace un niño o una niña, ¿cómo respondes?
Haciendo el experimento con gente querida, esto de decirles que les quiero mucho de repente, lo que yo veo es que la mayor parte de nosotros y nosotras no sabemos qué hacer, ni qué decir. Algunos soltamos una broma para quitarle intensidad al momento, para protegernos del amor que nos inunda de pies a cabeza.
Nos cuesta sostener la mirada y decirle a la otra persona: "yo también te quiero mucho". Es más fácil romper la magia del momento con unas risas.
Creo que es porque no estamos acostumbrados a expresar nuestro amor, ni a recibirlo: parece que necesitamos un motivo para abrazarnos o para decirnos cosas bonitas. Nos es más fácil expresar nuestro deseo sexual o nuestra indignación, que la alegría de querer, sobre todo con la gente con la que convivimos a diario o a la que vemos a menudo.
Pero ahora que tenemos la enfermedad y la muerte tan presente en nuestras vidas, ahora ue nos damos cuenta de lo vulnerables que somos y cuánto nos necesitamos, es un buen momento para liberarse y expresar nuestro amor sin miedo.
No os cortéis por miedo a las burlas o a parecer "blanditas" o "sensibles": en realidad, hay que ser muy valiente y generosa para decirle a la cara a alguien que le quieres, que le amas, que le echas de menos, o que eres muy feliz a su lado.
Y hay que ser muy valiente también para recibir estos actos y estas palabras de amor profundo con generosidad: los abrazos verbales y físicos son un alimento para nuestra alma, la mejor medicina para nuestra salud mental y emocional
Por Coral Herrera Gómez
Fuente: https://haikita.blogspot.com/2021/03/hay-que-ser-valiente-para-dar-amor-y.html