Recomendaciones de European Women's Lobby para una Europa libre de violencia machista contra las mujeres y niñas
European Women’s Lobby (EWL) es la “organización de organizaciones” que fue creada con el propósito de contar con una estructura abierta a la participación de todas las agrupaciones de mujeres interesadas, que influenciara e impulsara una mejor defensa de los intereses de las mujeres por parte de las instituciones europeas y nacionales. La plataforma, cuyo estatus es consultivo tanto en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas como en el Consejo de Europa, ha conseguido ejercer un papel fundamental a nivel internacional.
El pasado 14 de abril, EWL publicaba un informe titulado Hacia una Europa libre de violencia machista contra las mujeres y las niñas, a raíz de la celebración este año del décimo aniversario de la Convención de Estambul, en el que analiza el estado de la implementación y el impacto del tratado en el contexto de un alarmante aumento de la violencia ejercida contra las mujeres y las niñas debido a la crisis del COVID-19, según afirma la organización.
En el documento se reconocen importantes logros alcanzados en tan sólo diez años así como las actuaciones que han sido un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género en toda Europa. Entre ellos destacan datos como que hasta la fecha ya se han intensificado los esfuerzos para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas en 14 de los 23 países analizados, que las mejoras en las investigaciones y juicios por violencia de género sean ya visibles en 15 países dentro de la muestra, o que en 19 hayan mejorado los servicios de protección para mujeres supervivientes de violencia de género.
Otro aspecto que también evalúa el documento es el grado y profundidad de arraigo de algunos problemas estructurales que entorpecen los avances en su erradicación y lanza una llamada de atención, tanto a los Estados que tomaron parte en la Convención como a aquellos que no, particularmente los que son miembros, además, de la Unión Europea. Por ejemplo, expresa preocupación y la rotunda condena de la decisión por parte de Turquía de su retirada de la Convención así como de las intenciones expresadas en esta línea por Polonia y establece una serie de propuestas dirigidas a abordar y dar solución de forma colectiva y urgente a estas barreras.
En este sentido, el informe estructura las recomendaciones a través del análisis de cuatro aspectos clave: los cambios positivos que han acontecido en los Europa y los países que han ratificado el tratado; la necesidad de adoptar un enfoque sensible al género que anime hacia la implementación de políticas que promuevan la igualdad entre mujeres y hombres; cómo extraer el máximo rendimiento al Convenio de Estambul a través de un marco interseccional que contemple particularmente la situación de las mujeres y niñas con diversidad funcional así como las migrantes o indocumentadas, y, por último, el desarrollo de una política y ley marco que aborde de forma integral la violencia contra las niñas y mujeres, incluyendo la violencia on line, la prostitución y la violencia reproductiva y obstétrica, tanto a nivel europeo como nacional.
De acuerdo con las declaraciones de Joanna Maycock, Secretaria General de EWL, […] la Convención, sigue siendo el instrumento legislativo más completo hasta la fecha destinado a prevenir y proteger a las mujeres y las niñas de la violencia. En la misma línea, Laura Albu, vicepresidenta de EWL y del Observatorio sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, hizo el siguiente llamamiento:
Este informe muestra que la acción concertada para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas y protegerlas de la violencia doméstica sí funciona, y que la Convención de Estambul ha desempeñado y seguirá desempeñando un papel fundamental para encaminar las realidades nacionales por el camino correcto. Invitamos a figuras políticas a unirse a las voces de mujeres y niñas de toda Europa: firmes y unidas para pedir acciones enérgicas para contrarrestar las peligrosas tendencias misóginas y promover los valores de igualdad y democracia.
Por Susana Gómez
Fuente: Diario Feminista