julio 25, 2021

“Odiseicas” de Carmen Estrada reinterpreta la gran epopeya griega con mirada feminista





Portada de 'Odiseicas' y fotografía de su autora, Carmen Estrada. Imágenes cedidas por Planeta y Luis Castilla.

La primera palabra de “La Odisea”, el gran poema épico griego, es “varón”, sin embargo, la filóloga, docente e investigadora Carmen Estrada ha decidido revisar esta epopeya desde una perspectiva feminista en “Odiseicas” (Seix Barral) para desterrar algunos de los mitos y clichés de sus personajes femeninos. 

Tras una trayectoria profesional dedicada a las neurociencias, es con la jubilación cuando Estrada (Sevilla, 1947) ha decidido centrarse en el estudio del griego clásico.

Un hecho con el que, según asegura a Efeminista, ha tratado de “compensar la balanza” de toda una vida compatibilizando las letras con las ciencias.

La fuerza de las olas que arrastraron a Odiseo por su viaje del héroe en el poema homérico es la misma que ha arrollado a la autora a especializarse en esta historia y su fascinante mundo a través de sus páginas.
“Fueron ellas las que me buscaron”

“Leí ‘La Odisea’ en varias ocasiones y con distintas edades, pero fue cuando comencé a traducir el texto griego cuando me di cuenta de la versatilidad que tenía y de las múltiples interpretaciones a las que se prestaba“, comparte la escritora, que publicó esa traducción en una novela ilustrada junto a Miguel Brieva. 

Una de estas interpretaciones, fue la feminista, asevera Estrada quien asegura que se la encontró casi por casualidad.

“No fue una intención a priori hacer una lectura de género de ‘La Odisea’, pero conforme iba leyendo con la minuciosidad que requiere una traducción, las mujeres saltaban y se ponían en valor por sí mismas. Diría que fueron ellas las que me buscaron”, se sincera.
Mujeres independientes en una época patriarcal

La belleza de Helena desata la guerra de Troya, la paciencia de Penélope la aprisiona en el hogar esperando a que su marido regrese eternamente y la peligrosidad sexual de la bruja Circe esclaviza al héroe.

Son solo algunas de las “interpretaciones sesgadas que sobre ellas habían construido siglos de misoginia en la literatura y en la crítica” y la autora se sintió “en la obligación de deshacer”. 

“Mi idea ha sido compartir con los lectores mi asombro al comparar los estereotipos extendidos sobre las mujeres odiseicas con lo que sobre sus personalidades revela una lectura atenta de la obra. Digo asombro porque es bastante inexplicable que en la literatura de una época tan claramente patriarcal aparezcan mujeres independientes, capaces de enfrentar con éxito situaciones muy difíciles y de prestar una ayuda inestimable al héroe Odiseo. Mujeres que tienen una vida propia y no en función del varón que pueda acompañarlas”, explica Estrada. 

“Alejo Carpentier escribió a Francisco Rico: «Mire usted, Rico, en la vida de un hombre hay cuatro mujeres, y son las cuatro de la Odisea. Está Circe, que lo convierte en una bestia; está Calipso, que lo encanta con la esperanza de retenerlo siempre consigo; está Nausícaa, que es la conciencia de la imposibilidad por una y otra parte, y está Penélope, que está siempre». Estas son las mujeres en la vida de un hombre, como dice Carpentier, pero en su propia vida, que es la que importa, son algo bien distinto para lo que el escritor no tenía la mirada adecuada”
¿Autoría femenina?

Justamente lo que este ensayo reivindica, la complejidad de los personajes femeninos, es el causante de que “La Odisea” tuviera una categoría más baja a la de “La Ilíada” y se llegara a considerar una obra escrita para “el segundo sexo”.

A pesar de que ambos poemas épicos se le atribuyeran a Homero, Estrada explica que “según reconocen todos los filólogos, la autoría de la obra es desconocida”. No obstante, ella va más allá y considera que tras aquellos versos puede que hubiera una mente femenina. 

“Mi análisis sobre las mujeres odiseicas pone de manifiesto que quienquiera que la escribiera tenía una sensibilidad muy especial respecto a los roles de género en comparación con otros autores de la época. Por lo tanto, sí, creo que podría haber sido una mujer. En el libro trato de mostrar cómo pudo ocurrir”, sentencia. 
Rasgos feministas

Odiseo invierte los roles de género al convertirse en el esclavo sexual de Calipso, Atenea es la gran aliada del héroe y controla su poema, Nausícaa no se conforma con un marido convencional y los personajes femeninos demuestran sororidad cuando tejen tanto en el telar como redes de mujeres. 

“Este tipo de detalles o situaciones no se encuentra en lo absoluto en otros textos de la antigua Grecia y, desde nuestra perspectiva actual, podrían considerarse feministas“, concluye Estrada.

Natalia Ibáñez Guinea
Fuente: Efeminista

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