marzo 15, 2022

Nuevo ataque del lobby proxeneta: Cuidado con la explotación laboral



El lobby de la industria global del sexo junto con el lobby de las Open Societies, apoyados por la ONU Ginebra, han emprendido un ataque para priorizar la explotación laboral y de trabajos forzados y subir las estadísticas ya que mayoritariamente en las estadísticas globales, las víctimas más frecuentes son las mujeres y las niñas y la modalidad de explotación más recurrente es la explotación sexual.

Y ¿por qué están impulsando esta estrategia?: Para argumentar que son trabajadoras migrantes en situación irregular y no víctimas de trata y explotación sexual que tienen derecho a un sin número de beneficios de protección y asistencia.

Si ellos logran su cometido, poco a poco, las víctimas de trata y explotación sexual dejarán de importar, porque todas serán trabajadoras indocumentadas, lo que permitirá la legalización y reconocimiento de la explotación sexual como trabajo.

Para allá van, de eso se trata. Por un lado, ahorrar en gastos que imponen a los Estados parte del Protocolo de Palermo sus obligaciones con las víctimas y por el otro alegar que se necesitan leyes para garantizar los derechos de las “trabajadoras sexuales migrantes indocumentadas”.


Es diabólico, pero así es. Y lo es porque privilegia los intereses económicos del lobby de la explotación sexual y las inmensas ganancias de quiénes se benefician de explotar los cuerpos de las mujeres y las niñas a través de la prostitución y la pornografía, sin importar que seamos la mitad de la población, desde una mirada patriarcal que reduce a las mujeres a seres inferiores que se pueden vender, comprar o rentar para el entretenimiento de hombres misóginos que pueden usarnos para su diversión.

Pensar que logremos poner en la agenda pública de los organismo multilaterales la explotación reproductiva y la compra-venta de niños y niñas compradas por contrato, se ve muy cuesta arriba.

Para poder levantar la bandera de la abolición de la explotación sexual y reproductiva de las mujeres son necesarias todas las voces, las mujeres de la academia, las activistas, las organizaciones civiles, las parlamentarias, pero sobre todo las voces y la voluntad de las mujeres de a pie, si, te necesitamos a ti, a ti, y a ti, a todas.

No podemos permitir que siendo la mitad de la población y siendo madres de la otra mitad, se nos siga clasificando como entretenimiento, se nos siga violentando física y sexualmente, se nos siga desapareciendo, y usando como objetos para cumplir los deseos de otras personas.

Por eso, es necesario que todas nos sumemos a la lucha abolicionista, al feminismo radical y levantemos la bandera de abolición de la explotación sexual y reproductiva y no caigamos en la trampa que el lobby de la industria sexual nos quiere tender engañándonos para llegar a la legalización de la trata y la prostitución.

La otra trampa es hablar de la despenalización total de la industria del sexo. Y a ese respecto las abolicionistas exigimos que no se criminalice, ni sancione de ninguna manera a las mujeres en situación de prostitución, pero decimos que los tratantes, reclutadores, explotadores y puteros deben ser sancionados penalmente.

Tenemos que exigir que no se descriminalice a los tratantes, reclutadores, explotadores y puteros, ellos deben ser perseguidos y sancionados por la ley penal, las mujeres en prostitución no deben ser perseguidas y deben de contar con opciones de salida digna, que les garanticen salud, vivienda, educación y oportunidades de trabajo digno y bien pagado.

Como Alejandra Kollontai dijo:

“Camaradas, la cuestión de la prostitución es un tema difícil y espinoso al que se le ha prestado muy poca atención … Esta oscura herencia de nuestro pasado capitalista continúa envenenando el ambiente de la república de los trabajadores y afecta a la salud física y moral de los obreros … Es cierto que en tres años de revolución la naturaleza de la prostitución ha variado un poco bajo la presión de las cambiantes condiciones económico-sociales. Pero estamos todavía lejos de librarnos de este mal. La prostitución sigue existiendo y amenaza el sentimiento de solidaridad y camaradería entre los obreros y las obreras, los miembros de la república de los trabajadores. Y este sentimiento es el cimiento, la base de la sociedad comunista que estamos construyendo y haciendo realidad. Es hora de que afrontemos este problema. Es hora de que reflexionemos y atendamos a los motivos que dan lugar a la prostitución. Es hora de que encontremos formas y medios de deshacernos de una vez por todas de este mal, para el cual no hay lugar en una república de los trabajadores.

Nuestra república de los trabajadores hasta ahora no ha aprobado leyes enfocadas a la erradicación de la prostitución, y ni siquiera ha publicado una redacción prestigiosa y científica de la consideración de que la prostitución es algo que perjudica al colectivo. Sabemos que la prostitución es un mal, hasta reconocemos que, en este momento, en este período de transición tan complejo, la prostitución se ha vuelto extremadamente común. Pero hemos dejado de lado el asunto, nos hemos quedado callados al respecto. En parte por las actitudes hipócritas que hemos heredado de la burguesía, y en parte por nuestra propia reticencia a considerar y ponernos de acuerdo sobre el perjuicio que causan el incremento y la extensión masiva de la prostitución en el colectivo obrero. Y nuestra desgana en la lucha contra la prostitución se ha visto reflejada en nuestra legislación.

Hasta ahora no hemos aprobado ningún estatuto que reconozca la prostitución como un fenómeno social perjudicial. Cuando las viejas leyes zaristas fueron derogadas por el Consejo de Comisarios del Pueblo, se suprimieron todos los estatutos sobre la prostitución. Pero no se presentaron nuevas medidas basadas en los intereses del pueblo trabajador. Por consiguiente, la política de las autoridades soviéticas hacia las prostitutas y la prostitución se ha caracterizado por su diversidad y sus contradicciones. En algunas áreas la policía todavía detiene a prostitutas igual que en los viejos tiempos. En otros lugares, subsisten burdeles muy abiertamente (la Comisión Interdepartamental para la Lucha contra la Prostitución tiene datos sobre esto). Y hay otros sitios donde las prostitutas son consideradas criminales y son recluidas en campos de trabajos forzados. Las diferentes actitudes de las autoridades locales resaltan así la ausencia de un estatuto reconocido ya redactado. Nuestra actitud vaga hacia este complejo fenómeno social es la responsable de algunas distorsiones y desviaciones de los principios subyacentes a nuestra legislación y moral.

Debemos por tanto no sólo encarar el problema de la prostitución sino buscar una solución que esté en la línea de nuestros principios fundamentales y el programa de transformación económica y social que sigue el partido de los comunistas. Debemos, sobre todo, definir claramente qué es la prostitución. La prostitución es un fenómeno que está estrechamente ligado a las rentas, y se desarrolla y prospera en la época dominada por el capital y la propiedad privada. Las prostitutas, desde nuestro punto de vista, son mujeres que venden su cuerpo a cambio de beneficio material – por comida decente, por ropa y otras ventajas; son prostitutas todas aquellas que evitan la necesidad de trabajar entregándose a sí mismas a un hombre, ya sea por un tiempo o de por vida”



Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).
Fuente: Tribuna Feminista

Sí a la Diversidad Familiar!
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