Las mujeres libanesas se unen para sobrevivir a la crisis económica
A través de la agencia de la ONU para el desarrollo, varios grupos de mujeres han podido organizarse en cooperativas dedicadas al procesamiento de alimentos. La ayuda proporcionada sirve para pagar salarios, aumentar su capital y solventar sus necesidades.
Las cooperativas dirigidas por mujeres en el Líbano están ayudando a las comunidades a hacer frente a las recientes crisis que han asolado el país en distintas oleadas: primero la crisis financiera; después ,la pandemia de COVID-19; y más tarde la explosión del puerto de Beirut en agosto de 2021.
Al Atayeb (Las delicias) con sede en la ciudad de Kfardebia, al norte de Beirut, es una cooperativa liderada por un grupo de estas mujeres. La cooperativa se especializa en producir comida local y tradicional como mermelada de cítricos, mermelada de frutas, puré de frutas y el famoso Makdous libanés (berenjenas en escabeche).
Las 13 mujeres que integran la cooperativa reciben una parte de las ganancias, así como un salario, obtenido de su trabajo en la preparación y procesamiento de los alimentos. Los agricultores locales que venden sus cosechas también se benefician.
“Es mi forma de empoderar a las mujeres”
“Enseñar habilidades de procesamiento de alimentos fue mi forma de empoderar a las mujeres”, dice Samira Zoughaib Akiki, presidenta de Al Atayeb. También me empoderó, ya que estuve rodeada de mujeres visionarias y generosas.
Akiki comenzó en la industria alimentaria hace unas dos décadas, impartiendo talleres de procesamiento de alimentos y sesiones de formación para mujeres. Esta experiencia la llevó a ella y a sus colegas a formar Al Atayeb como una cooperativa capaz de crear oportunidades laborales y garantizar que todos los miembros compartan el éxito de la empresa.
Cuando la crisis económica del Líbano se vio agravada por la pandemia de COVID-19, Akiki se enteró de que ONU brindaba un apoyo esencial a cooperativas como la suya.
“La ONU proporcionó salarios mensuales para que las mujeres mantuvieran sus ingresos, pudieran comprar los frascos necesarios para conservar los productos y obtener los ingredientes que usamos para producir nuestros alimentos como el aceite y el azúcar”, dice Akiki.
“Esto pudo solventar nuestras necesidades financieras, repuso nuestro capital y compensó nuestras pérdidas: pudimos reanudar nuestras actividades en un momento en que muchas empresas estaban cerrando”.
Ayuda de la ONU
En total, la ONU ha apoyado 94 cooperativas de diferentes pueblos del Líbano, como Deir Al Ahmar, Fneidek, Qana, Harissa y Lehfed, todas ellas con un enfoque basado en empoderar a las mujeres.
Este apoyo ha sido en forma tanto en pago en efectivo por el trabajo realizado como apoyo en especie, como materias primas, equipos y herramientas.
Al menos 6000 personas se han beneficiado del proyecto de 4,4 millones de dólares, financiado por el Banco Alemán de Desarrollo KfW, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
La cooperativa Al Atayeb ha sido un factor clave para sobrevivir la crisis ayudando a muchas familias en Kfardebian, haciendo que las mujeres se sientan orgullosas de sí mismas y de su comunidad.
“Nuestra cooperativa representa los valores en los que creemos”, asegura con orgullo Akiki. “Trabajamos con pasión. Ayudamos a nuestra comunidad y servimos al bien público”.
A medida que se profundiza la crisis mundial de alimentos y combustibles, la crisis del Líbano está afectando a “todos, en todas partes”.
Fuente: Mural de Género