enero 03, 2023

Una empresa que selecciona azafatas de vuelo exigió a las candidatas quedarse en ropa interior en un proceso de selección

La convocatoria partía de la empresa de reclutamiento Meccti y anunciaba empleos para Kuwait Airways. El proceso tuvo lugar en una sala del hotel Meliá Barajas, muy cerca del aeropuerto de Madrid, a principios de noviembre


El 5 de noviembre de 2022, Bianca acudió a un proceso de selección para formar parte de la tripulación de cabina de una aerolínea. La convocatoria partía de la empresa de reclutamiento Meccti y anunciaba empleos para Kuwait Airways. El proceso tuvo lugar en una sala del hotel Meliá Barajas, muy cerca del aeropuerto de Madrid. Desde el inicio de las pruebas comenzaron los comentarios ofensivos contra las mujeres que acudieron. “No nos gusta tu sonrisa”. “Tienes el cuerpo de montaña rusa”. Pero la parte más dura del proceso estaba por llegar. Cuando el reclutador había descartado ya a una parte de las aspirantes, el resto fueron conminadas a entrar, una a una, en una sala. Allí, en presencia de una mujer, tuvieron que desabrocharse camisas, subirse jerséis y faldas: debían quedarse en ropa interior para que la reclutadora examinara sus cuerpos, una práctica ilegal en España. elDiario.es ha recopilado el testimonio de tres mujeres que asistieron al proceso y que relatan exactamente la misma historia.

Meccti, una empresa de Oriente Medio con varias sedes que no aclara cuál es su país de origen, publicita sus procesos de selección en las redes sociales. En su perfil de Instagram pueden consultarse sus próximas convocatorias, como la de Yakarta (Indonesia) en enero, y también las pasadas, como la que sucedió en Madrid el 5 de noviembre. En esa publicación, Meccti anunciaba el proceso de reclutamiento para Kuwait Airways y dejaba un link para que se registrasen las personas interesadas en el empleo. Especificaba también algunos requisitos, como “altura y peso en proporción con una altura mínima de 160 cm”, “médicamente en buena forma, en disposición de pasar un reconocimiento médico en Kuwait” o “una excelente presentación en general”. elDiario.es ha intentado durante semanas ponerse en contacto sin éxito tanto con Meccti como con Kuwait Airways a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos, redes sociales e incluso a través de la embajada de Kuwait en Madrid.

Las publicaciones en redes sociales, los correos electrónicos que recibieron las candidatas y un testigo ajeno al proceso de selección confirman que la cita tuvo lugar el 5 de noviembre en una sala del Hotel Meliá Barajas ubicado a las afueras de la capital, cerca de las terminales 1 y 2 del aeropuerto, y que Meccti ofrece contratos para Kuwait Airways. En sus redes sociales, la empresa anuncia distintos procesos de selección para otras aerolíneas. También que próximamente, este enero, volverá a hacer una selección en España, todavía sin fecha.

La de Bianca es la primera de las historias recopiladas para este artículo. Con 23 años, actualmente trabaja en su tercera aerolínea. La convocatoria de Meccti para Kuwait Airways le llegó a través de una página web especializada. “Yo quería irme de mi compañía y vi el anuncio y pensé que quería ver si había posibilidad de trabajar en esta empresa”. Rellenó los datos que le solicitaban, envió su currículum y, al tiempo, recibió una invitación para acudir a la selección. Su testimonio está avalado por la documentación que elDiario.es ha podido consultar. Llegado el día se presentó en el hotel junto con, al menos, otras 60 personas, la inmensa mayoría, mujeres. Les recibieron dos personas, un hombre y una mujer. En la puerta de la sala del hotel, las candidatas consultadas recuerdan que un par de pantallas proyectaban el nombre de Meccti, más grande, y el de Kuwait Airways, más pequeño.

Después de un discurso sobre la aerolínea y el panorama del sector, la primera prueba consistía en mantener conversaciones en inglés entre aspirantes. “Echaron a gente que hablaba súper bien inglés, pero que tenían 37 años. También a gente que tenía tatuajes. A los chicos, que solo había tres, se les dijo que no les contratarían porque no contratan hombres a no ser que fueran de Kuwait. A una llegaron a decirle: 'si te pedimos que comas más, ¿comerías más?' Todo lo decían en voz alta, sin reparo alguno”, recuerda Bianca, quien asegura que durante las pruebas solo hablaba el reclutador. 

La selección continuó y, en un momento dado, a las aspirantes que quedaban les hicieron entrar, por orden alfabético y de una en una, a una sala. “La primera chica que entró salió llorando y nos contó que le habían hecho quitarse casi toda la ropa, salvo la interior. Era su primera entrevista. Las demás salieron contando lo mismo, a mí me costaba creerlo, estaba flipando. Pero no estaban exagerando”, subraya. Cuando fue su turno, Bianca accedió a la sala y allí la reclutadora le preguntó su fecha de nacimiento, el peso, la altura, si tenía tatuajes visibles... “Era la segunda vez que me preguntaban eso. Luego me pidió que me subiera el vestido. Me lo subí un poquito, me llegaba hasta justo por debajo de la rodilla, y ella me lo subió hasta las bragas. El vestido tenía una cremallera por la espalda y me pidió que me lo bajara hasta la cintura y me quedara en sujetador. Ella decía que era para ver que no teníamos cicatrices, marcas de nacimiento, tatuajes. Iba dándose la vuelta para mirar exageradamente mi cuerpo”, describe. 

Bianca llegó a la prueba final, un examen de inglés. A pesar de que lleva varios años trabajando en ese idioma y cuenta con un nivel C1, el reclutador le aseguró que su test estaba suspenso. Ella le pidió revisar su examen, pero le negaron esa posibilidad. “Entonces él me dijo: 'Kuwait y Rumanía [el país de procedencia de Bianca] son hermanos y yo puedo ayudarte'”. Ella rechazó quedarse más rato en la entrevista y se marchó. “Me recogieron mis padres y ahí empecé a asimilar todo. Me sentí muy mal, en ese momento no te das cuenta, mucha gente dice que lo has hecho porque has querido pero es que es tan surrealista en ese momento... no lo estaba asimilando”.
“Me miró por delante y por detrás”

El relato de Bianca coincide con el de Mariana, de 23 años. El año pasado obtuvo la licencia para ser tripulante de cabina pero todavía no ha ejercido en ninguna aerolínea. “Vi el anuncio en una página de tripulantes aéreos, comprobé que cumplía con los requisitos mínimos de acceso y apliqué”. Unas semanas después recibió un correo que le anunciaba que había sido preseleccionada para el proceso del 5 de diciembre en Madrid. Mariana llegó muy temprano al lugar “por si acaso”. Ya en la sala del evento, el reclutador se presentó como parte de la empresa Meccti y subrayó que trabajaba seleccionado al personal para Kuwait Airways. 

“Nos dijo que en otro proceso una de las chicas no seleccionadas grabó un tiktok quejándose y que si tuviéramos algún problema les enviáramos a ellos directamente un email”, cuenta. A partir de ahí, comenzaron las pruebas, el trabajo en parejas y la presentación en inglés. “A los chicos directamente les dijeron que no porque solo contratan hombres de Kuwait. Luego, fueron eliminando chicas. A una que hablaba siete idiomas la descalificó por tener una mini cicatriz en la ceja y le dijo que no le importaba sus siete idiomas, que no cogen a gente con cicatrices. A otra le dijo que no seguía por los lunares de su cara. A otra le dijo que estaba un poco rellenita. A otra que por tener gafas y brackets, que no le gustaba ni su piel ni su sonrisa...”, describe Mariana, que recuerda cómo las preguntas y las referencias sobre el peso de las aspirantes eran continuas y en voz alta, delante de todas las demás.

Mariana llegó a la prueba en la que tenían que entrar una a una en la sala. “Yo fui de las últimas, y vi a mucha gente saliendo con la camiseta medio abierta, todavía abrochándose, o con el vestido medio bajado o con la falda subida... Las que estábamos últimas nos mirábamos y decíamos '¿pero qué pasa?'”. Al acceder le esperaba dentro la reclutadora sola, quien le pidió que se apoyara en la pared para medirla. “Ahí veo que hay otra chica con la cara como medio lavada, pero ya vestida. El señor empezó a entrar y salir y me volvió a medir. Me dijo 'tienes manchas en la cara, no me gusta'. Me frote la cara para que viera que es maquillaje y entonces me dijo si podía sonreír. Entonces, miró por dentro y fuera para ver mis dientes. Me hizo sonreír de perfil, a la izquierda, a la derecha. Me pidió que me quitara las gafas, porque no solían contratar gente con gafas”, detalla. Finalmente, los reclutadores pidieron que pasara al fondo de la sala, donde la mujer, ya sola, le subió la falda. “Me dijo si podía desabrocharme la parte de arriba de mi camisa. Me tocó el brazo para que me la quitara. Me quedé en sujetador con la falda y las medias. Me miró los brazos, me miró por delante y por detrás fijamente. Te sientes un animal de zoo. Iba apuntando en un cuaderno”. La aspirante, que ha participado en los procesos de selección de otras aerolíneas, asegura que nunca le había sucedido algo así. Mariana llegó al test de inglés final pero no lo pasó. “Nadie sabía exactamente cuánto tenías que sacar”.

Las anomalías del proceso no terminaron en la parte de las entrevistas y el examen de los cuerpos de las aspirantes. El reclutador hizo saber a las aspirantes que, de ser seleccionadas, tendrían que abonar 1.900 euros como garantía. “Explicó que iban a invertir mucho dinero en nosotras y necesitaban eso para saber que iríamos si éramos elegidas”, explica Mariana. Otras dos participantes en la selección confirman también este extremo. Según se les explicó, el dinero iba destinado a sufragar parte de los gastos de formación, el traslado a Kuwait y alojamiento inicial. “Pero también nos dijo que si seguíamos adelante y comenzábamos a trabajar allí no gastaríamos nada, que solo saldríamos ganando”, recuerda Mariana.

En su página web, Meccti se define como la empresa “líder en la prestación de servicios de contratación y formación a compañías aéreas internacionales”. Presume de reclutar tripulantes de cabina y pilotos “en todo el mundo”. “La compañía está especializada en trabajar con cada socio para desarrollar una estrategia personalizada y soluciones adaptadas a las necesidades específicas de la organización”, dicen. Según su explicación, la empresa comenzó en 1997 bajo el nombre Middle East Cabin Crew Training International. En su página aparecen varias aerolíneas colaboradoras, como Kuwait Airways, Qatar Airways, Etihad, Saudi Arabian Airlines o Spice Jet.
“Se agachó para mirarme desde los tobillos”

A María, 19 años, la oferta le llegó a través de su escuela de tripulantes. Aunque trabaja desde marzo en una aerolínea europea, pensó que estaría bien probar para ver cómo funcionaban otros procesos de selección. Lo primero fue la prueba de inglés. “A partir de ahí empezaron a echar gente por su aspecto físico, y ya me extrañó”, cuenta a elDiario.es. “A una le dijeron que no cumplía la edad, cuando en su currículum ya ponía la edad que tenía. A otra por una peca en la cara. A otra por exceso de peso. A algunas les decían que perdieran peso, a otras que si lo podían ganar”, cuenta sobre su experiencia en el proceso de selección. 

Ya en el pasillo, esperando para entrar en la sala de una en una, María recuerda a la primera chica que entró. “Salió sorprendida. Nos contó lo que había pasado, y dijo que le habían hecho desnudarse. Pensamos 'esto no es normal'”. En su turno, la reclutadora le pidió que se quitara la blusa y el pantalón. “Primero me quité la blusa y me dejé el pantalón y luego al revés. No me dio ninguna explicación. Me miró de abajo arriba, se agachaba para mirarte desde los tobillos e ir subiendo. Me vio un tatuaje que tengo en un tobillo y me preguntó si me lo iba a quitar y le dije que sí”, cuenta María, que ya tenía pensado eliminarlo con láser. Después, la mujer la llevó a una pared, donde la midió y le preguntó el peso. 

María formaba parte de un pequeño grupo de estudiantes de su escuela de tripulantes, para muchas era su primera entrevista. Un miembro de esa escuela ha asegurado a elDiario.es que tuvieron noticia de la selección por páginas web especializadas. Confirma también que tres de esas alumnas fueron seleccionadas y que todas tienen ya una oferta por escrito para Kuwait Airways. elDiario.es ha intentando contactar a través de correos electrónicos, redes sociales y teléfonos con la empresa de selección y ha tratado de ponerse en contacto con la aerolínea por diversas vías, también a través de la embajada de Kuwait en España. Ninguna de las dos compañías ha contestado. En su perfil de Instagram, Meccti anuncia un nuevo proceso de selección en España, este enero, aunque sin fecha concreta, de momento.

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Fuente: El Diario.es

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