Desde Comunidad Mujer presentan el documento "Carga mental doméstica: Estar a cargo también es carga"
La desigual distribución de la carga mental doméstica asociada al trabajo de cuidados no remunerado, que recae principalmente en las mujeres, es una problemática invisible dentro de una esfera que todavía no logra la centralidad que merece en nuestra sociedad.
Aquellos países que han avanzado, con diferente ritmo y profundidad, en el reconocimiento, redistribución y reducción de las labores vinculadas al funcionamiento de los hogares y de sus habitantes, se han enfocado en su dimensión física, es decir, en el tiempo destinado a su ejecución. Al respecto, las encuestas sobre uso del tiempo han sido su fuente de información.
Aunque, sin lugar a duda, la atención sobre este aspecto es fundamental para erradicar la división del trabajo por género, que asigna históricamente a las mujeres la responsabilidad de las tareas concernientes al hogar y el cuidado —comúnmente denominadas reproductivas—, también resulta esencial destinar recursos para visibilizar, estudiar y mitigar el potencial impacto que adiciona la planificación, gestión y responsabilidad asociadas a todas estas labores.
En efecto, el tiempo y esfuerzo implicados en el mantenimiento del hogar y del cuidado de sus integrantes pueden generar, cuando no es repartido equitativamente, una gran sobrecarga con efectos en la salud física, mental, relacional y también económica de las personas.
En este contexto, desde ComunidadMujer presentaron en octubre de 2022, la campaña “Carga Mental: Estar a cargo también es carga”. La iniciativa fue socialmente reconocida, ampliamente destacada por los medios de comunicación y exitosa en visibilizar la problemática, además de ponerle nombre a una situación experimentada por gran parte de las mujeres. A su vez, en dicha campaña se entregaron recomendaciones e invitó a las personas y parejas a contestar un breve cuestionario para identificar el nivel de carga mental y su distribución.
Los datos que aquí se analizan son resultado de una experiencia pionera y exploratoria en el país e indagan en el reparto de la carga mental en los hogares, como un primer acercamiento a una realidad social que permanece invisible.
Más de 12 mil respuestas analizadas y que suscitaron mayormente el interés de las mujeres, dan cuenta de la feminización de la carga mental doméstica y la necesidad de continuar problematizando el tema. Este documento también proporciona algunas recomendaciones orientadas a una redistribución al interior del hogar, pero por sobre todo de acciones y políticas públicas que nos permitan trazar un camino hacia su reducción y una distribución más equitativa y justa.
Para descargar el documento: Aquí