Así se hizo la Ley Modelo Interamericana de Cuidado. Una conversación con Beatriz Piñeres, especialista de la @CIMOEA
Beatriz Piñeres es la especialista en la Comisión Interamericana de Mujeres CIM/OEA que lidera el área de empoderamiento económico, transversalización de género e integración de la perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres al interior de la OEA. Es economista de profesión y cuenta también con una Maestría en la misma área, además de distintos estudios y profundizaciones en asuntos de género y derechos humanos de las mujeres y las niñas
Su liderazgo en la elaboración de la Ley Modelo Interamericana de Cuidados está lleno de anécdotas, aprendizajes y perspectivas que dan cuenta de la diversidad de la región de las Américas. Hablamos con ella a propósito del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo.
- Exactamente, ¿qué es y para qué sirve una Ley Modelo?
Una ley modelo es parte del derecho no vinculante, y constituye una herramienta para alimentar los procesos de creación o reforma legislativa o regulatoria. Las leyes modelo definen términos, identifican conceptos y mecanismos básicos, identifican las capacidades y atribuciones de las autoridades y órganos de supervisión, y en algunos casos establecen sanciones.
Si bien las leyes modelo no son jurídicamente vinculantes, son instrumentos técnicos que pueden ser consultados y utilizados como herramientas de trabajo para los países para poder adoptar leyes a nivel nacional.
- Cuéntanos del proceso de elaboración de la Ley Modelo de Cuidados…
La propuesta de hacer una Ley Modelo sobre cuidados nace del reconocimiento de que los instrumentos existentes han sido insuficientes a la hora de abordar las realidades de las mujeres de manera integral.
En la ruta de analizar los instrumentos jurídicos internacionales e identificar los estándares existentes sobre los derechos económicos de las mujeres en diferentes sectores de especial relevancia para la participación laboral de las mujeres, se evidenció que persisten brechas en el pleno ejercicio de los derechos y que la discriminación contra las mujeres aún se encuentra engranada en desigualdades e inequidades estructurales entre hombres y mujeres en los países de la región.
Bajo esta premisa, decidimos hacer una Ley Modelo sobre cuidados para abordar uno de los problemas estructurales para la participación laboral de las mujeres y su empoderamiento económico.
Además, la interpretación y aplicación de las leyes constituye el mecanismo institucional por el cual la igualdad formal se materializa en una igualdad sustantiva. Esta igualdad sustantiva es un factor no solo de democratización del orden jurídico, sino también un factor determinante para el cambio social a partir del reconocimiento y respeto a los derechos humanos de las mujeres.
El proceso lo iniciamos con una revisión exhaustiva de los estándares internacionales e interamericanos existentes en los instrumentos jurídicos adoptados por los Estados, así como de las políticas publicas y programas existentes tanto en la región como en Europa. Ya con esa información sistematizada, realizamos una serie de consultas con los mecanismos nacionales de la mujer, con personas expertas, con la sociedad civil y con legisladoras de la región para poder recibir insumos, comentarios y experiencias sobre el tema de cuidados. Con base en toda esta información se hizo el trabajo interno de redactar la Ley Modelo, revisar los textos y normativa, y de ahí presentar el documento a los países de la región.
Adicional a la Ley Modelo, y reconociendo que muchas de las experiencias y normas que existen no se incluyeron en el texto de la Ley por diferentes motivos estratégicos, también hicimos una Guía de Implementación para la Ley Modelo que recupera los más altos estándares en materia de cuidados, así como prácticas y experiencias de la región y Europa, y presenta experiencias relevantes en la resignificación y reconceptualización de los cuidados como un derecho y en el establecimiento de sistemas de cuidados y de medidas de corresponsabilidad.
La Ley Modelo la hicimos en alianza con el programa de la Unión Europea a través del área de Igualdad de Género del programa EUROsociAL+, quienes han sido nuestras grandes aliadas para avanzar el tema del empoderamiento económico de las mujeres y los cuidados.
En lo personal, como madre y persona cuidadora fue un proceso que tomé con un compromiso superior. Muchos de los temas que discutimos durante las sesiones de trabajo fueron vivenciales en lo personal, y de un despertar transformador sobre el rol de los cuidados en nuestra sociedad y su significado.
- ¿Qué es eso que desconocías y aprendiste durante el proceso de redacción de la Ley?
El proceso de desarrollar la Ley Modelo Interamericana de Cuidados fue un proceso de un aprendizaje maravilloso. Conocer las experiencias de los países, los pequeños avances en las comunidades y las experiencias locales fue relevador. El poder de las comunidades en reconocer la importancia de los cuidados y en apoyar a las personas cuidadoras ha sido de mucha importancia en el avance de las políticas públicas. Por ejemplo, el modelo Bogotá es muy inspirador. ¿Por qué crees que es importante instalar el tema de cuidados en el debate público y en la agenda legislativa?
Porque es el detonador para que las mujeres puedan tener tiempo para trabajar, educarse y tener ratos de esparcimiento. Los cuidados son la barrera estructural para la participación de las mujeres en el mercado laboral y para su empoderamiento y autonomía económica. Pero además de esto, los cuidados son la base para el sostenimiento de la vida – todas las personas necesitamos cuidados y necesitaremos de cuidados en algún momento. Por tanto, es importante reconocer el valor de los cuidados tanto social como económico, para el sostenimiento de la vida y para el funcionamiento de las economías.
- Cuál es esa activista por los cuidados a la que admiras...
Tengo varias personas a quienes considero referente de cuidados. A nivel regional, admiro mucho el trabajo que ha hecho la actual Secretaria de la Mujer de Bogotá en impulsar el modelo de las manzanas de cuidado y en visibilizar el trabajo de cuidados y brindarles soluciones concretas a las mujeres.
Por otro lado, la Asociación “Yo no Renuncio” de España y su lideresa Laura Baena es una activista incansable por visibilizar los cuidados y las repercusiones que estos han tenido en la participación laboral de las mujeres. El trabajo que hacen en promover la conciliación y en promover políticas públicas, programas y legislación que permita a las mujeres asumir la maternidad sin un coste personal ni económico a cambio y que permita a los hombres cumplir con su derecho de cuidar.
Y por supuesto, como economista de formación que soy, no puedo dejar de mencionar a Claudia Goldin, quien ha ganado el Premio Nobel de Economía este año (2023), y que desde hace muchos años viene trabajando en analizar el rol de las mujeres en la economía – estudiando diferentes fenómenos que afectan a las mujeres como la brecha salarial, el efecto de los cuidados en su trabajo remunerado y los efectos en su participación laboral. Qué mensaje enviarías a la juventud sobre la importancia del trabajo de cuidados.
A las mujeres jóvenes: El cuidado de las personas dependientes no es un trabajo exclusivamente de las mujeres. Es un trabajo que se debe hacer de manera corresponsable, y las mujeres tenemos el derecho y la obligación de redistribuir el trabajo de cuidados para poder tener autonomía económica. La respuesta a los cuidados es colectiva y corresponsable.
A los hombres jóvenes: El cuidado de las personas dependientes es un trabajo colectivo. Los hombres tienen mucho que ganar de una redefinición de la masculinidad tradicional que les permita ser personas adultas autónomas, solventes y que se beneficien de la transformación personal que se vive a partir de brindar cuidados y a partir del reconocimiento de las necesidades de otras personas que requieren de cuidados.