diciembre 24, 2023

“Diario de una bordadora”, reparar y construir una vida a través del bordado




Portada de "Diario de una bordadora" (Lumen).

Para Loly Ghirardi (Buenos Aires, Argentina, 1975), conocida como Srta. Lylo, el bordado ha sido la manera de superar el dolor ante la imposibilidad de ser madre, los abortos espontáneos y los numerosos tratamientos de fertilidad fallidos a los que se sometió. De ahí que ahora haya querido narrar en un libro cómo el bordado se convirtió en un refugio, en una salvación y una vía de escape.

“A mí el bordado me salvó”, así comienza “Diario de una bordadora” (Lumen) un íntimo relato en el que Srta. Lylo hace un recorrido por su infancia y adolescencia en Buenos Aires, para contar cómo la aguja se convirtió en su salvavidas y en una forma de expresión artística y emocional.

Un emotivo texto, que se completa con ilustraciones de sus bordados, en el que Lylo teje su historia de aprendizaje y búsqueda de identidad. En él también comparte una pequeña guía de iniciación al bordado y a la vida.

“Diario de una bordadora”, de Srta. Lylo

A pesar de iniciarse tarde en el bordado, Lylo encuentra la forma de enfrentarse a sus emociones y reflexionar sobre su propia historia.

“Yo empecé a bordar a los treinta y cinco años sin nunca haber tenido nada que ver con el asunto, simplemente porque ya no sabía qué hacer con mi vida. Después seguí bordando porque descubrí que al hacerlo, el tiempo se detenía y mi cabeza y mi cuerpo eran libres bordando, mi realidad triste cambiaba“, confiesa en la primera página del diario, acompañada de un bordado con la palabra “Feliz”.

Recién llegada a Barcelona, Srta. Lylo encuentra esa necesidad maternal que arrastró desde pequeña. “Jugar a la mamá, pasear con el bebé, cuidarlo, cocinar su comida” son las actividades con las que creció y que se convirtieron en un sueño, al que se refiere como “sueños de patriarcado”.


“Cuando era niña, pero también siendo adolescente, se daba por hecho que todas seríamos madres. No lo cuestionábamos, no lo poníamos en duda, ni siquiera se nos ocurría pensar en la barbaridad de no tener hijos” dice Ghirardi en su diario.

Esta idea de maternidad impuesta desde la infancia y los roles perpetuados han perseguido y definido la vida de la autora, que critica este mandato tan arraigado en ella.
Un cambio de aguja

El sentimiento de culpa y la pérdida de autoestima por los numerosos abortos indeseados comenzaron a invadir el mundo de la autora y convirtieron su cuerpo en una cárcel. En esos momentos de desesperación, la autora narra cómo descubre el bordado un día por casualidad, paseando por Barcelona.

“Era otra apuesta para canalizar mi ansiedad entre personas desconocidas que no supieran de dónde venía ni qué me pasaba, que no esperasen nada de mí y a las que no tuviese que explicarles ni ocultarles nada. Quería desaparecer” confiesa.

Gracias a los colores, los hilos, las agujas y la tranquilidad que le transmitían las clases de bordado, nace Srta. Lylo, y hace un cambio de aguja a la aguja que no dolía.
Sororidad a través del bordado

En “Diario de una bordadora“, la autora dice haber sentido una “unión entre mujeres que trasciende el tiempo, las edades y las profesiones”. Una actividad que ha reforzado en ella las ganas de compartir con otras mujeres todas sus creaciones y apoyarse en ellas.

“Conocer la historia del bordado es conocer la historia de las mujeres” dice Srta. Lylo. El bordado, actividad considerada femenina y limitada al ámbito del hogar, se ha entendido durante siglos como una tarea obligada para las mujeres y símbolo de opresión, no como una disciplina artística digna de exponerse en museos.

A lo largo de la historia las mujeres han encontrado la forma de convertir la aguja en una herramienta de subversión y sororidad femenina. Y así nos lo enseña la autora a través de mujeres que cambiaron la historia como Jane Austen, May Morris, Louisa Pesel o Louise Bourgeois que, casualmente, también vertieron sus emociones en el bordado.

Por Sarah Sidki-Alaoui Arriaga 
Fuente: Efeminista

Sí a la Diversidad Familiar!
The Blood of Fish, Published in